TRUMP retira a CIENTÍFICOS de EUA de la investigación CLIMÁTICA GLOBAL; IPCC peligra

Al retirar Donald Trump las contribuciones económicas de Estados Unidos a los conocimientos y políticas globales y locales contra del cambio climático, se ralentizarían las metas de desarrollo sustentable, los proyectos de bajo carbono y los planes de resiliencia a las nuevas condiciones ambientales del planeta en el futuro, aseguró Rodolfo Lacy Tamayo, consultor internacional de la Unesco.

  • La administración Trump ordenó a los científicos del Gobierno de EE.UU. que trabajaban en un informe climático global crucial que detuvieran su trabajo, según un científico involucrado en el informe, en el último movimiento para retirar a EE.UU. de la acción e investigación climática global.

EE.UU. había estado muy involucrado en la planificación de la próxima entrega del informe que se publicará en 2029 del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), la principal autoridad científica mundial sobre el cambio climático.

  • El IPCC evalúa cómo la crisis climática está afectando al planeta de acuerdo con la ciencia más reciente. Sus informes requieren de miles de científicos muchos años para producirse y se utilizan para informar a los responsables políticos de todo el mundo sobre los riesgos que plantea el calentamiento global.

En cierto sentido, todo el conocimiento actual y aceptado del mundo sobre el cambio climático proviene del IPCC y sus informes, el primero de los cuales se publicó en 1990.

  • Una reunión internacional de autores del IPCC que estaba programada para llevarse a cabo en China la próxima semana ahora está en el limbo. Kate Calvin, científica jefe de la NASA y asesora principal de clima, se suponía que copresidiría la discusión, pero se vio afectada por la orden de detener el trabajo, según científico involucrado en informe.
  • La reunión estaba planeada para discutir los próximos pasos en el desarrollo del informe. La persona dijo a CNN que “no estaba segura de lo que esto significa para el trabajo planificado en el futuro, o si los científicos estadounidenses participarán en la redacción de los informes del IPCC”.

CNN se ha puesto en contacto con Calvin para obtener comentarios. La noticia de la orden de detener el trabajo también fue reportada por Reuters.

  • “El IPCC es la columna vertebral de la ciencia climática global, proporcionando al mundo conocimientos imparciales y basados en evidencia necesarios para enfrentar la crisis climática”, dijo Harjeet Singh, defensor del clima y director fundador de Satat Sampada Climate Foundation.
  • “La decisión de excluir a los científicos estadounidenses socava significativamente este esfuerzo colaborativo y corre el riesgo de comprometer el proceso en un momento en que se necesita una acción climática robusta más que nunca”, dijo a CNN en un comunicado.

En su primer día en el cargo este año, el presidente Donald Trump sacó a EE.UU. del Acuerdo de París, un tratado internacional sobre el cambio climático en el que casi 200 países acordaron trabajar juntos para limitar el calentamiento global. Es una repetición de una acción que Trump tomó en su primer mandato.

Decretos de Trump frenarían proyectos contra el cambio climático

Al retirar Donald Trump las contribuciones económicas de Estados Unidos a los conocimientos y políticas globales y locales contra del cambio climático, se ralentizarían las metas de desarrollo sustentable, los proyectos de bajo carbono y los planes de resiliencia a las nuevas condiciones ambientales del planeta en el futuro, aseguró Rodolfo Lacy Tamayo, consultor internacional de la Unesco.

  • Tras firmar Trump la salida del Acuerdo de París (2015), el especialista especificó en entrevista con La Jornada que las los recursos destinados por Washington a la Convención Marco Naciones Unidas para el Cambio Climático estarían en riesgo. Precisó que el monto sería alto porque forma parte del 25 por ciento de los recursos destinados a las estancias de la Organización de Naciones Unidas, a través de las Asistencias Oficiales de Desarrollo.
  • Si bien este retiro es tardado por tratarse de un proceso legal, explicó que el nuevo gobierno estadunidense ya podría detener las aportaciones, además de tomar otras medidas. “Lo que hizo Trump hace ocho años, durante su primer mandato (2017-2021), fue detener este proceso, y sucederá lo mismo en su segunda presidencia”, señaló previo a celebrarse el Día Mundial de la Educación Ambiental.

Apunto que estas serían los puntos que afectarían a la nación norteamericana a corto plazo a nivel global e internacional en materia económica, política y administrativa.

Indicó que el republicano buscará también alejarse del Nuevo Pacto Verde que se desarrolla en territorio estadunidense debido a las transiciones hacia una energía más limpia, la eliminación gradual de los hidrocarburos, el empoderamiento de las comunidades en todo el país y la creación de nuevos empleos.

  • Con el desmantelamiento de las iniciativas climáticas aplicado por el líder republicano, Lacy Tamayo expuso que también pausará las medidas impulsadas por el ex presidente Joe Biden (2021-2025) para la descarbonización de la industria estadunidenses, con la finalidad de cumplir la meta de cero emisiones de carbono en 2050, cuando el país es uno de los principales productores y consumidores de energías fósiles.
  • Expuso que el desarrollo del plan de gobierno del magnate influiría en otros sectores del país, como en la industria automotriz, que desarrollaría autos grandes de combustión interna que sólo serían utilizados por una persona. Por ello, defendió que el gobierno de México impulse planes sustentables al impulsar la producción nacional de los autos eléctricos, como el proyecto Olina.

Las ciudades serán clave para la lucha contra el cambio climático en la era Trump

El pasado 20 de enero de 2025, Trump juró su cargo como el 47° Presidente de EE UU. Sin perder el tiempo, se puso a firmar órdenes ejecutivas con los que confirmaba mucho de lo prometido durante su campaña electoral, incluida la salida de EE UU. del Acuerdo de París.

  • Que el segundo país emisor de gases de efecto invernadero a la atmósfera salga de la herramienta multilateral por excelencia para controlarlos, y, por tanto, para minimizar los efectos negativos del cambio climático a nivel global, no es en términos generales una buena noticia para el mundo. Pero, ¿qué pasa con la acción climática dentro de EE UU?

No es la primera vez que Trump es presidente, ni tampoco es la primera vez que saca a EE UU del Acuerdo de París. Entonces, igual que ahora, la esfera climática contuvo el aliento. A pesar de todas sus políticas alejadas o directamente en contra de la agenda climática internacional, la acción climática en EE UU se resintió menos de lo que los pronósticos iniciales auguraban.

Y una de las explicaciones la encontramos en que muchas ciudades del país decidieron que daban un paso al frente e iban a cumplir con los objetivos del Acuerdo de París de manera local a pesar de su gobierno federal.

¿Por qué las ciudades son clave para la acción climática? A pesar de que en el mundo las ciudades solo ocupan un 3% de superficie, son responsables de alrededor del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Eso las hace no solo una parte del problema, sino también una parte clave de la solución.

Además, debido a que tienen más flexibilidad que los gobiernos estatales a la hora de implementar regulaciones locales para reducir las emisiones y promover el uso de energías renovables, tienen un mayor margen de experimentación e innovación en materia de política climática.

  • En un mundo que en el 2050 tendrá el 68% de su población viviendo en ciudades, los gobiernos municipales pueden desempeñar un papel transformador en materia de acción climática al poseer responsabilidades en ámbitos clave de la política pública, como planificación urbana, gestión de infraestructuras, regulación de las construcciones y promoción de la movilidad sostenible.
  • Esta ventana de oportunidad adquiere una dimensión estratégica sobre todo en las ciudades del Sur Global, donde tiene lugar el grueso del actual proceso de urbanización.

En un mundo que en el 2050 tendrá el 68% de su población viviendo en ciudades, los gobiernos municipales pueden desempeñar un papel transformador en materia de acción climática

  • Cuando Trump en 2017 anunció la decisión de retirar a EE UU del Acuerdo de París —que culminaría con su salida formal el 4 de noviembre de 2020—, lo hizo declarando haber sido elegido para representar a los ciudadanos de Pittsburg y no a los de París.
  • La ironía, propia de nuestros tiempos convulsos, quiso que el entonces alcalde de Pittsburg, Bill Peduto, repudiase inmediatamente en nombre de su ciudad la decisión de su gobierno federal, reiterando su compromiso de honrar los objetivos climáticos internacionales. No fue la única ciudad en dar un paso adelante.
  • Durante ese primer mandato, casi 300 condados y ciudades estadounidenses, entre ellas Nueva York, San Francisco, Los Ángeles y Chicago, se unieron en iniciativas como We Are Still In (“Todavía estamos dentro”), e impulsaron políticas locales climáticas propias.

En algunos Estados, empresas y gobiernos municipales mantuvieron sus inversiones en infraestructuras verdes y transporte sostenible. Algunas urbes también desafiaron la apuesta de la Administración de Trump por los combustibles fósiles invirtiendo en renovables.

  • En definitiva, las ciudades estadounidenses mantuvieron el liderazgo climático a nivel nacional e internacional en esos años, demostrando que la acción climática podía avanzar incluso sin el respaldo del gobierno federal. Esto permitió que EE UU pudiera reincorporarse rápidamente al Acuerdo de París en 2021, cuando Joe Biden asumió la presidencia y reinstauró políticas ambientales a nivel nacional.
  • Volviendo al presente, poco después de la firma de la orden ejecutiva por parte de Trump, el multimillonario Michael R. Bloomberg, enviado especial del secretario general de la ONU para la Ambición y Soluciones Climáticas, anunció a través de su fundación filantrópica la decisión de suplir a EE UU y mantener la financiación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

Es una aportación significativa si consideramos que EE UU suele cubrir el 22% del presupuesto del secretariado del CMNUCC. Esta decisión, que también tuvo un antecedente durante el primer mandato de Trump, respalda asimismo la contribución de ciudades, Estados y empresas estadounidenses a los objetivos climáticos internacionales.

Según un estudio de la Universidad de Maryland, el liderazgo climático por parte de actores no federales estadounidenses podría alcanzar para 2035 una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de entre el 54% y el 62% respecto a los niveles de 2005.

  • El peso creciente de fundaciones filantrópicas y actores del sector privado en la acción climática es esencial, más aún en un contexto de inacción a nivel nacional. Sin embargo, las ciudades deberían ser respaldadas por los demás niveles de gobierno —nacional e internacional— y por actores gubernamentales con legitimidad política y experiencia en el terreno.
  • Ante el estancamiento del sistema multilateral y el cuestionamiento de la agenda climática en diversos países del mundo, las ciudades son modelos de ambición climática con la vista puesta en el interés público. Especialmente en el Sur Global, donde las urbes deben hacer frente simultáneamente a los impactos crecientes del cambio climático y a los déficits en infraestructuras y servicios.

En un contexto de tensiones geopolíticas y vacíos de liderazgo internacional, las instituciones de la Unión Europea podrían también tomar nota, descubriendo colaboradores esenciales en sus propias ciudades tanto de cara a la promoción del Pacto Verde Europeo como en el impulso de los lazos de cooperación con ciudades del Sur Global. /Agencias-PUNTOporPUNTO

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