Anunció ayer el presidene electo, Andrés Manuel López Obrador, ante empresarios de la Cámara de la Industra de la Transformación (Caintra), que abarrotaron una sala del Centro Internacional de Negocios Monterrey-Cintermex.
- El próximo titular del Ejecutivo federal no dio fecha, pero prometió que tan pronto mi gobierno se gane la confianza de la gente, las declaraciones serán una vez al año, con una fórmula sencilla y confiando en la palabra de cada persona.
- No vamos a tener un aparato fiscalizador, sino sólo un mecanismo de evaluación, una especie de sorteo para indagatorias, para detectar quién está mintiendo, pero sin generalizar, pero eso implica mucha madurez y no lo haremos por ahora, sino más adelante, cuando el gobierno tenga la confianza de la gente y esto va a ser para toda persona física o moral.
- Ya no vamos a hablar de impuestos, sino de contribuciones, dijo. Comentó que el Sistema de Administración Tributaria será dirigido por una mujer de Monterrey, pero declinó dar su nombre, aunque después trascendió que será Margarita Ríos Farjat, abogada con maestría en derecho fiscal por la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Antes de tomar posesión voy a presentar la estrategia para enfrentar el grave problema de la inseguridad y la violencia, yo calculo que a mediados de octubre ya tengo el plan y no sólo eso, sino que ya van a estar las propuestas de los próximos secretarios tanto de Defensa como de Marina, abundó.
- Allí, en Cintermex, estuvieron los capitanes de empresas como Cemex, Femsa, Gruma, Autlán, Alfa y Protexa. Los mismos que en la recta final de las campañas aplaudieron al panista Ricardo Anaya, esta vez abrieron los brazos a López Obrador y lo interrumpieron en tres ocasiones con aplausos y hasta carcajadas. José Antonio Fernández, de grupo Femsa (Coca Cola, Oxxo y Heineken) fue de los más efusivos.
- Desde su arribo, el tabasqueño se echó a la bolsa a los regios. Primero le quitó lo bronco al gobernador Jaime Rodríguez Calderón, quien se apareció en el aeropuerto a las 9 horas para saludar al próximo presidente y charlar unos minutos en un café de la terminal aérea.
- Nombre, si somos amigos, yo ya le dije lo que tenía que decirle en los debates, pero ya nos casamos hoy, aseguró El Bronco, quien la víspera había despotricado contra la designación de delegados federales y otras estupideces de López Obrador.
Cerca de las 13 horas el tabasqueño arribó a Cintermex, ya sin corbata y avanzando a un ritmo de cuatro selfies por metro. Los abrazos, las felicitaciones y los buenos deseos abundaron, como en campaña. Cuando al final se libró, López Obrador tomó aire, sorbió un poco de agua y escuchó las peticiones de los empresarios.
Estan aquí representadas 4 mil empresas de todos los tamaños, somos la voz de los industriales, señaló el presidente de Caintra, Juan Ignacio Garza Herrera, quien explicó que 66 por ciento de las pequeñas y medianas empresas desaparece a los cinco años de creadas, sólo 20 por ciento tiene acceso a créditos y 42 por ciento de ellas han sufrido algún robo o asalto.
Fiscalización por Sorteo
En su primer encuentro público con empresarios de Nuevo León tras la elección del 1 de julio, el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, planteó ayer una reforma fiscal con la que los contribuyentes realizarían sólo una declaración anual y se fiscalizaría por sorteo.
AMLO explicó que eliminará el trato de «delincuentes» que el Gobierno ha dado a los contribuyentes. «¿A qué grado quiero plantear esto en su momento? A que cada ciudadano tengamos que hacer una manifestación anual.
- Y deberá decir: ‘En uso de mis facultades, bajo protesta de decir verdad, doy a conocer que tuve ingresos por una determinada cantidad y, de acuerdo con una fórmula sencilla, me corresponde contribuir con tanto'», indicó López Obrador ante unos mil empresarios.
El nuevo esquema se basaría en la confianza del Gobierno a los contribuyentes, por lo que, después de que hagan su manifiesto de ingresos, se daría el sorteo para verificar si cumplieron con el pago de impuestos./ CON INFORMACIÓN DE REFORMA- PUNTOporPUNTO