El expresidente Donald Trump (2017-2021) ha dicho este jueves al canal NBC que una de sus prioridades durante su segundo Gobierno, que comenzará a partir del 20 de enero de 2025, será tener una frontera «segura y protegida».
- El republicano, ganador de la elecciones contra la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, ha señalado durante una conversación telefónica de unos 15 minutos con la periodista Kristen Welker que el asunto no era «una cuestión de precio».
«En realidad, no tenemos otra opción cuando la gente ha matado y asesinado, cuando los capos de la droga han destruido países. Ahora van a regresar a esos países porque no se quedarán aquí. No hay precio», ha afirmado el futuro presidente.
- Durante su campaña, Trump prometió llevar a cabo una deportación masiva, una iniciativa cuestionada por exfuncionarios federales a raíz del costo y la logística que ello implicaría, así como de organizaciones civiles, que han expresado su temor de que no se respete el debido proceso.
El republicano ha matizado que al mismo tiempo que busca establecer una «frontera fuerte y poderosa», su administración apoya una migración legal. «No soy alguien que dice: ‘No, no puedes entrar’. Queremos que la gente entre», recalcó.
Trump promete deportación masiva de migrantes desde el primer día de mandato
El ganador de las elecciones en Estados Unidos, el republicano Donald Trump, ha prometido durante la campaña firmar en su primer día en la Casa Blanca un amplio abanico de decretos presidenciales, incluidos su plan de deportación masiva y el veto a mujeres trans en deportes femeninos.
- El magnate neoyorquino declaró el año pasado que sería un “dictador” solo en el “primer día” para poder impulsar su plan de “cerrar la frontera” y aumentar la producción de combustibles fósiles.
- Desde el lanzamiento de su segunda campaña presidencial en noviembre de 2022, el republicano ha hecho al menos 41 promesas distintas sobre lo que pretende hacer en su “primer día” en el Despacho Oval, según recoge un análisis de The Washington Post.
La mayor promesa de su campaña ha sido lanzar en el primer día de su mandato la mayor deportación de migrantes de la historia de Estados Unidos.
Su plan requeriría de una coordinación entre agencias federales y autoridades locales para llevar a cabo redadas masivas en busca de los más de 11 millones de personas indocumentadas que viven en el país, lo que conllevaría muy probablemente varios desafíos legales y un fuerte coste para la economía estadounidense.
Insiste que va por frontera “fuerte y poderosa”
El republicano, quien en campaña sostuvo que sería un “dictador” el día 1, dejó en claro que no permitirá que criminales que matan y capos de la droga que destruyen países sigan ilegalmente en su territorio, demostrando que el amago a latinos es una realidad, pese a que analistas creen que no lo concretaría al ser más una táctica de retórica antimigrante que una prioridad, pero que de igual forma despierta temor e incertidumbre entre el sector al que repetidamente ha tachado de “invasores”, “criminales” y “animales”.
Incluso, el político de 78 años —quien el 20 de enero impondrá un récord como el presidente de mayor edad en EU— argumentó que eso es lo que quiere el país y por ello lo respaldó el pasado 5 de noviembre para volver a la presidencia.
- Añadió que los estadounidenses “quieren” fronteras seguras y les preocupa el aumento significativo de cruces ilegales, tema en el que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) documentó que tan sólo en el último año fiscal, de octubre del 2023 a septiembre de este año, hubo 2.1 millones de arrestos en los límites con México, más del doble de la apuesta republicana a expulsar, según declaraciones del futuro vicepresidente, JD Vance.
Y Trump asestó que incluso los latinos lo apoyan, pues fueron clave en la victoria ante la demócrata Kamala Harris y “zar” en la materia luego de cuatro años de una política de fronteras abiertas, al culpar al gobierno actual de la crisis y recalcar que los extranjeros tienen que venir legalmente a la nación.
Sin embargo, el conservador no adelantó montos ni pasos logísticos para esta polémica estrategia, pero su equipo ya se moviliza. Reuters reveló un día antes que aliados y exfuncionarios del magnate preparan ajustes de cara a su investidura para darle vía libre desde el arranque, pues necesita mayor coordinación entre la policía, agencias federales y los Departamentos de Justicia y de Defensa para asegurar tal plan, pues no sólo se trata de fondos económicos sino de personal, camas adicionales para las detenciones y jueces para enviarlos de vuelta a sus países de origen.
Sobre el posible costo, el Consejo Americano de Inmigración estimó que ascendería a 960 mil millones de dólares en una década, pues hay 13 millones de extranjeros irregulares en EU, y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) se declaró lista para contraatacar al recordar que en su primer mandato emprendió 430 acciones en su contra.
Entre estos planes el republicano ya da forma a su gabinete, al adelantar que su jefa de campaña, Susie Wiles, liderará el grupo al reconocer que fue clave para “lograr una de las mayores victorias políticas en la historia de EU”, mientras la prensa baraja más nombres para el gabinete y la transición, entre los que destacan el multimillonario Elon Musk, Robert F. Kennedy y Marco Rubio.
Trump podría deportar hasta 200 mil mexicanos en un año
El gobierno mexicano debe tomar en serio las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre las deportaciones masivas de migrantes que realizará una vez que llegue al poder, en enero próximo, consideró la exembajadora de México en la Unión Americana, Martha Bárcena Coqui.
- La diplomática que hace seis años entregó al entonces presidente Donald Trump sus cartas credenciales como representante de México en Estados Unidos, dijo en entrevista con El Sol de México que si bien el gobierno de Washington no tiene la capacidad de deportar a un millón de migrantes por año, sí está en posibilidades de sacar del país a 400 mil, de los cuales “muy probablemente unos 200 mil sean mexicanos”.
“Al confirmarse la victoria de Trump, el gobierno de México debe tener presente que seguramente él va a tratar de cumplir sus promesas de campaña”, afirmó Bárcena. “Esa realidad nos fija retos en cuatro áreas: un posible cierre de la frontera el primer día que tome posesión; las redadas y deportaciones masivas de indocumentados; la cooperación en seguridad para contener el flujo de fentanilo y la revisión del tratado comercial”.
- Sobre las deportaciones, Bárcena Coqui advirtió que la coyuntura impone enormes desafíos a las autoridades mexicanas, no sólo para brindar protección consular a los connacionales y vigilar que se respeten sus derechos humanos, sino para incorporar al mercado laboral a esos mexicanos que sean expulsados de Estados Unidos, ya que la mayoría de los empleos en México son informales.
¿Cómo debería prepararse el gobierno mexicano para negociar con Trump y encarar los desafíos en materia migratoria?
Yo creo que estableciendo diversos escenarios, sabiendo dónde están nuestras líneas rojas, qué es lo que no podríamos aceptar y qué es lo que pediríamos a cambio, y no esperar nada más a ser reactivo, sino justamente estar avanzando en propuestas muy concretas.
Ya se empieza a hablar de un retorno de Robert Lighthizer, no necesariamente como consejero comercial, sino como secretario del Tesoro. Se habla de un posible retorno de Mike Pompeo, de Robert O’Brien, que fue su asesor de seguridad nacional al Departamento de Estado.
- Otro funcionario mexicano que entre 2018 y 2019 vivió en carne propia los efectos de la política migratoria de Donald Trump es Tonatiuh Guillén, quien era titular del Instituto Nacional de Migración (INM) mientras transcurría la segunda mitad de la administración del republicano.
- Bárcena prevé que una vez que Trump tome posesión, “va a haber una mayor agresividad, mayores presiones en la frontera, eventualmente hasta con los flujos regulares de personas, de vehículos y de toda la infraestructura comercial. Esas presiones y ese juego de amenazas va a subir de tono”, vaticinó.
Guillén sostuvo que las amenazas de Trump son creíbles debido a que ya las vivimos como país en el pasado.
“Entre 2018 y 2019 hubo un conjunto de presiones sobre México para que se convirtiera en receptor de migrantes y de solicitantes de asilo, además para que se convirtiera en un espacio de contención. Y esas presiones tuvieron consecuencias muy importantes y de gran escala, como fue que México se comprometió a montar un aparato de control de flujos basado en el Ejército a través de la Guardia Nacional y además militariza el Instituto Nacional de Migración”, recuerda.
Para el excomisionado del INM, la gran incógnita es la reacción del gobierno mexicano, “saber si nuevamente va a ceder de la forma como lo hizo a las exigencias de Trump o si abrirá algún ejercicio de negociación distinto y de ajuste en el diálogo que no camine hacia resultados que tienen más un tono unilateral desde Estados Unidos que una negociación bilateral”./Agencias-PUNTOporPUNTO