La Covid-19 impactó de manera importante la economía dentro de los hogares mexicanos; el reajuste del gasto y las transferencias externas ayudaron a que la población hiciera frente a la crisis. Aún con eso, algunos hogares no pudieron evitar las problemáticas de dinero.
- En el 2019, antes de la pandemia, el 59% de las familias podían pagar la renta de sus viviendas y los servicios como agua, luz y teléfono; esta población se redujo a 39% para el 2020. Adicionalmente, 4% de los hogares aseguró que no pudo pagar a tiempo ninguno o la mayoría de estos gastos, de acuerdo con cifras de la Encuesta de competencias financieras de la población realizada por el Banco de México.
- Otro de los datos relevantes que arrojó la encuesta fue el incremento de la población que tiene deudas que no siempre pueden pagar o que son tan grandes que no hay manera de liquidarlas. El 32% de los hogares se encontraron en esta situación durante el 2020, mientras que en el año previo la cifra fue 14 por ciento.
Adicionalmente, aunque en términos generales la crisis afectó la economía de todas las familias mexicanas, algunas recibieron un impacto más fuerte. Esta situación está directamente ligada a desigualdades y vulnerabilidades previas a la emergencia sanitaria.
Por ejemplo, si se analiza la capacidad de pago de la vivienda y los servicios necesarios por estrato socioeconómico se observa que 6 de cada 10 hogares ricos sí tuvo la oportunidad de acceder a estos servicios, mientras que sólo 4 de cada 10 tuvieron esta posibilidad en los grupos de clase media y baja.
- Los trabajadores informales también fueron significativamente más vulnerables a la crisis; durante el año en que la Covid-19 llegó el 42% de los trabajadores formales pudo pagar oportunamente estos servicios mientras que sólo el 30% de los trabajadores informales.
Esto sin considerar las desigualdades implícitas propias de los estratos socioeconómicos más bajos o de las personas que se emplean de manera informal. Desde la materia económica hasta el acceso efectivo en servicios de salud, seguridad social o educación, que fueron determinantes para enfrentar los peores meses de la pandemia.
Con desventajas previas y problemáticas para hacer frente a la recesión, los hogares más vulnerables del país también enfrentan más barreras para recuperarse de la crisis. En 2020 sólo el 22% de los trabajadores formales tuvo que pedir dinero prestado a sus familiares o amigos mientras que para los trabajadores informales la cifra escala a 32 por ciento.
- La encuesta también mostró que la resiliencia de los hogares mexicanos se logró, además de reajustando el gasto, con la venta de bienes familiares, incremento en las horas de trabajo o las fuentes de ingreso y el uso de los ahorros.
- El porcentaje de la población que tomó dinero de sus ahorros se triplicó pasando de 6% en 2019 a 18% en el 2020. Mientras que los hogares que vendieron o empeñaron algún bien para tener liquidez pasó de 3% a 10% durante este periodo.
Se observa también que la mayoría de las alternativas que tomaron los mexicanos para enfrentar la crisis económica, laboral y sanitaria fueron decisiones domésticas y no estuvieron relacionadas con apoyos públicos.
La Covid-19 también pausó las metas de las familias
Además de hacer frente a una pérdida de algún ser querido, el desempleo de algún integrante de casa o las bajas en ventas del negocio familiar, los mexicanos tuvieron que pausar sus metas.
Los rubros en los que los mexicanos mostraron perder interés durante el 2020 fueron el ocio, los negocios y el ahorro. Esto refleja cómo la crisis afectó los deseos y las posibilidades económicas de la población de guardar parte de su dinero, ir de vacaciones o emprender.
- De 2019 a 2020 las metas de ocio de los hogares cayeron 10.6%, mientras que las metas de negocios y ahorro registraron caídas de 1.6 y 0.2% respectivamente, de acuerdo con el registro de esta encuesta realizada por el área de investigación de Banxico.
- La población mexicana enfrentó un difícil año en 2020 con la llegada del nuevo coronavirus en todos los aspectos, especialmente el económico y sanitario. La pandemia además reveló la necesidad de cerrar las brechas de desigualdad.
En la recta final del 2021 se observa una ligera recuperación económica y en el optimismo de las familias impulsada por la vacunación y la reapertura de casi todas las actividades. Con un rebote esperado de entre 4 y 6% para el PIB de México y una recuperación importante de los empleos, la confianza de los consumidores va retomando dinamismo.
Pandemia pegó más a quienes menos ganan
La pandemia de Covid-19 impactó más a las personas de nivel socioeconómico más bajo, de acuerdo con un estudio realizado por investigadores de instituciones mexicanas.
- El documento revela que los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con ingresos más bajos tuvieron una probabilidad de morir por Covid-19 cinco veces más grande que aquellos que tienen ingresos más altos.
- De la misma forma, las personas de menores ingresos tuvieron cuatro veces mayor probabilidad de ser hospitalizadas que aquellas que tienen mayores salarios, señaló una investigación de especialistas mexicanos publicada en la revista científica The Lancet el pasado 10 de noviembre.
“La probabilidad de hospitalización es cuatro veces mayor en los trabajadores con menores ingresos, con respecto a los de mayores ingresos; y en mortalidad es cinco veces más grande”, refirió el profesor investigador del Colegio de México, Raymundo Campos-Vázquez, quien participó en el estudio.
De acuerdo con la investigación de Eva O. Arceo-Gomez (Universidad Iberoamericana); Gerardo Esquivel (Banco de México); Eduardo Alcaraz (IMSS); Luis A. Martínez (IMSS) y Norma G. López (IMSS); existe una relación directa entre el nivel de ingreso, hospitalización y mortalidad por Covid-19.
- El investigador del Colmex detalló que el estudio se realizó a 412 mil 551 trabajadores afiliados al Seguro Social, con un resultado de prueba positivo o negativo en el periodo marzo‐noviembre de 2020.
- Entre los resultados, también destacan que de los trabajadores que se hicieron la prueba, el porcentaje que resulta positivo no cambia sustancialmente con el ingreso; no obstante, los trabajadores que están entre 60% y 90% de ingresos más altos se realizaron un mayor número de pruebas que los trabajadores de ingresos más bajos.
“Cuando vemos quién se hace pruebas, sabemos que los de más bajos ingresos no se están haciendo más pruebas que los demás, donde es mayor el número de pruebas es en la clase media. Y observamos que los de menores ingresos tienen más comorbilidades que los de mayores ingresos”, refirió el investigador.
- Enfatizó que como muchas otras enfermedades, la pandemia por Covid‐19 convivió con grandes desigualdades estructurales relacionadas con el nivel socioeconómico de las personas, por lo que en la investigación se utilizaron datos individuales provenientes del Instituto Mexicano del Seguro Social a escala nacional.
El estudio destaca que la tasa de letalidad de la enfermedad y la relación entre ingreso, mortalidad y hospitalización disminuyó de manera importante a lo largo de la pandemia./Agencias-PUNTOporPUNTO
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