El trabajo no remunerado en el país representa 5.6 billones de pesos, poco más de una quinta parte de la actividad económica de México del año pasado y está recargado en las mujeres, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Aunque hay una mayor discusión sobre el trabajo doméstico y de cuidados, con el componente de género que lo define, no ha dejado de crecer en el país. Su valor como proporción del producto interno bruto (PIB) aumentó entre 2008 y 2019, al pasar de 19.3 a 22.8 por ciento. Es el más alto en 11 años.
Tres cuartas partes del trabajo no remunerado lo realizan las mujeres, en suma los ingresos que no llegan a ellas por este tipo de actividades alcanzan los 4.1 billones de pesos, dado aportaron valor por 16.8 por ciento del PIB en estas actividades y los hombres el restante 6 por ciento.
Inegi explicó que en 2019 cada persona que realizó trabajo no remunerado doméstico y de cuidados generó el equivalente a 44 mil 507 pesos anuales, alrededor de 3 mil 708 pesos por mes.
- Sin embargo, cuando este valor se desagrega según el género de quien lo realiza, las mujeres aportaron el equivalente a 62 mi 288 pesos, alrededor de 5 mil 190 pesos por mes; mientras la contribución realizada por los hombres fue de 24 mil 289 pesos anual, sólo 2 mil 24 pesos por mes.
Esta situación varía dependiendo de las condiciones socioeconómicas y demográficas de la población, es decir dependiendo de sus ingresos, de su estatus marital o de su nivel de estudios. En todos los escenarios destaca la brecha de género.
- Por ejemplo, entre las mujeres de la población con menores ingresos, las que se encuentran en el decil I hicieron una contribución promedio 68 mil 41 pesos en promedio al año con el trabajo no remunerado; en el extremo del decil X –el de mayor ingreso- las mujeres generaron lo equivalente a 56 mil 507 pesos.
- En los mismos grupos de población por ingresos la contribución de los hombres al trabajo doméstico y de cuidados fue de 25 mil 607 y 26 mil 132 pesos, respectivamente.
Los datos son previos a la crisis laboral que desató el confinamiento por la pandemia de Covid-19 y que —como lo han exhibido diversos estudios de Inegi— ha tenido una mayor repercusión en la mujeres, al ser éstas en su mayoría quienes han tomado la carga doméstica y de cuidado con los servicios cerrados debido a la emergencia sanitaria.
Recargar el trabajo doméstico y de cuidados en las mujeres implica que tienen menos tiempo para tener un trabajo con ingresos monetarios, muestra la Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México 2019.
- En ese año, las mujeres tuvieron la mayor carga del trabajo no remunerado con 3 mil 266 millones de horas a la semana frente a 2 mil 758 millones de horas de los hombres; es decir, por cada 10 horas de trabajo de las mujeres, los hombres realizan 8.4 horas.
Con la responsabilidad de las labores domésticas y de cuidados principalmente en ellas, las mujeres mexicanas destinaron 64 horas de cada 100 a esas esas actividades y 33.6 al trabajo de mercado.
- Esto se revierte en el caso de los hombres que el año pasado dedicaron 71.6 de cada 100 horas de su trabajo total a algo que les generó un ingreso monetario y 25.5 a las labores domésticas y de cuidados.
Más de 11 millones no les alcanza para la canasta básica
De acuerdo con información de Gonzalo Hernández Licona, director de Red de Pobreza Multidimensional (MPPN), y de David Kaplan, economista en el Inter-American Development Bank; la pobreza laboral en México es mayor que en cualquier periodo de 2005 a 2019. Sí, esto significa que hay más personas en nuestro país que, con su salario, no pueden comprar la canasta básica para subsistir junto a su familia.
- Según datos de David Kaplan, en el tercer trimestre de 2020, en México, la pobreza laboral fue del 44.5%. Además, agregó que aunque existió una importante mejora con respecto al segundo trimestre, la pobreza laboral sigue siendo mayor a cualquier periodo de tiempo de 2005 a 2019.
- Al respecto, Gonzalo Hernández Licona agrega que entre el primer y tercer trimestre de 2020, la pobreza laboral pasó de 35.7% a 44.5%, lo que a su vez representa un incremento de la pobreza laboral de 11.2 millones de personas.
El especialista nos explica que esto significa que estas millones de personas, con el sueldo que tienen por su trabajo, no pueden comprar los alimentos que conforman la canasta básica alimentaria para todos lo que conforman sus familias.
- De hecho, en la gráfica que ambos economistas comparten, se puede observar que anteriormente, en el cuatro trimestre de 2014, la pobreza laboral alcanzó hasta el 42.9%; en el tercer trimestre de 2019, el 38.5%; en el primer trimestre de 2020, cayó hasta el 35.7%; pero en el segundo trimestre de este año, alcanzó el 52%; y ahora, en este tercer trimestre, es de 44.5%, lo que representa el incremento de más de 11 millones de personas.
Mujeres ganan 85 pesos por cada 100 que perciben hombres en México
Las mujeres en México ganan 15% menos que los hombres en promedio, brecha que se acentúa para las mujeres que tienen menor preparación y condiciones laborales desfavorecedoras, de acuerdo con un estudio que realizó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El IMCO dice que desde 2017 y hasta antes del inicio de la pandemia por covid-19, las mujeres ganaban, en promedio, 85 pesos por cada 100 pesos de los hombres.
«Las mujeres con mayor preparación escolar enfrentan una menor brecha. En 2019, las trabajadoras con solo la primaria completa ganaron 23% menos que los hombres», dijo el Instituto.
- Los cambios en las dinámicas laborales y los ingresos percibidos por hombres y mujeres antes y durante la pandemia han sido notorios. Durante el primer trimestre de 2020, el porcentaje de mujeres formales (43%) fue menor al de mujeres informales (57%). Esta proporción fue similar al término de septiembre de 2020. Las mujeres en el sector formal representaron el 47%, mientras que 53% de las mujeres se emplearon en el sector informal.
No obstante, durante julio, agosto y septiembre, una mujer que trabajaba en la formalidad ganó en promedio 42% más que una mujer ocupada en la informalidad (8 mil 333 pesos en comparación con 4 mil 821, respectivamente), pero 13% menos que un hombre empleado en el sector formal.
IMCO Propone:
- Garantizar la autonomía económica de las mujeres contribuye a construir un país más competitivo y con mayor bienestar para su población. Para lograrlo el IMCO emite algunas recomendaciones que podrían ayudar a reducir la brecha salarial en México:
- Dimensionar las brechas propias. Las organizaciones públicas y privadas deben analizar sus propias diferencias salariales y, a partir de ello, diseñar políticas para cerrar progresivamente las brechas.
- Asegurar la definición de los puestos de trabajo con base en competencias y conocimientos del trabajador. Las instituciones deben garantizar que las remuneraciones sean iguales para hombres y mujeres en todos los puestos de trabajo.
- Generar e implementar iniciativas desde el Gobierno. Similar a la Ley de Igualdad en las Remuneraciones en Estados Unidos, la cual exige a las organizaciones que los hombres y las mujeres que desempeñen sus funciones en el mismo lugar de trabajo reciban un salario equitativo al desempeñar el mismo trabajo. También se podría reducir la tasa de impuesto sobre la renta (ISR) para las mujeres, de forma que se generen incentivos para que más de ellas se sumen a la economía formal./Agencias-PUNTOporPUNTO