En diciembre de 2019 dio inicio el proceso electoral ordinario para el año 2020, que contemplaba la jornada electiva para este siete de junio en Coahuila e Hidalgo, sin embargo, el 30 de marzo se declaró la emergencia sanitaria por la epidemia de enfermedad generada por el virus SARS-CoV2 (COVID-19), razón por la que el INE implementó su facultad de atracción para suspender de manera temporal los comicios locales en estas entidades del país. Tal determinación se tomó bajo el interés de proteger la salud de las personas y evitar la propagación del nuevo coronavirus.
Luego de una serie de valoraciones y acuerdos, los órganos electorales, estatales y federal, definieron que será el próximo 18 de octubre la fecha en que se celebre la jornada electoral pospuesta.
Coahuila renueva su congreso local por lo que se elegirán a 25 legisladores, 16 de mayoría relativa y 9 de representación proporcional, mientras que Hidalgo vota por 84 ayuntamientos. El Consejo General del INE determinó que en estos ejercicios locales se implementara el uso de la urna electrónica en algunas casillas, los resultados obtenidos en éstas tendrán carácter vinculante y será la prueba para poder considerar este mecanismo de votación a futuro. En Coahuila se instalarán 54 casillas con urna electrónica en 10 distritos electorales, con el prototipo de urna impulsado por el Instituto electoral local; en Hidalgo se probarán 40 urnas de este tipo en 4 municipios, con el prototipo del Instituto electoral jalisciense y del INE. Las autoridades en materia electoral buscan lograr mayor eficiencia en el funcionamiento de las casillas electorales, que sea más ágil el escrutinio y cómputo de los votos, así como la generación de los resultados de cada elección.
Para que la legalidad y legitimidad de las autoridades que resulten electas no se vea afectada por la implementación de la urna electrónica, el INE aprobó un compendio normativo para garantizar la certeza en los procesos, de tal manera que ha emitido lineamientos, modelos de operación, planes de seguridad así como bases generales para el uso de la urna en referencia. Una vez concluidos estos procesos electorales locales, el INE valorará el informe de resultados que presenten estas entidades para, si es el caso, ampliar el ejercicio de la urna electrónica en el proceso electoral de 2021.
Este inédito ejercicio es un primer paso para la modernización de los procesos electorales, que puede ser el pilar para vincular la participación cívica y política de los ciudadanos con la tecnología, que amplié las vías de participación de los electores, que contribuya a la disminución de los costos financieros de los comicios, así como para reducir la logística que implica el cómputo, escrutinio de los votos y emisión de resultados. En unas seis semanas podremos atestiguar los resultados de la implementación de la urna electrónica. Atentos.