Opinión. RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Durante décadas, el Partido Revolucionario Institucional consideraba Tabasco como un Edén electoral. Hasta 1988 no tuvo contrincante en las urnas.
En la fecha mencionada apareció un huracán llamado Andrés Manuel López Obrador que poco antes había presidido el PRI estatal y se convirtió en un tenaz opositor del partido tricolor.
Con todo y ello, los priistas siguieron ganando el gobierno estatal y López Obrador prefirió trasladarse al Distrito Federal y hacer carrera política a nivel nacional, ya que en su terruño no fue respaldado.
Todos conocemos el crecimiento tenido por el hoy Presidente de la República, mientras en Tabasco, después de sus dos fallidas campañas en busca del gobierno estatal, los tricolores siguieron gobernando hasta 2012 en que, otro expriista, Arturo Núñez Jiménez, ganó el gobierno estatal desde las filas del Partido de la Revolución Democrática.
Seis años después, otro expriista, Adán Augusto López Hernández consolidó a la oposición del PRI y conservó el estado para la izquierda mexicana, esta vez desde MORENA, partido de reciente construcción.
Hasta entonces, puro priista o expriista gobernaba el Edén tabasqueño, aunque ya no lo hacían para el partido tricolor.
Ahora los priistas están desaparecidos del estado y les costó mucho trabajo encontrar candidato a gobernador y definir a los candidatos a los demás cargos de elección popular.
Funcionó la labor de zapa en contra de los priistas y la zanahoria puesta ante los ojos de los militantes de ese partido fue suficiente para que abandonaran las filas del tricolor y hoy pasen lista de presencia en el Movimiento de Regeneración Nacional y otros partidos.
El PRI compite sin candidato suyo por el gobierno estatal, aunque Lorena Beaurregard fue hasta hace poco militante del tricolor, partido que la hizo diputada en dos ocasiones.
Lorena intentó ser nominada por el tricolor, pero ellos tenían otra idea, aunque no les funcionó y finalmente a Lorena la arropó el PAN y los priistas, sin candidatos, simplemente la acogieron como su abanderada.
Otra expriista, Minés de la Fuente aceptó la nominación al gobierno del estado por Movimiento Ciudadano y las candidaturas de PRD, MC, PAN, MORENA y otros partidos se encuentran sembradas de expriistas y los tricolores acogiéndose a la sombra de otros partido para evitar la pérdida de registro.
El desdibujamiento del PRI en Tabasco es una realidad y el riesgo de perder el registro local es grande, tanto así que el único diputado federal que tendrá este partido tuvo que ser ubicado por la segunda circunscripción.
Eruviel Alonso, líder del Movimiento Territorial del PRI ocupa el quinto lugar en la lista plurinominal de la segunda circunscripción, de la que no forma parte Tabasco.
No solamente no lleva candidato a gobernador (Lorena renunció al PRI), sino que tampoco lleva candidatos a las alcaldías de Huimanguillo y Balancán, entre otras, lo que repercutirá en su contabilidad para mantener el registro local.
Según todo tipo de predicciones, encuestas y sondeos, Tabasco será ganado nuevamente por MORENA, mediante la candidatura de Javier May, quien se convertirá en el único no priista o expriista que gobierne la entidad.
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Terrible la rechifla con la que fue recibido en su aparición en Tabasco la semana pasada el exgobernador Adán Augusto López Hernández. El también exsecretario de Gobernación dejó de ser uno de los favoritos de los electores tabasqueños, con todo y que va como primero en la lista plurinominal de candidatos al Senado, mientras que su hermana Rosalinda va como primera en la fórmula uninominal para el mismo cargo.
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Ramón Zurita Sahagún
www.revistapersonae.com
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