Opinión CARLOS RAMOS PADILLA*
A él por su entereza y fuerza. Por su gallardía y temple.
El pasado 10 de julio del 2014 un amigo mío, honesto, trabajador, emprendedor, padre de familia, fue secuestrado en el Estado de México. Brutalmente humillado, torturado, extorsionado y mutilado por una banda de delincuentes que sin escrúpulo alguno amenazaban a la familia, la perseguían, la vigilaban y presionaban.
Luego de años en que mi amigo administró su tiempo y energía para coadyuvar a dar con los maleantes ya fueron casi todos aprehendidos, así lo manifestó incluso en mi programa VaEnSerio de mexiquensetv. Me cuenta mi amigo que faltan por localizar a presuntos médicos y enfermeros (al parecer de instituciones de gobierno) que auxiliaban a los delincuentes en la tarea de mutilación.
El médico indicaba y giraba instrucciones, un enfermero se encargaba de cortar los dedos y procurar no se presentara infección, lo necesitaban vivo para exigir más dinero. También estaban involucrados tres policías hoy en espera de sentencia. Por qué el retraso para detener a estos sujetos? porque AMLO decidió reducir presupuesto a la Seido frenando prácticamente todos los expedientes, vamos ni para fotocopias tienen.
Aunque vale decir, aún con esto, hay funcionarios eficientes e íntegros dentro de un mundo hostil. Ulises Abarca Reyes alias «El Patrón» y/o «El Abarca» y/o «El Reyes» y/o «El Güero» e Israel Lemus Gutiérrez, alias «El Negro» recibieron sentencia condenatoria de 75 años de prisión, así como el pago de una multa de 807 mil 480 pesos cada uno, por su responsabilidad en la comisión del delito de secuestro agravado.
A Ulises Abarca Reyes y a Israel Lemus Gutiérrez, se les atribuye su pertenencia a una organización criminal dedicada principalmente al delito de secuestro, cuyo principal centro de acción lo constituía el Estado de México y la Ciudad de México.
La Fiscalía General de la República (FGR), informó que a través de laFiscalía Especializada en Materia deDelincuencia Organizada (FEMDO), obtuvo dicha sentencia condenatoria de 75 años de prisión.
Sin embargo debo decir que el daño moral, psicológico, económico y familiar fue tremendo. Mi amigo, empresario, fue vigilado por sus propios empleados en sus actividades y rutinas. De ahí la información a otra célula para secuestralo y luego a otra más para la negociación, liberación o ejecución. Mi amigo salvò la vida pero mucho otros no, veamos la tragedia de los feminicidios que sin otra razón que el de ser mujeres las matan. Por ello ofenden las posturas presidenciales de llamar a las abuelitas a corregir las desviaciones de sus nietos, por ello irrita que deje en libertad a sujetos como Ovidio Guzmán con absoluta impunidad, por ello escandaliza que desvíe presupuestos a sus ocurrencias cuando son miles las víctimas diarias de la extorsión, secuestro, violencia y asesinato.
No puedo imaginarme y no me atrevo a preguntar cuál es la sensación de la familia al recibir un dedo amputado de su familiar. No sé cómo se le explica a un niño que su padre está detenido injustamente y que quizá no regrese. Pero para el gobierno actual esto es motivo de estadísticas, cifras que se esconden mientras no exista un impacto social/mediático o se presumen afirmando que vamos a la baja como con los periodistas “no más van siete este año”.
Muchos como mi amigo han tenido que destinar parte de su energía y vida para dar con los secuestradores porque por lo demás todo es pretexto a dilación: vacaciones, puentes, falta de presupuesto, conflictos sindicales, pandemia o digitalización de expedientes. Parte de los integrantes de banda detenida, de acuerdo a las sentencias, habrán de morir tras las rejas a menos que como a otros, incluso por sobrepoblación o imagen política, se les determine preliberación. Por lo pronto, están donde merecen aunque repito, el daño es irreparable y mounstroso.
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135