TEXTO ÍNTEGRO: CALENTAMIENTO GLOBAL da 500 veces más capacidad DESTRUCTIVA a los HURACANES

La red de expertos de WWA aseguró que las lluvias y vientos de ambos huracanes fueron más fuertes que los del pasado. La WWA analiza permanentemente la relación entre los fenómenos meteorológicos y el cambio climático. Sus científicos están en Estados Unidos, Reino Unido, Suecia y los Países Bajos.

Milton y Helene mostraron señales de una gran potencia y capacidad destructiva. Y el calentamiento global empeora, no mejorará la situación. Una red de expertos de varios países analizan varios factores que podrían llevar a que en las próximas temporadas veamos ciclones con lluvias y vientos aún más letales.

  • Es posible que en los próximos años sigamos viendo huracanes tan intensos y devastadores como Helene o Milton. Como ellos, es posible que el daño que dejen los que vienen no sólo se vea en las comunidades de la costa, sino también tierra adentro.
  • Un estudio recientemente por la red de científicos World Weather Attribution (WWA) aseguró que como consecuencia del cambio climático y el uso de combustibles fósiles, huracanes como Helene o Milton son 2.5 veces más propensos a ocurrir en la región.
  • Helene tocó tierra en la costa del Big Bend de Florida como un huracán de categoría 4 el 26 de septiembre pasado. Desde allí marcó una ruta de devastación en Georgia, Tennessee y en las Carolinas. Dejó 166 muertos y unos 600 desaparecidos.

El Servicio Nacional de Huracanes (NWS) asegura que el sur de los Apalaches fue una de las zonas más impactadas por las «inundaciones sin precedentes». Pero los daños no se quedaron ahí: una enorme marejada ciclónica en la bahía de Tampa elevó el nivel del agua hasta los áticos de algunas casas; Atlanta recibió más de 11 pulgadas de lluvia, una cantidad histórica, superior a cualquier otro periodo analizado de 48 horas; y en Carolina del Sur los vientos derrumbaron tantos árboles que 40% del estado quedó sin luz por unas horas.

Dos semanas después llegó Milton. Con las imágenes frescas en la cabeza y con zonas todavía recuperándose de Helene muchos evacuaron. Milton se formó en el golfo de México y apenas en dos días se convirtió en un huracán de la mayor categoría. Este miércoles por la noche tocó tierra en un punto cercano a Siesta Key —a pocas millas de donde impactó Helene— como un huracán de categoría 3.

Pero incluso antes de tocar tierra, Florida vivió al menos 19 tornados que arrasaron con comunidades enteras tierra adentro.

Lluvias y vientos más intensos en el futuro

La red de expertos de WWA aseguró que las lluvias y vientos de ambos huracanes fueron más fuertes que los del pasado. La WWA analiza permanentemente la relación entre los fenómenos meteorológicos y el cambio climático. Sus científicos están en Estados Unidos, Reino Unido, Suecia y los Países Bajos.

«En la región costera, lluvias como esas ahora ocurren casi cada siete años, comparadas con la estimación anterior de 10 años, y son 10% más intensas», se lee en el reporte ‘El cambio climático como el principal factor del catastrófico impacto del huracán Helene’. Tierra adentro, las lluvias que causó Helene también fueron 10% más intensas. Calculan que, además, la frecuencia de fenómenos como este se redujo de cada 116 años a cada 70 años.

  • Friederike Otto, responsable de la red WWA, dijo a la agencia AFP que aunque el porcentaje de 10% pueda parecer bajo, «un pequeño cambio en términos de peligrosidad puede suponer realmente un gran cambio en términos de impacto y daños».

El daño sostenido que Helene siguió causando incluso una vez en tierra se debe a lo potente que era el huracán. La meteoróloga de Climate Central, Bernadette Woods Placky, explicó a la agencia AFP que esa potencia generó que a Helene le tomara tiempo para perder su fuerza a medida que avanzaba: «Se movía rápido (…) por lo que pudo adentrarse rápidamente».

  • En el caso de Helene, la NASA en un análisis reciente asegura que aun cuando el ojo de este huracán estaba en el golfo de México, por su potencia ya causaba estragos en tierra y las costas.
  • En el caso del huracán Milton, que ha dejado al menos 16 muertos en Florida, las lluvias de un día de duración fueron entre 20% y 30% más intensas debido al cambio climático, y los vientos 10% más fuertes, afirmó este viernes una red de expertos.
  • Afirman que bajo el clima actual —con 1.3 grados centígrados más de calor en relación con la era preindustrial— también existe el doble de probabilidades de que se repitan más huracanes con las características de Milton en siguientes temporadas.

Este aumento de la fuerza del viento vinculado al calentamiento global, dice la red, causó que Milton tocara tierra en Florida como huracán de categoría 3.

«Todos los aspectos de este fenómeno se han visto amplificados por el cambio climático en diversos grados», dijo en rueda de prensa Ben Clarke, uno de los coautores del estudio por el Imperial College de Londres. «Y veremos más de lo mismo a medida que el planeta siga calentándose».

Huracán Helene se potenció hasta 500 veces más

El agua excepcionalmente cálida del golfo de México que potenció al mortífero huracán Helene el mes pasado fue hasta 500 veces más probable debido al cambio climático causado por el hombre, lo que también aumentó el viento y la lluvia del huracán, según un nuevo análisis científico.

  • Helene, que tocó tierra en Florida como un huracán mortal de Categoría 4 a finales de septiembre, dejó un camino de destrucción de 500 millas (aproximadamente 805 km) a través de 6 estados, causando inundaciones catastróficas y muerte a 230 personas.
  • Los océanos cálidos proporcionan una enorme fuente de energía para que las tormentas se fortalezcan y crezcan, y el agua sobre la que pasó Helene antes de tocar tierra estaba alrededor de 3.6 grados por encima del promedio.

Estas temperaturas oceánicas ultracálidas fueron entre 200 y 500 veces más probables debido al cambio climático, impulsado por los humanos al quemar combustibles fósiles, según World Weather Attribution, una red de científicos que calcula el papel del cambio climático en eventos climáticos extremos utilizando datos del mundo real y modelos climáticos.

El cambio climático también empeoró el viento extremo y la lluvia torrencial desatados por Helene, haciendo que las velocidades del viento en la costa de Florida fueran un 11% más intensas y aumentando la lluvia en aproximadamente un 10%, según el análisis publicado el miércoles.

  • Este aumento de lluvia se tradujo en “daños masivos”, encontró el estudio. Creó “escenas apocalípticas”, desde Florida hasta los Apalaches del Sur, dijo Ben Clarke, autor del estudio e investigador del Instituto Grantham del Imperial College de Londres.
  • Los huracanes tan intensos como Helene ahora son aproximadamente 2.5 veces más probables en la región, encontró el estudio. Donde antes se esperaban cada 130 años en promedio, ahora se pueden esperar aproximadamente una vez cada 53 años.

“El cambio climático es un cambio total de juego para huracanes como Helene”, dijo Clarke, agregando, “si los humanos continúan quemando combustibles fósiles, EE.UU. enfrentará huracanes aún más destructivos.”

  • Friederike Otto, directora de la WWA y profesora titular de Ciencias del Clima en el Imperial College de Londres, afirmó que el impacto futuro de los huracanes aún podría minimizarse si el mundo sustituye rápidamente los combustibles fósiles por energías renovables.

“Los estadounidenses no deberían tener que temer huracanes más violentos que Helene”, dijo Otto, y añadió:

  • “Necesitamos líderes que sean honestos sobre el hecho de que abordar el cambio climático es inevitable si queremos que los derechos humanos cuenten para algo, y garantizar que las generaciones futuras no tengan que vivir en un mundo de caos climático”.

“Fanáticos verdes”

Frente a este consenso ambiental de los científicos internacionales del WWA, el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, siempre se ha mostrado contrario.

  • En mayo pasado firmó una ley por la que la crisis climática dejó de ser una de las grandes prioridades del estado, en rechazo a la “agenda de los fanáticos verdes radicales”, señaló entonces.
  • La medida dejó en segundo plano la realidad de la exposición del estado al aumento del nivel del mar, las temperaturas extremas registradas en 2023, además de la graves inundaciones y fenómenos meteorológicos severos.
  • La legislación eliminó la mayoría de las menciones a la crisis climática en la ley estatal y revirtió una gran parte de las políticas que se introdujeron durante la administración anterior.

Milton ha cobrado al menos, la vida de 16 personas y dejado una senda de destrucción a su paso por Florida, que además registró tornados mortales, graves inundaciones y donde todavía este viernes 2.8 millones de usuarios permanecen sin luz.

El análisis se produce apenas dos semanas después de que el huracán Helene devastara el sureste de EU.

Los huracanes experimentan cambios significativos

Los efectos destructivos de los huracanes serán cada vez más evidentes en regiones inesperadas de Estados Unidos durante las próximas décadas, según un informe reciente de First Street Foundation.

  • Mientras las temperaturas globales continúan en aumento, los huracanes experimentan cambios significativos: se fortalecen más rápidamente, provocan más lluvias torrenciales, avanzan más tierra adentro después de tocar tierra y tienden a desplazarse hacia latitudes más septentrionales.

Estos cambios suponen un riesgo creciente para comunidades y propiedades que hasta ahora eran menos vulnerables a los vientos devastadores de los huracanes.

  • La organización sin fines de lucro First Street Foundation destaca que la exposición al daño económico causado por los huracanes aumentará considerablemente en áreas como el Atlántico medio y el noreste de Estados Unidos.
  • “Los huracanes están avanzando hacia el norte. Están llegando a lugares donde antes no lo hacían”, dijo Matthew Eby, fundador y director ejecutivo de First Street Foundation, en el informe citado por CNN.
  • El análisis de First Street abarca los próximos 30 años, una duración equivalente al período de una hipoteca de vivienda. Con ello, busca advertir a los propietarios sobre posibles pérdidas económicas por daños de huracanes en el futuro próximo.
  • Aunque Florida y la Costa del Golfo seguirán siendo las zonas con mayores pérdidas económicas por huracanes, también se prevé un aumento significativo de daños en regiones que tradicionalmente no enfrentaban las tormentas más destructivas.
  • Nueva York, por ejemplo, podría experimentar el mayor aumento porcentual en pérdidas anuales promedio debido a huracanes fuertes, seguido de lugares como Newport News, Virginia, y otras comunidades costeras del Atlántico medio.

Ciudades del sureste, como Charleston, Carolina del Sur, y Savannah, Georgia, también son identificadas como futuras zonas de alta vulnerabilidad.

  • Uno de los factores primarios que están contribuyendo a estos cambios es el calentamiento global, alimentado por la actividad humana, que no necesariamente está generando un mayor número de huracanes, pero sí está potenciando su intensidad.
  • Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), la probabilidad de que un huracán en el Atlántico Norte se convierta en una tormenta mayor (categoría 3 o superior) pasó del 10% en la década de los 80 al 40% en la actualidad.
  • La capacidad de los huracanes para mantenerse fuertes más tiempo después de tocar tierra significa que pueden seguir ocasionando daños significativos tierra adentro, en áreas que no están preparadas para enfrentar vientos de alta velocidad.

El informe de First Street también prevé que en los próximos 30 años aumentarán las velocidades del viento en el área fronteriza entre Carolina del Sur y Georgia, donde ciudades como Charleston sufrieron el impacto de huracanes como Matthew en 2016 y Hugo en 1989.

  • Históricamente, la zona entre Carolina del Sur y Georgia ha estado protegida de los peores efectos de los huracanes debido a la forma en que la costa se adentra hacia el interior. Sin embargo, este patrón podría cambiar con huracanes fortalecidos más al norte en el Atlántico.
  • Kerry Emanuel, meteorólogo y profesor de MIT, cuyos modelos de huracán se utilizaron en el informe, comentó para CNN que “estos huracanes más fuertes y desplazándose hacia el norte podrían golpear áreas que aún no han desarrollado la resiliencia necesaria frente a ellos”.

La recopilación y análisis de estos datos no solo busca ayudar a los propietarios a proteger mejor sus hogares, sino también instruir a gobiernos, empresas financieras y aseguradoras a tomar decisiones informadas para fortalecer la resiliencia de las comunidades o incluso reubicarlas en áreas más seguras. “Estamos realmente esperanzados en que nuestros datos puedan iluminar estos riesgos para que tomen las decisiones correctas”, concluyó Eby.

La era de los “mega huracanes”

El aumento de las temperaturas globales ha intensificado los eventos climáticos extremos, y mega-huracanes se están convirtiendo en una nueva realidad. Estos fenómenos meteorológicos poseen un potencial destructivo sin precedentes, superando los límites de la escala actual de clasificación de huracanes.

Hoy en día, expertos sugieren que es momento de actualizar la escala Saffir-Simpson y considerar la inclusión de una sexta categoría para reflejar adecuadamente la magnitud de estas poderosas tormentas. La escala Saffir-Simpson fue desarrollada en 1971 y clasifica los huracanes en cinco categorías, basándose en la intensidad de sus vientos sostenidos:

  • Categoría 1: Vientos de 119-153 km/h. Daños mínimos, posibles inundaciones costeras.
  • Categoría 2: Vientos de 154-177 km/h. Daños extensivos a vehículos y árboles, probables daños en techos e inundaciones costeras.
  • Categoría 3: Vientos de 178-208 km/h. Daños significativos a edificios, inundaciones costeras importantes.
  • Categoría 4: Vientos de 209-251 km/h. Daños catastróficos, destrucción de pequeñas edificaciones e inundaciones severas.
  • Categoría 5: Vientos superiores a 253 km/h. Daños catastróficos a hogares, árboles, redes eléctricas y comunidades enteras, inundaciones costeras extensivas.

Sin embargo, los huracanes modernos superan con frecuencia los 253 km/h, categoría máxima definida por la escala.

  • James Kossin, consultor independiente especializado en riesgos climáticos y eventos meteorológicos extremos, junto con el científico Michael Wehner del Lawrence Berkeley National Laboratory, han sugerido en un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences la necesidad de añadir una sexta categoría a la escala Saffir-Simpson.

Según Michael Wehner, científico del Lawrence Berkeley National Laboratory y coautor de un estudio reciente, “una sexta categoría sería una herramienta vital para comunicar mejor el peligro que presentan estos fenómenos”.

En su trabajo, Wehner y Kossi, proponen que la escala se expanda para incluir huracanes con vientos sostenidos de 308 km/h o más. /PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro:

https://www.worldweatherattribution.org/yet-another-hurricane-wetter-windier-and-more-destructive-because-of-climate-change/

Scientific-report-Hurricane-Helene

 

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