De la “AUSTERIDAD” REPUBLICANA al DISPENDIO CRIMINAL

OPINIÓN. CARLOS RAMOS PADILLA*

La austeridad, supuesta austeridad que se ha impuesto a la nación con el recorte de salarios, empleos, prestaciones, fideicomisos, cierre de instituciones…contrasta con los dispendios del presidente, de su familia y sus obras. Los escándalos de José Ramón López Beltrán serán mínimos a los negocios con que se vinculan a los jrsLopez y los absurdos privilegios de Jesús Ernesto.

Más aún el conflicto de interés con empresas extranjeras ya está detonando en varias naciones y todas aparentemente vinculadas a la familia presidencial. El costosísimo presupuesto que se aplica a la forma de vida de AMLO  ante la ocurrencia mediática de convertir a Los Pinos como un escaparate de corrupción y nulas limitaciones en lujos. Pero poco se haba de lo que pagamos para que ese hoy museo sea haya convertido en un elefante blanco en tanto las adecuaciones a Palacio Nacional y personal al servicio del mandatario son de escándalo.

Echemos un vistazo: la casa del presidente es uno de los inmuebles más representativos de lo que tanto le enfada y acusa: la conquista, lo cual representa una evidente contradicción entre el decir y hacer. La residencia presidencial es la más onerosa de, por lo menos, Latinoamérica. Es una fantasía enferma del mandatario que combina la figura de Juárez con la de una menarquia propia de Maximiliano.

Critica al porfirismo pero goza de la herencia guardada precisamente en Palacio Nacional. Para que este a gusto el presidente y su esposa, la nómina mensual es de más de 6 millones de pesos, incluyendo suministro de agua y energía eléctrica. A su mando 147 trabajadores todos con cargos de confianza.

Hay que sumar 51 empleados “operativos” . En Septiembre y Octubre del año pasado Presidencia contrató a ocho diferentes empresas para contar con mantenimiento, conservación y remodelamiento del inmueble por 35 millones de pesos. Hay que sumar la adecuación de un pequeño hospital y una cocina con la capacidad de atender simultáneamente a más de 150 invitados cuando así lo decida el anfitrión.

Además el Tsuru fue cambiado por ocho camionetas de lujo con alto blindaje con un costo promedio de 3 millones de pesos cada una. Y si a todo esto nos enteramos que José Ramón como “asesor” pagaba en renta, en Houston, más de lo que dice que percibe en salario el presidente ya podremos ir midiendo el nivel social que ocultan.

Por cierto los datos del salario presidencial no corresponden auténticamente a la realidad ya qué hay un presupuesto discrecional extra que le permite no pagar a él y su familia gasolina, luz, agua, servicios de salud, comunicación y seguridad, transportación, alimentos, vestuario, mantenimiento doméstico e incluso diversiones y vacaciones. Todo, todo lo anterior lo pagamos nosotros con nuestros impuestos.

Mire usted que a diario el mandatario presume caras corbatas de marca, reloj de lujo y trajes a su medida propios de personajes de primer mundo. Todo lo anterior no incluye el costo de producción de sus “mañaneras” y el tiempo de transmisión que corresponde a la nación.

Toda vez que se presenta una manifestación pública en su contra, el movimiento y operación de Fuerzas de Seguridad, colocación de vallas, cierres a la circulación y estaciones del Metro, más la atención a estructuras, bardas, paredes, puertas, comercios y mobiliario urbano dañados y maltratados son carísimos, a cargo, por supuesto, de nuestros bolsillos.

Pero si dice austero, republicano, honesto y democrático. Vienen pues grabaciones, fotos y videos que lo van a encolerizar más. Había advertencias pero la soberbia se lo comió aunque diga que su familia se “porta bien” y que los criminarles son reprendidos por sus abuelas.

*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 (izzi 135)

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