A LO MERO MACHO…!!!

**- Luis Echeverría y Carlos Monsiváis, benefactores y “mecenas” del entonces joven cavernario tabasqueño Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México **- ¿Se aventará la “puntada” de retirar concesiones a televisoras, siguiendo el ejemplo de su ídolo Hugo Chávez?

Opinión EDMUNDO CÁZAREZ C.

La comunicación social es un fenómeno sustancial a la naturaleza del hombre. Son los procesos de comunicación masiva y la forma de cómo se da están estos, los que determinan, muchas de las veces, el tipo de sociedad y hasta el régimen político que caracteriza a un pueblo.

Sin lugar a dudas, una de las principales funciones de la comunicación, es la de contribuir a elevar el nivel cultural de la sociedad, conservando las características y afirmando los valores que integran nuestra idiosincrasia, permitiéndole, además, distinguir que comparte valores e intereses en un país integrado por aspectos de mercado e intercambios múltiples de bienes y servicios.

Indiscutiblemente, la comunicación se convierte de manera automática, en la “memoria” de la comunidad, pues es través de su acumular noticioso, quiérase o no, que se transforma en la fuente histórica más importante.

Aunado a lo anterior y desde la óptica de quien esto escribe, puedo calificar que un comunicador puede resultar un excelente especialista en relaciones públicas. Con la opinión pública a su favor, nada puede fracasar, pero sin ella… ¡Nada, pero nada, puede salir bien!!

Existen infinidad de ensayos y documentos relativos a las formas primitivas de la comunicación en el ser humano y casi todas, apuntan que las primeras formas de comunicación surgieron antes que el hombre apareciera como tal en la faz de la tierra. Que los primeros signos y señales se dieron entre los prehomínidos y/o “homoerectus”, es decir, mucho antes que nuestros antepasados caminaran erguidos. Sin embargo, hay muchos autores que sostienen que dicha comunicación ya existía antes que el hombre mismo apareciera.

En dichos albores, no existía el lenguaje oral como tal, sino que esos seres primitivos, se comunicaban entre sí, a través de gruñidos y gestos. Así es que, el lenguaje se fue desarrollando de manera paulatina entre las antiguas culturas, las cuales, tenían muy diferentes formas de ejercer esa comunicación, además, dicho lenguaje, si es que así le podemos llamar, utilizaban, jeroglíficos y pinturas rupestres.

A lo mero macho, tanto el hombre como la mujer, son seres comunicativos por naturaleza propia. Cómo me hubiera gustado presenciar aquellas épocas para haber hecho un buen reportaje y saber cómo fue que el “homo sapiens”, se comunicó por primera vez, al emitir sonidos guturales, mostrando esa urgente necesidad de comunicarse. Bueno… ¡se vale soñar!!

Pero hoy, en pleno Siglo XXI, los elementos de comunicación son tan diversos y se dan, gracias a la necesidad de ser más rápidos y claros al comunicarnos, resultado de miles de años de un vertiginoso avance de la tecnología, así como a la creación de las “benditas redes sociales”.

Los antropólogos opinan que el hombre prehistórico entró en la era del habla y lenguaje, alrededor de 40 mil años atrás y que era de uso común. También, afirman que hace más de 5 mil años, cuando se produjo la transformación hacia la era de la escritura y se constituyó en una herramienta del progreso humano. Al llegar la escritura, significó, pasar antes, por las representaciones pictóricas que reflejaban ideas.

Sin ser un experto en el tema, gracias a la inmensa oportunidad que he tenido de sumergirme en la lectura, el hombre empieza a comprender la comunicación cuando se separa de los demás primates y comienza a usar el fuego, hace aproximadamente un millón y medio de años. Asimismo, quizás, hace 750 mil años, cuando experimenta cocinar. Fue así, gracias al fuego, lo que le permitió alumbrar de noche sus cuevas y puso a su alcance una variedad de nuevos alimentos, con los que pudo expandir su territorio, así como la fabricación de diversas herramientas que le permitirían subsistir y utilizar vestimentas para protegerse de los cambios climatológicos.

LA LLEGADA DEL JÓVEN CAVERNARIO TABASQUEÑO A LA GRAN CAPITAL DEL PAÍS… Ya que hablo de los cavernícolas en nuestro querido México, pero allá por los años 70´s, a los 19 años de edad, procedente de su natal Macuspana, Tabasco y con el deseo de estudiar la carrera de licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública, en la máxima Casa de Estudios, la Universidad Nacional Autónoma de México, a la que hoy, ya como presidente de la República y desde “las mañaneras”, se ha ocupado, en repetidas ocasiones, para lapidarla, utilizando adjetivos descalificativos, tales como que la UNAM perdió su esencia, que se “aburguesó” y se volvió “individualista” al defender -supuestamente-, proyectos neoliberales.

Sin embargo, su paso por los salones y pasillos como “estudiante” de la UNAM -catalogada entre las 100 mejores universidades del mundo-, no fue considerado ni tan siquiera como un alumno “regular”, muchísimo menos, destacado ni dedicado al estudio. Con más de 17 exámenes extraordinarios y con un promedio final de 7.6, lo que lo convirtió en un alumno “del montón”. A lo mero macho, de las tres materias que cursó desde el primer semestre, reprobó dos: Matemáticas y Economía… ¡ah bruto!!

El entonces estudiante, al no contar con familiares en la capital del país en donde pudiera hospedarse, optó por refugiarse en “La Casa del Estudiante Tabasqueño”, financiada por el entonces gobernador de Tabasco Mario Trujillo García, y que, en ese entonces, dirigía el connotado escritor Carlos Pellicer, con quien logró establecer una estrecha amistad de “paisanos”. Tanta fue la cercanía sembrada con el afamado escritor y poeta, que, en una de esas ocasiones, le presentó a otro destacado escritor: Carlos Monsiváis, quien, por cierto, en la entrevista exclusiva que me concedió en vida, aquel 1 de agosto de 1999 y que se publicó simultáneamente en El Sol de México y todos los diarios que integraban la desaparecida Organización Editorial Mexicana, los días 3 y 4 de agosto de ese mismo año.

Bueno, en dicha entrevista, el inolvidable “Monsi”, me contó que había conocido a un extraordinario chamaco tabasqueño: Andrés Manuel López Obrador, estudiante de la UNAM, al verlo desamparado en la Casa del Estudiante Tabasqueño, en la gran ciudad capital, decidió “adoptarlo”, no solamente apoyándolo económicamente sino brindándole hospedaje, durante ocho meses en su casa y compartiendo el mismo cuarto con él. No cabe duda que el gran “Monsi” tenía un noble corazón. Estaba enamorado del chamaco de 19 años. Al conocer las inquietudes políticas de aquel chamaco “maravilla”, “Monsi” lo convence que acompañe a Carlos Pellicer durante su campaña del PRI, en la búsqueda de ser Senador de la República.

Ni tarde ni perezoso, eso, hace que se despierte la ambición política de quien hoy ocupa la silla presidencial, y digo que ocupa, porque tampoco ha sido un buen presidente. Tiempo después, este animal político, buscó el apoyo económico y asesoramiento político de Luis Echeverría, -ya como expresidente- En repetidas ocasiones, el oriundo de Macuspana, Tabasco, se apersonó hasta la residencia de Magnolia 131, en San Jerónimo, refugio del expresidente Echeverría, quien lo estuvo instruyendo y apoyando económicamente, en repetidas ocasiones para que lograra “su pasión” de llegar a convertirse en el moderno dictador que hoy tiene a México en el fondo del precipicio, acostumbrado al dinero fácil y “sangrando” a quien se deje. Tiempo al tiempo, tarde o temprano, nos enteraremos de todas las triquiñuelas que ha realizado para irse con los bolsillos llenos de dinero mucho a La Chingada, sí, a su enorme finca en Chiapas, una vez que entregue la banda presidencial.

YA QUE HABLO DEL ANHELADO FIN DE LA PESADILLA NACIONAL DE LA 4T,… A LO MERO MACHO, estimado lector, se ha preguntado ¿Cómo será el “Año de Hidalgo” de la 4T? No dude usted ni tantito, que antes de irse y para asegurar el triunfo del movimiento que sigue encabezando como si estuviera en campaña y no como responsable de los destinos de la nación, Morena tenga un éxito asegurado. ¿No me cree? López Obrador no da paso sin huarache, ni siente compasión por nadie. En su mente maquiavélica, solamente está lograr su propio beneficio.

No hay que olvidar que mató a su propio hermano, de esta forma, bajo la manga, tiene guardado un “AS”, es decir, va a mover cielo mar y tierra para meter a la cárcel a Felipe Calderón, asegurando con ello, el “furor” de sus miles de seguidores y asegurando un triunfo de Morena en las votaciones presidenciales.

Y COMO ESTOCADA FINAL DE SU “MANDATO”, tratando de emular a su “ídolo” Hugo Chávez, de Venezuela, tenga usted seguro que se “aventará” la “puntada” de retirar concesiones a televisoras y radiodifusoras para unificar – según él-, la misma línea que han marcado los gobiernos de izquierda tales como Cuba, Venezuela y Nicaragua, por tan solo citar algunos. Reza el dicho que, para prueba, basta un botón. Se ha peleado con todos los medios de comunicación calificándolos de “prensa inmunda” Desde el ridículo “show” de las mañaneras desde Palacio Nacional. No hay que olvidar que la propia Elena Poniatowska, quien fue una de sus más fieles seguidoras, en entrevista con este reportero, le dijo abiertamente “SEÑOR PRESIDENTE, YA PÁRELE A LAS MAÑANERAS PORQUE HAY UN HARTAZGO NACIONAL”, pero quien se autocalifica como uno de los mejores presidentes a nivel mundial, México le vale madre, seguramente, tanto se ha enloquecido por el poder que ha de pensar que Dios, junto a él… ¡es un pobre pendejo!!

Eso es todo por hoy, y como siempre…. ¡Saludos Cordiales!!

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