Opinión. RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Nunca mejor aplicado el refrán que asevera que la unión hace la fuerza, como quedó demostrado el pasado domingo en la Cámara de Diputados.
La fuerza representada por el partido mayoritario y sus aliados que congregan a más de 270 legisladores no pudo vencer la unión representada por los minoritarios cuatro partidos que aglutinan a los menos de 230 diputados.
Se requería una mayoría calificada para aprobar la Reforma Eléctrica y se temía que algunos de los opositores fueran convencidos o comprados de votar a favor de dicha modificación que, por ser reforma constitucional, requería de dos terceras partes de los legisladores presentes.
El temor recorría los pasillos de San Lázaro y fuera de él se sospechaban cosas terribles.
Unas versiones establecían que se congregaría un gran número de seguidores de MORENA apostados fuera de las instalaciones legislativas, frenando los accesos de los diputados de oposición, por lo que estos decidieron llegar 24 horas antes del debate y dormir ahí mismo, para garantizar su presencia.
Otras establecían que se ofrecerían grandes carretadas de dinero (algo común en el Congreso) para que algunos diputados cambiaran de casaca y apoyaran la Reforma Eléctrica.
Unas más precisaban que la discusión se pospondría para más adelante, cuando encontraran las condiciones necesarias para ser aprobada.
En realidad, solamente fueron versiones maledicentes que hacía prever condiciones que no existieron jamás.
Y es que el debate tampoco fue lo que se esperaba de fijar posiciones sobre los grandes beneficios que acarrearía dicha reforma y más bien se trabaron en una serie de descalificaciones de unos y otros.
La cosa se puso de color subido y las amenazas tensaron el ambiente, sin que la sangre llegara al río.
Unos y otros argumentaron los pros y contra de la aprobación de dicha reforma. Se acusaron de todo, recurrieron a ardides para solventar los inconvenientes y hasta decretaron un receso para establecer sus estrategias.
Finalmente, algunas cosas se rescatan de dicha discusión: la oposición mostró que pueden resistir los embates de la mayoría y que unidos podrían alcanzar sus propósitos, sin que ninguno flaquee. Quedó mostrado que no todas las iniciativas presidenciales alcanzaran la aprobación, sobre todo, tratándose de las constitucionales que requieren de las dos terceras de votos aprobatorios. Se evidenció que Ignacio Mier, el pastor de la mayoría, no representa gran cosa ni para negociar, ni mucho menos se trata de un liderazgo representativo en la bancada mayoritaria.
Se vienen otras dos propuestas de reforma constitucional, de las que ya la coalición de partidos de derecha, izquierda y centro, ya anunciaron que votarán en contra, sin siquiera conocer de que se trata.
Eso habla de complicaciones para un futuro legislativo, en el que unos y otros radicalizarán sus posiciones, lo que es alimentado desde Palacio Nacional, con un Presidente que considera traidores a los que votaron en contra, sin que quepa la prudencia en unos y otros.
La situación de radicalización puede aumentar, si es que los resultados electorales del cinco de junio resultan controversiales, cualquiera que sea el ganador en los seis estados en competencia.
Por lo pronto queda establecido que las defecciones dentro de los grupos parlamentarios ya no son lo que eran en el pasado y que las alianzas pueden continuar de acuerdo con las necesidades de los grupos de oposición y de la mayoría, cuando menos en los acuerdos para competir en común y frenar algunos puntos que no los convenzan.
Lo difícil será el año próximo cuando se venga la gran elección del Estado de México, en la que los priistas querrán ser mano en la designación del candidato a gobernador, los panistas tienen su propio gallo y los perredistas, simplemente estarán de acuerdo con el que decidan. Y de ahí al gran proceso electoral del 2024, en el que cada uno de ellos intentará poner al candidato de una gran alianza y al no conseguirlo, simplemente, se fragmentará. Veremos.
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Hubo traición a México fue la exclamación del Ejecutivo federal al comentar el rechazo a la Reforma Eléctrica. Mario Delgado, presidente nacional de MORENA sostuvo que el partido exhibirá a los diputados y diputadas «vende patria» que votaron en contra de la Reforma Eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La discusión sobre el tema seguirá por varios días más.
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