Desde que tengo memoria, Cruz Azul ha sido mi equipo de futbol en la liga de Primera División, tíos, primos y familiares paternos y maternos se inclinaban en su mayoría por ese Club, una tradición familiar pues. Hasta ahora mantengo orgulloso la afición. El Deportivo Cruz Azul fue fundado en mayo de 1927 por la cementera Cruz Azul, empresa dedicada a la industria de la construcción; tiene en su haber ocho títulos de campeonato, un tricampeonato y uno de bicampeón, en los años setenta lograron el mayor número de títulos, el último de estos lo obtiene en 1997, esto es, en el siglo pasado.
En una decisión sin precedentes, en el contexto de la emergencia sanitaria por COVID-19, la Liga MX (primera división del futbol nacional), decidió cancelar el torneo de Clausura 2020, el cual Cruz Azul terminó como líder de la tabla general. No sería ésta la única mala noticia para el equipo de Jasso Hidalgo y sus seguidores.
Hace apenas unos días el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda de México, anunció el congelamiento de cuentas bancarias de directivos de la Cooperativa Cruz Azul, como es el caso de Guillermo Álvarez, Alfredo Álvarez y Víctor Garcés; la UIF investiga a estos directivos por lavado de dinero y delincuencia organizada, delitos considerados graves. La mala noticia para el Club deportivo es que la Liga MX ha advertido a la representación legal de la Cooperativa sobre una posible desafiliación del Cruz Azul.
Guillermo Álvarez es el presidente del Deportivo Cruz Azul, al ser éste investigado por delitos graves pone en riesgo la afiliación del equipo en la Liga mayor de balón-pie nacional. El Reglamento de la Federación Mexicana de Futbol estipula que si algún directivo o dueño comenten actos delictivos procede la pérdida de la afiliación; imaginar un escenario así es terrible para los seguidores cementeros.
Si Guillermo Álvarez renuncia y se nombra a alguien que no se encuentre bajo investigación, Cruz Azul puede seguir afiliado a la Liga.
Es evidente que todas estas noticias, los años sin títulos, no los merece la afición de la llamada “Máquina Celeste”, considero a la afición del Cruz Azul una de las más entregadas e insignes, no por contarme entre ella, sino porque ha sido fiel a la espera de un nuevo título durante 23 años.
Puede ser este considerado un tema personal o superficial, pero me parece grave, de comprobarse las acusaciones contra los directivos del equipo, que el crimen se infiltre hasta una de las instituciones deportivas más añejas y consolidadas, si esto ha sido posible cualquier otra puede ser susceptible.