En una de sus acostumbradas conferencias matutinas, el presidente López Obrador fue cuestionado por el periodista Jorge Ramos de la cadena de Univisión.
El comunicador mexicano puso en aprietos al presidente, cuando cuestionó las cifras de la inseguridad, mientras que el titular del Ejecutivo Federal se remitió a señalar “yo tengo otras cifras distintas”. Utilizar esta frase ya no le favorece, porque no hay campaña de por medio para obtener el voto, aunque es posible que la fuente de su información haya sido el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información (Cenapi) de la Fiscalía General de la República.
De aquí se desprenden varias dudas. Mientras que las cifras que señaló Jorge Ramos provenían del Sistema Nacional de Seguridad Pública, por su parte las “cifras distintas” a que se refería el presidente, provenían del Cenapi, ¿porqué no coinciden unas con otras?. La siguiente duda es, si el Cenapi pertenece a un organismo autónomo, ¿cuál es la independencia que tiene dicho organismo, cuando el Ejecutivo Federal basa sus cifras en una de sus oficinas?.
Es muy posible que cualquiera de las fuentes de información en las que basaron sus dichos Jorge Ramos o el presidente, obtengan menor cantidad a la verdadera, toda vez que la metodología puede arrojar que reduzca su cantidad.
De inmediato en redes sociales se descalificó y desacreditó a Ramos, en donde se apreciaba toda clase de chistes y memes para ridiculizarlo.
Una de las cosas más importantes fue, que a los minutos de haberse dado el desencuentro, la información contenida en la página del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública no estuvo disponible para consultar esta información.
Por cierto, entre las reformas que el presidente debió atender es, la del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y cuyo modelo no responde a las necesidades adinistrativas y operativas de seguridad del país.
Para hacer el control de daños, el presidente López Obrador dijo que “si ustedes se pasan, ya saben lo que les pasa” en respuesta a un asistente a las conferencias que le preguntó por el proceder de Jorge Ramos. El presidente alcanzó a matizar, señalando que es el pueblo quien obra. En otra de sus conferencias trató de aclarar el contenido de estas afirmaciones.
En un país en donde la prensa es un objetivo de la delincuencia y con un censo de menos de diez periodistas asesionados en los cuatro meses que van de la presente administración, este dicho no favoreció para contener la sensación de amenaza que dejó.
En el fondo de todo esto se encuentra, primero, la facilidad y capacidad de la autoridad para modificar los criterios de contabilidad de delitos, segundo, la inutilidad de un plan de seguridad para rescatar al país, al que se le pone todas las esperanzas en las Fuerzas Armadas, por conducto de la Guardia Nacional y, tercero, la subestima que el poder político tiene de la opinión del periodismo en México.
*Es Maestro en Seguridad Nacional por la Armada de México
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