Opinión. CARLOS RAMOS PADILLA*
Desde el inicio de gobierno AMLO prometió acabar con más corrupción y combatir frontalmente al robo de combustibles. Ni una ni la otra. La primera tragedia que enfrentó empezando su sexenio fue una pavorosa explosión de un ducto de Pemex en Hidalgo. 93 muertos en la mayor tragedia por robo de combustible en la historia de México.
El incidente ocurrió al anochecer del 18 de enero en el ducto Tuxpan-Tula a la altura del municipio de Tlahuelilpan, a 100 kilómetros de la Ciudad de México. Entonces decidió cerrar las válvulas de suministro de gasolinas en todo el país. No se logró nada más que desabasto, carestía e incremento en las tarifas.
El huachicoleo continuó. Más tarde se programa un golpe mediático. A solicitud de la Fiscalía General de la República, autoridades de Canadá detuvieron al general Eduardo Trauwitz. Fue judicializado en 2019, acusado de ser el protector y encubridor de bandas criminarles (huachicoleros) al interior de Petróleos Mexicanos, en las redes de distribución de la paraestatal.
Al general se le intentaron congelar tres cuentas bancarias luego de un reporte de la UIF pero el tribunal colegiado reiteró que la Suprema Corte de Justicia ya ha declarado que es inconstitucional la facultad de la UIF para bloquear cuentas sin orden judicial. Poco se dice pero durante el sexenio de López Obrador, entre el 2019 y hasta el pasado 4 de agosto del 2021, Petróleos Mexicanos había registrado un quebranto por 1,622 millones 783,518 pesos derivado de las tomas clandestinas realizadas a sus ductos.
La paraestatal refirió el número de tomas ilegales hechas a sus ductos, en donde se observa que las cifra de picaduras realizadas entre enero y julio del 2021 repuntaron en comparación con el mismo periodo del 2020. Los cinco estados con mayor número de tomas ilegales son Hidalgo, Puebla, Estado de México, Guanajuato y Tlaxcala.
En pocas palabras la estrategia para evitar el saqueo de líquidos de PEMEX en el país ha fracasado tan es así que al menos una plataforma petrolera en el Golfo de México, en el litoral de Tabasco, es asaltada.
La última, esta semana fue la semisumergible Blackford Dolphin Aker H3, de la noruega Dolphin Drilling, que lidera Bjornar Iversen. El botín fue de 2 millones de pesos en equipo especializado. Dieron alerta a la capitanía de puertos y a la Policía de la entidad que gobierna tabasqueño Carlos Merino el cual no acudió al auxilio. Y crecen los rumores de que la Secretaria de Energía tiene documentado que en mar abierto se negocia el comercio clandestino de petróleo, no succionando ductos sino llenado el vientre de buques/tanque del crimen organizado.
Por cierto nunca ha sido ni cuestionado ni investigado el sindicato de Pemex ya que se afirma que la información sobre los ductos, qué tipo de combustibles, rutas, presiones y almacenamiento provienen justo de ahí así como el adiestramiento y capacitación de alta tecnología para cometer los hurtos. No crea usted que es fácil colocar una válvula con flamables a alta tensión ni tener de manera improvisada flotillas de camiones para su distribución y venta.
El propio Leon Trauwitz en alguna ocasión explicó ante las críticas de por qué sus soldados no evitaban el saqueó comentó que en la refriega un sólo chispazo podría borrar del mapa a una población entera con toda su población. Los protocolos en las operaciones para combatir al huachicoleo tendrían que ser muy precisas y sin riesgos. Suman cuatro años y las cifras son negativas, muy negativas.
@cramospadilla
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio
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