AGENCIAS
Una gran pancarta con los nombres de los 43 jóvenes desaparecidos en México el 26 de septiembre, seguida por centenares de personas, entre ellas familiares de desaparecidos en las dictaduras del Cono Sur, recorrió hoy Montevideo para pedir justicia, reivindicando: «vivos los llevaron, y vivos los queremos».
A iniciativa de la Federación de Estudiantes de Uruguay (FEUU), las calles de la capital uruguaya acogieron una manifestación a favor del esclarecimiento del caso de los 43 estudiantes desaparecidos en el municipio mexicano de Iguala a manos de policías locales y miembros del crimen organizado.
«Los detenidos son todos jóvenes y estudiantes», dijo Rodrigo Aguirre, quien cursa Economía.
«No sé hasta donde llegan los tentáculos de estos intereses y de esta crueldad hacia jóvenes absolutamente inocentes de cualquier cosa», opinó, por su parte, a Efe Octavio, un mexicano asentado en Montevideo.
Según la investigación, el pasado 26 de septiembre, varios policías tirotearon en Iguala a alumnos de la Escuela Rural de Ayotzinapa por órdenes presuntamente del entonces alcalde José Luis Abarca, detenido el 4 de noviembre.
Esa noche murieron seis personas, 25 resultaron heridas y 43 jóvenes fueron detenidos y entregados al cártel Guerreros Unidos, que se encargó de su desaparición, de acuerdo con las investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía).
Los 43 jóvenes permanecen bajo el estatus legal de desaparecidos hasta que pruebas genéticas a los restos hallados en el basurero del municipio vecino de Cocula y en un río cercano confirmen que se trata de ellos.
«Queremos que se haga justicia y aparezcan con vida», relató Matilde Cedero, representante de la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, una de las nueve agrupaciones participantes en la protesta, que coincidió en fecha con la conmemoración del Día Internacional del Estudiante.
Cedero mostró a Efe una especial empatía con el caso, ya que ella continúa luchando por conocer qué ocurrió con cinco familiares suyos desaparecidos, militantes de ideologías de izquierda, durante las dictaduras en Argentina (1976-1983) y Uruguay (1973-1985).
«Están sufriendo lo mismo que sufrimos nosotros hace 38 años, por eso en este momento somos solidarios con México», espetó.
Desde Uruguay reivindicaron la «garantía real» de que el ADN se realice en otro país que no sea México, al dudar de las informaciones que el Gobierno está ofreciendo respecto a la investigación del caso y su ineficacia ante la lucha contra el narcotráfico.
«Desde que desaparecieron los muchachos, el Estado no hizo más que señalar fosas y ofrecer dinero a los familiares para cerrar de una vez el caso», señaló la portavoz de la manifestación encargada de dar lectura de una proclama conjunta, en la que acusaron al Ejecutivo mexicano de no mostrar evidencias de las muertes de los jóvenes.
La movilización, en la que exhibieron fotografías de cada uno de los estudiantes, partió de la céntrica plaza Independencia con destino a la embajada de México y a ella se adhirieron diferentes grupos sociales, como la Convención Nacional de Trabajadores, la Comisión Nacional de Organizaciones Sociales del Uruguay y la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua.
«Vivos los llevaron, y vivos los queremos. Verdad y justicia», reivindicaba el lema principal de la pancarta que encabezaba la protesta.
Según Rodrigo Aguirre, la idea de celebrar una movilización surgió de la FEUU, a la que él pertenece, e intentaron coordinar esfuerzos para que pudiera celebrarse en otros países a través de diferentes organizaciones estudiantiles.
Esta manifestación se une a la caravana de los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, que recorre México para concienciar a la población sobre la tragedia y en la que participa alrededor de medio millar de personas.