Versión de la PGR sobre los 43 no tiene sustento: científicos

AGENCIAS

Un grupo de científicos mexicanos aseguró hoy que la versión de la fiscalía sobre la cremación de los 43 estudiantes desaparecidos en Guerrero el pasado 26 de septiembre «no tiene ningún sustento en hechos y/o fenómenos físicos, químicos o naturales».

En rueda de prensa, Jorge Antonio Montemayor, investigador del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que las pruebas que mostró la Fiscalía demuestran que «los huesos sufrieron una cremación a alta temperatura en un crematorio moderno».

El titular de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía), Jesús Murillo, anunció el 7 de noviembre en rueda de prensa que los estudiantes fueron asesinados y quemados, de acuerdo con el testimonio de tres de 80 detenidos por el caso.

Según esta versión, policías municipales capturaron a los estudiantes en la ciudad de Iguala y los entregaron a miembros del cártel Guerreros Unidos, quienes los quemaron -algunos incluso estando vivos- en una pira que ardió durante unas 14 horas en un basurero de Cocula (Guerrero).

Si la hoguera se hubiese formado con leña, habrían sido necesarias unas 33 toneladas de troncos, lo que supondría una mayor premeditación e implicaría preguntarse dónde se compró tal cantidad, señaló Montemayor tras hacer un análisis de lo presentado por la PGR.

El área donde presuntamente se produjo la cremación no cuenta con las dimensiones suficientes para quemar con leña 43 cadáveres, que serían de 18 metros de ancho por 26 metros de largo, y además, en el caso de que hubiese sucedido, «tendría que haber trazas de troncos en el lado de caída del vertedero», apuntó.

Asimismo, «la hipótesis de mezcla de combustibles entre llantas y leña encontrada en el sitio produciría un escenario casi de fuego de llantas, con una columna de humo visible desde varios kilómetros», indicó.

Según Montemayor, esa hoguera hubiese dejado «residuos en forma de charcos de llantas derretidas y casi mil rollos de alambre de acero».

Tras la supuesta cremación, los restos de los estudiantes habrían sido arrojados al río en bolsas de basura, según las declaraciones de tres autores confesos.

El pasado domingo, la fiscalía indicó que el ADN extraído de uno de los restos óseos hallados por las autoridades y entregados para su análisis a la Universidad de Innsbruck (Austria) corresponde a Alexander Mora, uno de 43 estudiantes de magisterio desaparecidos.

Sin embargo, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que participa en la investigación, precisó que si bien corroboró los resultados del laboratorio de Austria, «no fue testigo del hallazgo del fragmento que culminó en esta identificación».

Según el experto, ahora Murillo tiene un «gravísimo problema»: «Dado que no se quemaron en Cocula, queda saber quién los quemó, en dónde se quemaron y quién fue el que dio la información a la PGR de que esos restos estaban en el río».

Los científicos pidieron a las funerarias e instalaciones que tengan hornos crematorios que proporcionen «de manera voluntaria sus registros históricos de consumo y compra de gas, con fechas que vinieran de un año atrás y que cubrieran las fechas de interés».

El análisis presentado hoy, que será llevado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y a la ONU, fue realizado por un «grupo de investigadores», si bien solo está firmado por Montemayor y por Pablo Ugalde Vélez, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana de Azcapotzalco.

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