POR CARLOS RAMOS PADILLA
Hoy el personal médico atraviesa por dos eventualidades, las dos importantes. Una, falta de recursos, insumos, equipo de protección, medicamentos, desbastó, inseguridad. La otra, la agresión física y amenazas de las que son objeto por una parte de la población que les arroja cloro, huevos y agua acusándolos de “focos de infección”.
Pero qué nos sorprende? El actual gobierno federal ha permitido la anarquía a razón de abrazos y amnistía. Sabemos que los médicos y enfermeras arriesgan su vida para salvar a otros, pero que diferencia hay cuando los huachicoleros atacan y humillan a los saldados mexicanos?, cuando activistas reventadores pagados por la izquierda mexicana agreden y pintarrajean a policías urbanos?, en el momento en que encapuchados atacan con pica hielos a los caballos para tirar a los jinetes de seguridad pública? Cuando gandallas cobardes y sin rostro golpean a personal universitario, asaltan comercios o dañan propiedad de la nación? Pregunto y en serio, cuàl es la diferencia cuando un ser humano está en peligro porque otros lanzan toda su ira entendiendo que habrá impunidad y complicidad de los gobernantes?.
Dónde está la mujer que lanzó no cloro sino una bomba molotov contra otras personas frente a Palacio Nacional? Dónde están quienes han incendiado edificios e instalaciones de la UNAM?,Qué de aquellos que dañan monumentos nacionales? Cuàntos detenidos por secuestrar casetas de peaje y atentar contra automovilistas por no cooperar “a la causa”? estos son apenas un puñado de ejemplos de individuos que han hecho lo que su gana les da sin siquiera ser detenidos.
Entonces, a quién le exigimos que respeten y cuiden a nuestros médicos si no se aplica la ley? Y no sólo eso, hay gobernantes y líderes que defienden la barberíe, la transgresión, la violación de derechos de otros porque aseguran es libre expresión y daños colaterales en una democracia.
Hablan y hablan de solidaridad pero no son capaces de otorgar presupuesto para que trabajen los especialistas del sector salud o creen que es suficiente ponerles a su servicio camiones gratuitos para su traslado cuando ni para tapabocas hay? Hay que ser serios, decentes y con escrúpulos para desde el gobierno referirse a nuestros héroes médicos.
Les arrebatan todo, les quitan salario, prestaciones, equipamiento pero ante los micrófonos manifiestan su malestar por las agresiones que sufren. A eso se le llama cinismo. Y mejor antes de desmentir a Eugenio Derbez sobre lo patético con que se atienden en hospitales públicos, mejor que cumplan con sus obligaciones constitucionales. Pero es más fácil sentarse a comer con delincuentes que dar la cara por los médicos.