Opinión. RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
La noticia recorrió el mundo en forma rápida y aunque esperada no dejó de sorprender. Joe Biden se retira de la candidatura presidencial del Partido Demócrata.
El todavía Presidente de Estados Unidos pensó por largo tiempo su decisión, antes de comunicarlo, motivando preocupación entre los militantes demócratas y sus simpatizantes.
Y es que mientras Donald Trump crece vertiginosamente entre los electores estadounidenses, la figura de Biden se va desvaneciendo.
El debate de hace unas semanas entre Trump y Biden dejó muy en claro las debilidades que presentaba la candidatura del actual Presidente y dejarlo en la competencia significaba un hándicap favorable para el expresidente Trump.
Después del intercambio de ideas, donantes del Partido Demócrata, congresistas, simpatizantes y militantes de ese partido coincidían en que el actual mandatario debía ceder su sitio a otra persona.
Sus deficiencias quedaron evidenciadas durante el debate, las lagunas mentales entre sus respuestas y la nada clara exposición de sus temas lo hacían sumamente frágil y lo dejaron expuesto a recibir el rechazo de los votantes en las urnas.
Biden lamentablemente a sus 81 años tiene problemas de salud que le hacen no coordinar bien algunas cosas y lo peor de todo es que sus adversarios lo detectaron y contaban con poderosas armas para atacar.
El mismo Trump manifestó en varias ocasiones que el Presidente no debía competir nuevamente y que los demócratas debían buscar un nuevo candidato.
Robert Kennedy, hijo del sacrificado candidato presidencial demócrata que fue asesinado en 1968, pidió también el retiro de Biden y asumió que lanzó su candidatura independiente al darse cuenta de las fallas del actual Presidente.
La noticia de que Biden se bajaba de la candidatura presidencial fue bien recibida por aquellos que creen en la posibilidad que con el cambio de candidato podrían recuperar los bonos perdidos en una carrera donde Donald Trump marcha a la cabeza.
Faltando menos de cuatro meses para que los electores estadounidenses acudan a las urnas es difícil armar una candidatura fuerte, competidora y que mueva al electorado para sufragar por ellos.
El Partido Republicano está ya enraizado en algunos sectores de la sociedad estadounidense donde su candidato Donald Trump aventaja ampliamente a quien le pongan de candidato por el lado de los demócratas, por lo que la selección debe considerar muchos aspectos.
Kamala Harris es la candidata natural y va avalada por el propio Presidente Biden, pero hay resistencias de algunas partes y hay que recordar que ya Trump le ganó en el pasado la Presidencia a una mujer demócrata (Hillary Clinton).
Los demócratas deberán analizar concienzudamente de una no tan grande baraja de aspirantes cuál de ellos resulta el más competitivo para enfrentar en una presurosa carrera a las urnas a un candidato que salió vigorosamente fortalecido del atentado ocurrido hace unos días en Pensilvania.
Por lo pronto, Kamala Harris se dijo honrada por la distinción que hizo Biden sobre su persona y señaló que está dispuesta a buscar la nominación de su partido.
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Si la preocupación de Dulce María Sauri era que le correspondía a una mujer presidir al PRI, ya se cumplió ese formalismo y Graciela Ortiz asumió la dirigencia nacional del partido tricolor, de forma interina, ya que Alejandro Moreno solicitó licencia para buscar la reelección. Los tricolores siguen enfrascados en sus dime y diretes…Difícil se pondrá la relación México Estados Unidos en caso de que gane Donald Trump la Presidencia de los Estados Unidos, por alguna razón el republicano trae “ojeriza” contra Marcelo Ebrard, futuro secretario de Economía…El triunfo de Alessandra Rojo de la Vega como alcaldesa de Cuauhtémoc se va ratificando, con todo y la insistencia de Caty Monreal de que se revise todo.
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Ramón Zurita Sahagún
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