El retraso en los trabajos para contar con la una vacuna segura y efectiva contra el COVID-19, ha generado desesperanza en todo el mundo; en los días que se oficializo la pandemia se estimaba que en octubre o noviembre de este año se tendría lista, sin embargo los laboratorios más adelantados suspendieron pruebas al encontrar reacciones adversas. Anuncios oficiales consideran que sería, en escenarios optimistas, hasta el primer trimestre de 2021 cuando se cuente con una vacuna.
El avance inicial de los contagios masivos fue vertiginoso, ya que de diciembre de 2019 a marzo de este año, el nuevo coronavirus viajó de Asia a Europa y América; en solo tres meses la pandemia cubrió una gran parte del planeta. En menos de un año, el nuevo coronavirus ha causado 1,164,755 muertes y 43,841,084 contagios en el mundo; Estados Unidos se mantiene en el primer lugar del registro global con 226,220 fallecidos y 8,816,767 de casos positivos a COVID-19, seguido por India y Brasil en segundo y tercer lugar, respectivamente.
Durante los primeros meses de la pandemia, los gobiernos nacionales tomaron medidas para contener la propagación del virus, por lo que se llamó al confinamiento social y se prohibieron o limitaron diversas actividades; estas medidas, conforme avanzaron las semanas, afectaron la vida social, económica y política de los países que las adoptaron, por lo que se vieron obligados a reanudar paulatinamente actividades esenciales, luego, se toleraron aquellas de carácter deportivo y recreativas. Así, hace unos días, era común ver personas regresando al trabajo, restaurantes y bares abiertos, así como la transmisión de encuentros deportivos de las principales ligas profesionales de futbol, basquetbol, beis bol, football americano, por mencionar algunos.
El retorno a estas actividades propició mayor movilidad de las personas, por tanto se registró un repunte en los contagios; esto es lo que se conoce como la segunda ola o cuarta fase de una pandemia.
El pasado fin de semana, los países que integran la Unión Europea superaron los cinco millones de casos confirmados por el nuevo coronavirus, es así que los gobiernos de algunos países del viejo continente han comenzado a retomar medidas para asegurar el confinamiento social, se han restringido los vuelos internacionales, Francia en particular decretó toque de queda, en Italia, Serbia, República Checa, y en distintas ciudades ha habido manifestaciones civiles contra la re implementación de estas medidas.
Es altamente probable que América enfrente en breve este segunda ola, ya la Unión Americana presenta contagios exponenciales, así que es importante que se cuente con un plan nacional, regional y continental para hacerle frente a esta ola y sus secuelas.