México ha transitado de un sistema de partido hegemónico a uno pluripartidista, alrededor de setenta años el PRI dominó la arena política, prácticamente desde su fundación hasta el año 2000, donde ocurrió la primera alternancia en el poder ejecutivo federal; luego vendrían 12 años de gobiernos emanados del PAN en la presidencia de la República, hasta que ocurrió la segunda alternancia cuando el PRI alcanza nuevamente la titularidad del ejecutivo federal; en 2018 se registra la tercera alternancia con la llegada MORENA a la presidencia nacional. Este periodo de 18 años es intenso, ya en el contexto del pluralismo de partidos políticos, en el que sucede este fenómeno de alternancia en tres ocasiones. Cabe decir que entre 1997 y 2012 se desarrolló una competencia entre tres partidos, que llegaron a ser las principales fuerzas políticas, el cual se denominó el tripartidismo entre PRI, PAN y PRD, con los resultados de las elecciones intermedia de 2015 y la presidencial de 2018 se desarticuló este tripartidismo.
Para la elección de 2021, de acuerdo a las tendencias que muestran encuestas de intención de voto, se espera que MORENA obtenga buenos números en la elección para renovar la Cámara de diputados y en la de gobernadores; es probable que éste partido acuda a esos procesos acompañado de algún o algunos partidos pequeños tradicionales como PVEM o el PT, éstos últimos lo buscarán así por convenir a sus intereses o porque pueden marcar diferencia en distritos electorales o entidades. Si estos pequeños partidos acuden solos a las elecciones, creo, estaría en peligro mantener su registro.
Por su parte el partido Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, anunció que acudirá solo al proceso electoral del próximo año.
En el caso de las otrora fuerzas del tripartidismo, PRI, PAN y PRD, no han descartado acudir en alianza para ser competitivos; éste sería un acto inédito en la historia de los procesos electorales, en virtud de que, sobre todo PRI y PAN nunca se han unido estratégicamente en elecciones; en el caso de PAN y PRD lo han hecho en el pasado cuando el PRI era el partido hegemónico y llegaron a disputar y ganar gubernaturas con esa alianza, pero nunca se han reunido estos tres partidos.
El pasado viernes cuatro de septiembre el INE decidió otorgar registro como partido político a Encuentro Solidario (PES), en votación dividida entre los consejeros electorales, ya que los que votaron en contra argumentaron que esta agrupación tiene vínculos con organizaciones y líderes religiosos; se quedaron en el camino México Libre de Margarita Zabala y Felipe Calderón, así como Redes Sociales Progresistas de Elba Esther Gordillo, agrupaciones que aún se encuentran en posibilidad de acudir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de Federación para impugnar la resolución del INE. Puede ser entonces que uno o dos partidos políticos se sumen a la contienda electoral de 2021, pero deben acudir solos ya que la ley en la materia no les permite hacer alianzas.
En estas condiciones o con variantes acudirán los partidos políticos a una contienda, que si bien las tendencias no auguran sean altamente competidas, que se antoja compleja por su magnitud, por que entrará en vigor la figura de la reelección en distintos cargos y porque puede registrarse un porcentaje importante de abstencionismo si la pandemia por COVID-19 sigue presente. El proceso electoral que inició este lunes será digno de un detenido análisis, sin duda.