Por Eduardo Ibarra Aguirre
Es un acierto la rectificación de la titular de la Secretaría de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, con la apertura de un expediente para investigar la declaración patrimonial del director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, derivada de una denuncia ciudadana anónima recibida por la SFP.
A diferencia de hace una semana, Sandoval Ballesteros –hija de mi compañero y amigo Pablo Sandoval Ramírez–, asumió el compromiso de atender la denuncia “de forma rigurosa, imparcial y apegada a la legalidad”, como por cierto es su obligación, misma que no supo asumir la primera ocasión que le fue planteado el tema por los reporteros, acaso por la sorpresa o por tratarse de uno de sus colegas de gobierno.
El hecho es que el ex de las secretarías de Gobernación y de Educación Pública en los sexenios de Miguel de la Madrid (1982-88) y de Carlos Salinas (1988-94), es señalado en un reportaje de Areli Quintero –la reportera que junto a Anabel Hernández descubrieron el Toallagate de Vicente Fox (2000-06) y que costó la cabeza de Raymundo Riva Palacio en Milenio Diario–, en el que demuestra en términos periodísticos –que no es lo mismo que administrativos y ministeriales– que Bartlett tendría 23 casas y dos terrenos con un valor de 800 millones de pesos, lo que habría logrado con el uso de los datos de familiares, prestanombres y empresas.
Lo anterior significa un monto 16 veces mayor a lo que asentó el poblano en su última declaración patrimonial ante la SFP, pero enseguida del anuncio de Irma Eréndira, el también exgobernador de Puebla y exsenador negó nuevamente tener esas propiedades y ofreció colaborar con la dependencia.
En su cuenta de Twitter, Bartlett Díaz, nieto del poeta veracruzano Salvador Díaz Mirón, escribió: “Como dije antes, es falsa la información sobre los inmuebles que se me atribuyen; mi declaración patrimonial está en regla… y presentaré toda la documentación e información que se me requiera”.
De cumplir los involucrados con la parte que les corresponde, la que ganará será la transparencia de la vida pública, y la opacidad y la corrupción perderán cada vez mayores espacios como sucede desde hace 9.4 meses, aunque con muchos pendientes.
También servirá para que los que son incapaces de transformarse en alternativa política así sea de manera inicial, como la dirigencia del octogenario Partido Acción Nacional y anexas, no parasiten alrededor de lo que declaran los gobernantes de la cuarta transformación.
Como lo acaban de hacer Jorge Germán Castañeda y Xóchitl Gálvez. El primero gritó varias veces desde Nueva York para Es la Hora de Opinar (9-IX-19), programa que fue tratado como “de relleno” para privilegiar la información sobre el incendio en la capitalina colonia Morelos: “¡Así son ellos!, para responsabilizar a la 4T de lo que redacta Bartlett en Twitter contra Leo Zuckermann y Carlos Loret, del injustificable bloqueo de la Facultad Ciencias Políticas de la UNAM para impedir el acceso de Ricardo Anaya, quien no estaba programado, y otras ocurrencias del “estratega” que ya analiza con el hígado.
Y la senadora que descubre el hilo negro, que el buen juez, la 4T, por su casa empieza y recaba apoyos para que legisladores panistas presionen más. ¿En dónde estaba la hidalguense cuándo Vicente Fox, Marta Sahagún y sus seis hijos se enriquecieron durante el gobierno de “la pareja presidencial”, del que formaba parte Xóchitl Gálvez y Castañeda Gutman? Exigen y juzgan como si no tuvieran cola que les pisen.