Faltan unas semanas para que inicie la temporada 2020 de la NFL, una temporada singular que se desarrollará en medio de la pandemia por COVID-19 y en repunte de casos en los Estados Unidos, que sigue como país en el número uno por la cantidad de contagios registrados. En este contexto, los riesgos que corren los jugadores de los equipos y los fanáticos son mayores si la NFL decide que haya público en los partidos, sin embargo la decisión está tomada: la temporada inicia el 10 de septiembre.
En esta circunstancia, los “Pieles Rojas” de Washington han anunciado el cambio de nombre del legendario equipo. Con el homicidio de George Floyd y la consecuente discusión sobre la persistencia del racismo en la Unión Americana, se reavivó la presión para que la franquicia modificara el nombre por considerarlo ofensivo para los originarios de ese país. Desde 2013 la tribu indígena Oneida de Nueva York, inició una campaña para el cambio de nombre, la cual fue apoyada por el entonces presidente Barack Obama; hoy, esta propuesta ha sido secundada por los principales inversionistas de los Redskins, quienes presionaron a FedEx, titular del nombre del equipo y del estadio de Washington, para lograr el cambio de denominación.
La franquicia de la NFL nació en Boston en 1932 con el nombre de los Bravos (Braves), se mudaron a la capital Norteamericana una año después adoptando su nombre actual; han sido campeones en cinco ocasiones, 2 en la antigua NFL (1937 y 1942), y han ganado 3 Super Bowls (1982,1987 y 1991). Su actual entrenador, Ron Rivera, de ascendencia latina, ha declarado su agrado con la propuesta de cambio de nombre y, al parecer, trabaja con el dueño del equipo con algunas propuestas de nuevos nombres.
Esta no es la única ocasión en la que en el “emparrillado” se dan muestras en favor de la tolerancia y en contra del racismo, la Liga de futbol americano profesional es consecuente con valores sociales y deportivos; recientemente tuvo algunas diferencias con el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, luego de que éste último criticara el arrodillamiento de jugadores durante la entonación del su Himno nacional como una manifestación contra el racismo. Para no variar, hace unos días Trump también criticó la posible modificación de la nomenclatura de los Redskins, por considerar esta definición como una muestra de debilidad.
Esta histórica decisión de cambiar el nombre de los “Pieles Rojas” responde a una coyuntura política y social que vive nuestro vecino país, que sin duda quedará como un gesto en contra de la brutalidad policiaca y el lacerante racismo que persiste. Las condiciones en las que se desarrolle la temporada de la NFL será también un hecho inédito y un símbolo de nuestros tiempos; así quedará registrado para las generaciones futuras.