La Agenda Nacional de Riesgos (ANR) es el documento estratégico y prospectivo que orienta las operaciones del Sistema de Seguridad Nacional, a partir de la identificación de manera anual de aquellos fenómenos que pueden vulnerar los intereses y objetivos nacionales, focalizando la atención que el Sistema de Seguridad Nacional presta a cada uno de ellos.
Para su elaboración se toma en cuenta el contenido del Plan Nacional de Desarrollo (PND), así como del Programa Sectorial respectivo que, entre otras cosas contiene, un análisis y un diagnóstico de cada uno de los campos del poder que abarca la seguridad nacional. Este es un documento alejado de juicios de valor unipersonal o político. En él se vierte el estado de los riesgos y amenazas.
Esta es una de las razones por las cuales, el PND debe estar alineado con los objetivos nacionales que se desprenden de la Constitución, para que, junto con el Presupuesto de Egresos de la Federación, se constituyan como los instrumentos de donde se obtienen las grandes políticas nacionales en el país, cuyo diseño es capaz de modificar o alterar las diversas expresiones o campos del poder: político, económico, psicosocial, militar, tecnológico y diplomático. Es en la suma de todos estos campos en donde radica el poder nacional de cualquier país.
Entre los fenómenos que seguramente tiene la ANR como riesgos y que será elaborado en la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum lo constituyen, entre otros, la corrupción, la impunidad, el avance de la delincuencia en algunas zonas o regiones del país, la ausencia de la aplicación del Estado de derecho, todo esto en detrimento de la democracia mexicana y quizás la conducta de los actores políticos.
La administración del expresidente López Obrador heredó una crisis de credibilidad en la institución de gobierno, en los sistemas y subsistemas de las funciones de Estado y de gobierno, que terminó por debilitar las políticas y acciones en las pasadas administraciones.
Es muy probable que la intención del gobierno del expresidente López Obrador haya sido revertir los efectos causados por decisiones erróneas o fallidas, para reorientar los trabajos de gobierno y del Poder Ejecutivo que pertenece al Estado mexicano.
Es cierto que son muchos los problemas adquiridos, en muchas sino es que en todas las funciones de Estado y de gobierno, y que todavía no es cuantificable la responsabilidad de las anteriores administraciones, pero más que un avance en la cuarta transformación no es factible construir un proyecto de gobierno con base en políticas y acciones superadas por la modernidad.
La agenda de seguridad que construya la presente administración debe tener la capacidad dogmática y de acción para revertir decisiones en todos los campos del poder, así como en los sistemas y subsistemas de gobierno con el propósito de superar adversidades y caminar hacia un verdadero y autentico segundo piso. Es posible hacerlo.
*Es Maestro en Seguridad Nacional por la Armada de México
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