Cada campaña presidencial se repiten los argumentos y también las filias y fobias; hoy, uno de los contendientes, quien va por su tercera oportunidad, cambió ciertas formas y ya no rechaza alianzas con impresentables pero de fondo y en el discurso es el mismo de siempre: el que concita rechazos y veneración, amor y odio, en una dialéctica política que pronto se decantará en las urnas.
- Andrés Manuel López Obrador está más cerca del triunfo que en las dos elecciones pasadas, “eso dicen todas las encuestas”. Pero ¿se impondrá la cordura y la templanza como arma sutil contra los saqueadores y contra sus propios demonios? ¿La batalla contra la corrupción es un acto de fe?
- No falta mucho para saberlo, pero lo que hoy se ve es que la cercanía de triunfo no evita los clichés y hemorragias verbales de antes, sólo que ahora el horno no está para bollos y más cuando su expectativa es muy ambiciosa: ganar la corona Presidencial, también el Congreso de la Unión y gubernaturas entre las que destaca la CDMX.
- Ello obliga a AMLO a ser más camaleónico que nunca. Su discurso variante y hasta contradictorio evidencia algo nuevo también: según el foro es la pedrada, amoroso y conciliador, o valentón y pendenciero. El Peje lucha contra sus propios demonios tropicales que lo convierten en polvorita seca.
Esa parte rijosa le da armas a sus opositores quienes subrayan que México necesita a un gobernante maduro y sereno y no a un gladiador de barriada.
Nadie se equivoca si refiere que al país le urge un primer mandatario que tenga definiciones y propuestas de gobierno inteligentes y gran altura de mira que le den viabilidad a México, sin hacer la guerra a empresarios ni antagonistas sino que convenza con ideas y propuestas sólidas. ¿Podrá AMLO estar a esa altura?
El anunció repetido, cuasi sempiterno de una parte del empresariado nacional de que “ahí viene el lobo”, tampoco abona a la certidumbre de una sociedad dolida por la miseria extrema que padece casi el 50 por ciento de la población, los ajusticiamientos públicos y el horror que a diario propina el crimen organizado y la creciente corrupción gubernamental.
Ambas partes, IP y AMLO esgrimen sus razones
Los empresarios protegen sus propios intereses y es más que válido. Cálculos conservadores otorgan al Consejo Mexicano de Negocios entre el 27 y el 31% del capital creado en México, que a su vez genera millones de empleos, pero que lucha por abatir la carga impositiva (IETU e ISR, por citar algunos).
No hay que esconderlo, el clímax de la confrontación entre los dueños del dinero y el líder moreno surge del propio descontento social que inicia en las redes sociales, pasa a las primeras planas de la prensa y la molestia, el mal humor social, llega corregido y aumentado a noticieros televisivos.
- Se trata de una especie de todos contra todos, titulares sobran: hambreadores vs populismo; el mesías tropical vs el Imperialismo, olvidando que aquí compartimos todos una misma marca: Hecho en México.
- Está demostrado: el verdadero peligro para México son los políticos corruptos y los inversionistas golondrinos que se frotan las manos para que al país México le vaya mal y ganar en el río revuelto del descontento colectivo.
- Los engendros del mal aumenten las tasas de interés y lucran con la disparidad peso-dólar. Son los mismos que siembran rumores que ponen “nerviosos a los mercados”, como sucedió esta semana en que salieron del país ocho mil mdd, que superan los cinco mil 559 millones de dólares de todo el 2017.
Ese es el chantaje de los “socios extranjeros” y los políticos cómplices: los encumbrados altos funcionarios y “aspirantes de Forbes” que, cómo perros pavlovianos salivan entre el hambre de poder y las necesidades humanas, llevándose entre las patas a México, pues sea quien sea el próximo Presidente; ellos, los intereses extranjeros, apuestan a la división y corrupción del sistema para seguir medrando con el despojo de nuestra Nación.
- Lo grave es que el propio Gobierno en turno es quien permite y alienta las componendas y conciliábulos, con tal de privilegiar a su clan, ante la miseria e indefensión de las mayorías.
- Basta revisar la última medición del Coneval 2014-2017, donde 53.4 millones de personas son pobres; y 62 millones de mexicanos viven con un ingreso inferior a la línea de bienestar (el equivalente al valor total de la canasta básica alimentaria y de la canasta no alimentaria por persona al mes).
- Ese es el tamaño de la perversión de un Gobierno corrupto y sus aliados de cuello blanco que, como ejemplo, está la esposa de “Javidu”, fiel personero de la “nueva generación del PRI”.
- Cuya familia vive a todo lujo en Londres, a unos pasos de la casa de la Reina Isabel, mientras en Veracruz la miseria afecta al 69.7% de los niños, niñas y adolescentes.
Es decir, mientras 7 de cada están 10 menores veracruzanos están condenados a vivir en pobreza extrema. Y mientras el pudiente inquilino del Reclusorio Oriente educa a sus hijos en el Colegio Eton, de donde egresaron los príncipes Harry y William, cuando millones en ese Entidad se debaten a diario entre la pobreza y la desesperación.
- Eso es lo que se debe combatir de verdad AMLO y deberá tenerlo muy claro; al menos en su discurso, porque está documentado que su movimiento fue beneficiario de Javier Duarte a quien hasta ahora ha protegido con su silencio.
Aquí una duda: ¿por qué huyó a la Gran Bretaña Karime Macías? Recordemos Dublín, donde se asiló y se pertrechó Carlos Salinas para regresar después a México para seguir moviendo los hilos del poder. En ese grupo comandado por Salinas hay apátridas traicioneros como Videgaray que primero impuso a uno de los suyos como presidenciable, sin raigambre y ajeno al PRI.
Ahí estaba Ivonne Ortega, con militancia y excelso trabajo, por ello indigna que haga guiños al líder Moreno, sólo para seguir siendo útil a su amo: Mr. Trump, y favoreciendo de paso a los EU en las nebulosos negociaciones del TLCAN… aguas con la cartera Andrés, a este sí mándalo mucho…¡¡pa’ tu rancho!!! /PUNTOporPUNTO