Entre VÍCTIMAS y VERDUGOS

Por: Francisco J D´Angelo Ohep

Mártir en lo pasado, ya inclemente aspira a ser verdugo en lo presente..
Humorada; Cantares y fábulas/ Ramón de Campoamor.
1817-1901

El antiguo juego de la víctima y del verdugo lo encontramos desde la conquista del antiguo Egipto hasta la terrible tradición en la actuación de distintos regímenes autoritarios de Latinoamérica contemporáneos, que con bandera de luchas a veces justas terminaron tomando el poder del estado para cometer crímenes contra la sociedad civil, cuestión que se ha repetido a través de toda la historia de la humanidad. En la América hispana es común en los regímenes que actualmente se mantienen como los de Cuba, Nicaragua, Venezuela, apoyados por otros regímenes dictatoriales como Rusia, China e Irán, este presente la persecución constante de opositores, el exilio forzoso, la desaparición y la tortura es una constante, por supuesto incluye a religiosos, periodistas, políticos, civiles mujeres y niños.

En la Rusia de Iósif Stalin se acostumbraba a educar y premiar a los niños en las escuelas para que acusaran a sus familiares, hermanos, padres, abuelos, tíos o vecinos que se suponía eran enemigos del régimen y de esta forma se les llamaba héroes a los niños que realizaba esta acusación, luego la víctima inocente señalada era trasladada a un tribunal y en base a torturas se le obligaba a confesar y señalaba a otros supuestos culpables, esto terminaba con condenas a trabajos forzados y penas desde 5 años en la cárcel, sufriendo todo tipo de penurias y trabajos forzados, al final de la condena si quedaba viva la víctima tenía que volver a su casa a convivir con quien lo acusó, este niño es probable que ya sería un adulto y viviría con el pesar de haber acusado a su familiar, a su vez la victima acuso a otros, y los verdugos justificaban su actuar por el bien de la sociedad socialista, de su líder Stalin y de la URSS. Si la persona que era acusada tenía hijos menores y no tenían quien los cuidara los mandaban a un orfanato en donde vivían en una especie de cárcel para niños con la deshonra que sus progenitores eran unos supuestos traidores al estado, muchos niños quedaron huérfanos, en aquellos años, o terminabas en la cárcel, o víctimas de la guerra. Las personas vivían con miedo constante de ir a la cárcel por una acusación falsa, no existía ningún tipo de libertad para expresarse en contra del régimen sin terminar muerto o en la cárcel. Una de las mejores descripciones de esta tragedia rusa la encontramos en el excelente ensayo “El fin del <<Homo Sovieticus>> Barcelona 2015, de la periodista ucraniana Svetlana Aleksiévich”, premio Novel de Literatura 2015.

Nosotros los hijos de Latinoamérica terminamos siendo hijos de conquistados y de conquistadores, de verdugos y victimas, quizás de allí emane el mar de contradicciones como se han guiado los lideres de nuestros países con políticas erradas a través de los años, en minutos las poblaciones pasan de ser verdugos a víctimas, en un ciclo de miedo y autodestrucción que detiene el progreso, destruye instituciones, manifiesta un amor odio hacia el extranjero, se le agradece su ayuda en nuestros países y luego se le culpa de los males locales, la extraña culpa al conquistador es tal que varios presidentes les piden disculpas a los conquistadores siendo ellos mismos hijos de esta mezcla de conquistadores y conquistados, pasamos a ser buenos salvajes a buenos revolucionarios, como lo describió en su brillante ensayo “Del buen salvaje al buen Revolucionario” el intelectual venezolano Carlos Rangel Guevara en 1976.

Aunque hay grupos de la sociedad civil tratando de cambiar nuestra situación, hace un par de meses me fue presentado una iniciativa inédita un recorrido virtual de la cárcel del Helicoide, que está haciendo la fundación venezolana Voces de la Memoria donde puedes observar con tecnología de punta como el régimen del dictador Nicolas Maduro, al apresar a los ciudadanos desde opositores, ex chavistas que mostraron descontento, luchadores sociales, militares y sociedad civil en general se les detiene en el Helicoide y se les tortura con los métodos más atroces que ha inventado el hombre, desde hacinamiento sin agua y baños, espejos, paredes blancas, mal olor, violencia sexual, tortura con electricidad y utilizar cucarachas y otros insectos, para destrozar la psiquis, quebrar voluntades, sacar información o simplemente demostrar que el régimen tiene el poder y nadie debe llevarle la contraria en una sociedad con 15,777 apresados hasta 2022 según el Foro Penal Venezolano, y más de 7 millones de migrantes forzados según ACNUR, miles de desaparecidos 1400 en 2022 según el informe anual presentado por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), aunque las cifras no son claras fenómeno que se ha acrecentado por la migración, cientos de personas encarcelados y totalmente destruida psicológica, económicamente solo vive como una nación en los países que los acoge y recibe su migración diaria.

La idea de este recorrido virtual es concientizar sobre las torturas que ejerce el régimen y lograr cerrar el Helicoide, este centro de tortura que fue concebido como un centro comercial en el año 1956 en la época del dictador Marcos Pérez Jiménez y posteriormente se convirtió en centro policial y el chavismo lo utiliza como un monumento a la tortura y la violación de derechos humanos. Cuando acabe la dictadura chavista que ya lleva desde 1998, ese centro de tortura debe convertirse en Museo de Memoria histórica y ojalá este tipo de prácticas se eliminen de Latinoamérica y del planeta porque es la peor versión de degradación del ser humano. La ONU manifestó que las fuerzas de seguridad de Venezuela han estado involucradas en un uso sistemático de la violencia desde 2014, con el fin de reprimir a la oposición política y aterrorizar a la población. La Corte Penal Internacional (CPI) lleva a cabo investigaciones contra el estado venezolano por crímenes de lesa humanidad, entre otros crímenes desde 2016 hasta 2019 se tienen pruebas que las fuerzas de seguridad provocaron la muerte de 18,000 personas en Venezuela por supuesta “resistencia a la autoridad” entre ellos opositores al gobierno.

Francisco J D´Angelo Ohep
Es Director Legal y miembro fundador de VENEMEX Asociación de Venezolanos en México AC, Abogado egresado de la USM de Caracas. Máster en Derecho Internacional por la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México. Doctor Honoris Causa por el Claustro Doctoral Iberoamericano, México.

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