Opinión. CARLOS RAMOS PADILLA*
En el mundo entero, en países pobres o desarrollados, se está estableciendo un extraño debate: a qué género pertenece el ser humano?. Hoy es difícil encontrar una película o una serie de televisión en donde no se promueva la conducta homosexual o lésbica.
En otros espacios, destinados a los niños, los llamados “trans” hacen actuación conduciendo si son varones o damas. Por ello en los más sólidos parlamentos el debate se ha llevado a los extremos acusándose mutuamente de intolerantes. Los más estudiosos se encuentran incluso contra la deformación del lenguaje para explicar la existencia de un llamado “tercer género”.
Científicos puros señalan que después de cien años, al aplicar la fase de carbono 14 el dictamen será: fue hombre o fue mujer, no más, no un “e”. La determinación por mutilar, deformar o cambiar la anatomía o sexo de un ser humano corresponde a una determinación personal no a la elección de la naturaleza. En España señalan que una mujer no es más o menos mujer por el tamaño de los “pechos”.
Incluso afirman que aquellos que defienden a los “trans” van contraídos a el feminismo porque aceptan que la mujer deje de serlo por voluntad. Todo esto se vino a multiplicar debido a que Martina Navratilova, leyenda del tenis, está en contra de que las mujeres transgénero compitan contra mujeres biológicas en cualquier deporte. Criticó con dureza a la nadadora transgénero Lia Thomas.
La campeona de natación de la NCAA publicó “usando el disfraz del feminismo para impulsar creencias transfóbicas”. La tenista reaccionó y le replicó en redes: “Lia, no es justo. No deberíamos tener que explicártelo una y otra vez. Además, deja de explicarles el feminismo a las feministas.
”Navratilova celebró que la World Athletics haya adoptado una política que excluye a las atletas transgénero de las competencias femeninas. Lo consideró un “paso en la dirección correcta”.
El caso de Lia Thomas, quien compitió hasta la temporada 2018/19 compitió como hombre y luego de declararse públicamente como transgénero inició su transición mediante terapia hormonal, ha generado serias discusiones en el mundo del deporte mundial. El tema ha llevado a reprimir verbalmente a los que se presumen “incluyentes” ya que son promotores de la LGTB pero no asumen la misma responsabilidad con invidentes o parapléjicos.
No tienen en sus comederos el menú en Braille ni rampas para discapacitados pero se ufanan de su aparente tolerancia a la bandera del arcoíris. Hombres que se sienten mujeres sin serlo o mujeres que actúan como hombre pero algunos atendidos por cirugías médicas.
Estás “preferencias” llegan a mensajes subliminales en caricaturas para niños o en quienes pretenden alterar los códigos legales para que los pequeños no tengan identidad ni nombre desde que nacen hasta que ellos (sin importar la edad) decidan qué quieren ser. Muchas parejas del mismo sexo que tienen o adoptan hijos justifican que no hay problemas con la figura paterna o materna porque ellos o ellas mismas suplen ese aspecto. Y aquí interviene el juicio de doctos en psicología.
Sin embargo hoy el ser humano determina su sexo e incluso su personalidad cómo escoger una corbata, total están “probando” pero de antemano suponen ya cuentan con la aprobación social.
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2, izzi 135 y mexiquense radio
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