ANIMAL POLÍTICO
El rector de la Universidad de Ciencias y Artes en Chiapas (UNICACH), Roberto Domínguez Castellanos, se disculpó públicamente con el estudiante indígena que fue discriminado por un par de académicos y posteriormente expulsado de dicha institución. Además, anunció la reinscripción del joven para el próximo ciclo escolar y la propuesta de asignarle un tutor, crear un curso propedéutico para estudiantes indígenas y una beca para apoyar a alumnos de bajos recursos en el futuro.
Éste es el caso de Floriberto Núñez, un joven indígena de 29 años de edad que estudiaba el 4° semestre de la carrera de cirujano dentista en la UNICACH hasta que fue dado de baja temporalmente por su nivel de español y luego de manera definitiva por presuntamente reprobar 10 materias.
“No les gustó que los haya señalado”, dice Floriberto a Animal Político. Además de alzar la voz contra los dos académicos que lo discriminaron por “ser un indio”, Floriberto se quejó porque la universidad no le brindaba ningún apoyo aunque trabajaba en la cafetería como “becario”.
Cuando fue dado de baja, Floriberto buscó por internet a un maestro para que lo ayudara con el español. Así conoció al profesor Pedro García Rementería, quien abrió una petición en Change.org para exigir a las autoridades de la UNICACH y al gobernador Manuel Velasco que reinscribieran a Floriberto.
Después de dos semanas y más de 93 mil firmas en esta plataforma, la UNICACH aceptó reinscribir a Floriberto y se disculpó por los comentarios discriminatorios que los académicos cometieron en su contra.
“No se te olvide que eres un indio”, “éste es un lugar para personas que realmente valen la pena”, “es mucha pendejada que estés en esta universidad, es para personas que tienen dinero”, son algunos de los insultos que recibió Floriberto.
“Yo soy indígena, hablo tzeltal. Cuando salí de mi comunidad, Pueblo Nuevo Sitala, municipio de Simojovel, no sabía hablar español”, cuenta Floriberto, el único miembro de su familia que partió hacia San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez desde hace más de 10 años para buscar la oportunidad de estudiar. “Pensé que en UNICACH había la posibilidad de que me apoyaran, pero me topé con personas que se encargaron de humillarme y pisotearme.”
Sí, “quiero seguir estudiando, pero también quiero que sancionen a quien hace daño”, dice Floriberto.
Cuando el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) se enteró de este caso inició una queja de oficio y emitió una serie de medidas precautorias dirigidas a la Universidad.
El consejo le solicitó reincorporar a Floriberto, brindarle el apoyo necesario para superar la barrera de la lengua y realizar “ajustes razonables” en materia educativa para garantizar que el joven pudiera acceder a la educación en igualdad de condiciones que otras personas.
La directora general adjunta de quejas del Conapred, Hilda Téllez, explica a Animal Político que su mayor preocupación estaba centrada en que la UNICACH, “siendo una escuela ubicada en Chiapas, donde sabemos que hay alta población de origen indígena y cuya lengua materna no es el español”, debería tomar medidas de apoyo para estas personas.
Según Téllez, los casos de discriminación por origen étnico “son pocos”. De 2011 a 2015 Conapred ha recibido 64 casos, 31 por discriminación entre particulares y 33 con servidores públicos involucrados.
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