Este 10 de mayo celebramos el Día de las Madres, fecha emblemática porque aun cuando ellas siempre son el mástil de la familia es ocasión propicia para reconocer el trascendente aporte que millones de mujeres realizan en México y el mundo, como los pilares sobre los que descansa la especie humana, labor llena de algunas satisfacciones, mayores sufrimientos y un perpetuo amor y entrega.
A ellas, las hacedoras de los principios morales y la conciencia social les debemos todo y por ello debiéramos festinarlas siempre, pero no con triviales discursos ni ocurrencias oportunistas y populistas sino con hacer efectivo aquella tan llevada y traída promesa de cumplir a cabalidad la famosa equidad de género y justicia social, ya que en general es el mismo Sistema que las relega y olvida.
Deuda político- social que desdeña las más de las veces su cultura y preparación académica, más hoy cuando se habla y legisla en torno a la igualdad de género este concepto queda postergado a una mera tramitología, pues en los hechos son excluidas de cargos de responsabilidad, dentro y fuera del Gobierno; pero igual en sus derechos fundamentales como Educación, Salud, Vivienda, Empleo y Vida.
Basta revisar los indicadores del INEGI, los cuales señalan que de 2006 a 2013, la tasa de fecundidad entre adolescente se incrementó 77% por cada mil mujeres, mientras que mujeres de 12 y más años con al menos un hijo nacido vivo, 27.8% ejercieron su maternidad sin pareja. De ellas, 21.3% estuvieron alguna vez unidas mientras que 6.5% son madres solteras, en condiciones de pobreza.
Situación que lleva a niñas y adolescentes a vivir una vida de miseria y marginación, cancelando toda realización personal, humana y social, forzándolas a hacerse cargo de otros menores de edad sin más armas que su cuerpo y escasas capacidades académico- profesionales, una dura y lacerante realidad que no hemos sido capaces de cambiar, pues subsisten viejas moralinas e intereses.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el cuarto trimestre de 2017 la tasa de participación económica de mujeres de 15 y más años con al menos un hijo nacido vivo fue de 43.4%, de ahí la importancia del papel de las madres jóvenes a educarlas, prepararlas y hacerlas personas útiles a su familia y provechosas a su comunidad, rescatándolas de la miseria extrema.
Esforzada lucha que a diario libran millones, basta que sean mujeres, para ser discriminadas en las instituciones públicas y privadas, comenzando por el sueldo que devengan, menor al de los hombres, por el mismo trabajo. De acuerdo con la OCDE las mexicanas ganan 16.7% menos, en promedio, que los hombres, tienen más horas de trabajo y son menospreciadas en la contratación y los ascensos.
Los políticos que cacarean la equidad de género, son los mismos que se sienten cómodos ocupando la mayoría de los puestos de elección popular y de alta responsabilidad en la burocracia. ONG´s acusan que sólo 7% de los cargos públicos son ocupados por mujeres, esto a pesar de que existen leyes para garantizar la participación de las mujeres, sigue la simulación.
De las 31 entidades federativas y la CDMX, solamente una mujer ocupa el cargo de gobernadora, Claudia Pavlovich, Sonora. En la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dominan también los hombres: con 9 ministros y sólo hay 2 ministras, mientras que la Cámara de Diputados tiene 212 mujeres legisladoras (42.4%), contra los 288 diputados, empero la cúpula sigue dominada por hombres.
En el Senado hay 48 senadoras por 80 parlamentarios, donde también sus Órganos de Gobierno son encabezados por hombres y así podríamos seguir, pues a pesar de que la mujer compone un poco más de la población total de México, siguen siendo tratadas como una minoría. De estas estadísticas, la cereza del pastel es que de los 5 candidatos a la Presidencia, sólo una es mujer.
Pero la cifra más desgarradora de este aciago conteo es la cantidad de madres con hijos muertos y desaparecidos, producto de esta estéril y sangrienta guerra. En México 1 de cada 2 personas no localizadas tiene 29 años o menos, ni tampoco sabemos el paradero de 34,268 jóvenes, de acuerdo con el último corte de datos oficiales de la Secretaría de Gobernación, a enero de este 2018.
La tragedia de los tres estudiantes de cine que murieron a manos del crimen organizado en Jalisco y fueron disueltos en ácido revivió la pesadilla, el sufrimiento de los ya 60 desaparecidos de Ayotzinapa, rememorando la tragedia de cientos de miles de madres que no recibirán una flor de sus hijos en su día, porque se los arrebató la sinrazón del crimen organizado y la corrupción del Estado Mexicano.
La participación activa de las madres, como compañera y cariñosa formadora de la familia, debiera recordarnos la deuda histórica que tenemos con ellas, pues más allá de sentimentalismos propios del 10 de mayo, esta fecha tiene sus raíces en un acto de reconocimiento a una activista (Anna Jarvis) asesinada en la guerra de secesión en EU, siendo el 10 de mayo de 1922 la instauración oficial en México.
Mi reconocimiento a las Madres de México (mí Lola), por su ejemplo de vida, amor incondicional, vocación profesional y luchar por lo justo… te extraño!!!
Twitter: @Armando_Alcocer