Por Eduardo Ibarra Aguirre
Para entender quizá la más reciente de las amenazas de Donald Trump a México, y también las muchas que seguirán, es preciso echar una mirada al proceso electoral del primer martes de noviembre para comprender los juegos retóricos que reproduce vía Twitter, en la víspera de su cumpleaños 74.
Amenaza Trump: “Si (México) hace una gran labor, entonces no vamos a tener mucha gente llegando. Si no la hacen, entonces tenemos fase dos, que es muy dura, pero creo que harán una buena labor”. Mas reconoció que “México nos está ayudando mucho más sobre migración que los demócratas en Estados Unidos… el presidente de México (Andrés Manuel López Obrador) y yo tenemos una relación muy, muy excelente”, y resaltó que el país vecino está trasladando 6 mil integrantes de la Guardia Nacional al sureste de México, “un número que nunca se había escuchado antes”.
Al parecer los números sobre las intenciones de voto del electorado estadunidense están muy lejos de favorecer al híper activo tuitero que acaba de cometer una gran pifia con el príncipe británico.
Veamos. Joe Biden y Bernie Sanders arrasan con Trump en nueva encuesta de presidenciables. El primero lo supera con 13 puntos (53% contra 40%) y el senador que se proclama socialista tiene una ventaja de nueve puntos (51% contra 42%). Además de los precandidatos del partido azul y su burro, como la senadora Kamala Harris que supera a Trump 49% contra 42%. Le sigue la senadora Elizabeth Warren, quien lo supera con 49% contra 42% del presidente.
De acuerdo con la encuesta de la Universidad de Quinniapiac, de Hamden, Connecticut, el panorama es tan negativo para el blofero presidente que figuras de bajo perfil, como el senador Cory Booker y el alcalde de Indiana, Pete Buttigieg, también lo superan con 47% contra 42% de Donald John.
Los focos rojos están encendidos para el magnate inmobiliario y evasor fiscal porque hasta la “chiquillada” demócrata lo supera en intención de voto, muy por encima del margen de error de la encuesta que es de 3.5%.
Así se comprende mejor la conducta sumamente hostil y demagógica del misógino que emplea migrantes indocumentados en sus empresas. Y si a lo anterior agregamos el anuncio hecho el día 12 por la portavoz de la Cancillería de la República Popular China, Hua Chun Ying, en Pekín, el cuadro queda completo:
“Altos cargos de Estados Unidos afirman que ‘la era de la rendición comercial de su país ha llegado a su fin’, pero es su intimidación económica global y su hegemonía lo que ha terminado, EU debe volver a respetar las leyes internacionales, dejar de abrogarse ni derechos ni mandatos extraterritoriales, debe aprender a respetar a sus similares, para así salvaguardar unos intercambios diplomáticos y comerciales transparentes y no discriminatorios; China y EU han negociado en el pasado otras fricciones con buenos resultados, así que las puertas al diálogo están abiertas, siempre que sea sobre la base del respeto y el beneficio mutuo. Pero mientras persistan estas nuevas fricciones comerciales planteadas, China de manera recíproca unilateral, informa al gobierno de Estados Unidos de América, y al mundo entero, que procede en lo inmediato a imponer aranceles a 128 productos originarios de EU. A su vez, se comienza a considerar la idea de cesar en la compra de deuda pública estadunidense. Es todo, muy buenas noches”.
Un golpe directo y al corazón de la estrategia proteccionista del emperador desesperado por reelegirse para ocupar cuatro años más la Casa Blanca, pero sin reparar en que el imperio de las barras y las estrellas ya no está en condiciones de imponer sus intereses y voluntad donde se le pegue la gana sin pagar altos costos.