COLOSIO, LA REFERENCIA OBLIGADA

Opinión. RAMÓN ZURITA SAHAGÚN

Cada 23 de marzo, el nombre de Luis Donaldo Colosio Murrieta viene siendo una referencia obligada.

No lo es tanto por significar un parteaguas dentro de la historia del país, sino por los personajes que se cuelgan de su nombre para exaltar su nombre o destacar su cercanía con el sacrificado sonorense.

El crimen de Colosio Murrieta se inserta en la historia negra del país, siendo el primer candidato presidencial asesinado.

Dentro de la historia del país se cuentan los crímenes de Álvaro Obregón, pero ya era Presidente electo, Arnulfo R. Gómez era aspirante presidencial, al igual que Francisco Roque Serrano, pero ninguno todavía postulado por un partido político. Solamente Colosio traía esa investidura y además cuerpeado por el poderoso partido en el poder.

En aquel entonces nadie sospechaba lo que pasaría esa tarde de marzo 23 de 1994, cuando en Lomas Taurinas, el sonorense caía abatido por dos disparos.

La época no era de tranquilidad, ya que el país pasaba por un levantamiento armado, ocurrido el primero de enero del mismo año en la región de Chiapas, que se autodenominó como zapatista.

Se esperaba una contienda cerrada con un candidato panista bien posicionado, Diego Fernández de Cevallos, pero Colosio Murrieta se iba asentando y ganando respaldo en los estados que visitaba.

La contienda interna del PRI había resultado desaseada con un aspirante insurrecto, Víctor Manuel Camacho Solís, que apenas un día antes del asesinato había decidido replegarse y respaldar al candidato del PRI.

Había una calma tensa en el país, pero el candidato presidencial se encontraba protegido por el Estado Mayor Presidencial, con un buen número de elementos del ejército que cubrían al aspirante presidencial.

Nada de eso funcionó y un disparo en la cabeza le causó muerte cerebral y conmocionó al país completo, se declaró luto nacional, los bancos cerraron, la salida de capitales al extranjero fue mayor que la ocurrida dos meses y medio antes con el levantamiento zapatista.

Con esa sola bala, el país se transformó y se inició entonces la caída del partido hegemónico, el desplome de la economía, la pérdida de confianza hacia el gobierno.

De la noche a la mañana, México se convirtió en otro país, de miedos, temores, incredulidad, aunque no sirvió para transformar a la nación en una más próspera o activa.

A la muerte de Colosio Murrieta sigue siendo una referencia obligada, especialmente en el preámbulo de una elección, tanto así que el año pasado el hijo del sacrificado político, de igual nombre (Luis Donaldo Colosio Riojas), pidió no lucrar con el nombre de su padre y con la supuesta apertura del expediente de su padre, lo que venía siendo una poderosa arma que pretendía usar el partido en el poder.

Ahora, en ocasión del aniversario luctuoso, un político que supuestamente estaba retirado, pero que viene tratando de ocupar espacios cuando encuentra una rendija, habla sobre el tema y señala que el advirtió a Colosio Murrieta que tuviera cuidado. “te estás arriesgando a que te maten” dice Francisco Labastida Ochoa que le avisó a Luis Donaldo Colosio Murrieta, sin que este le hiciera caso.

Con el tema tan en boga del narcotráfico, Labastida Ochoa menciona que el entonces candidato presidencial le señaló que metería mano, para frenar el narcotráfico y a los políticos que lo protegían.

Eso sí el exgobernador de Sinaloa resalta que fue gran amigo de Colosio Murrieta, por eso la confidencia que le hizo el asesinado candidato.

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