TEXTO ÍNTEGRO: AMÉRICA y ASIA albergan los países con mayores ‘RIESGOS a DESASTRES’ naturales

La humanidad también puede influir sobre la exposición, o sea, sobre la probabilidad de que se produzcan fenómenos extremos

  • Terremotos, erupciones volcánicas, sequías. Y, una y otra vez, huracanes e inundaciones. En Filipinas, estos fenómenos naturales son casi parte de la vida cotidiana. Recientemente, el tifón Yagi provocó el desbordamiento de ríos y el deslizamiento de laderas enteras. Al menos 14 personas se ahogaron o quedaron sepultadas por la tierra y el barro. Yagi fue el quinto tifón que azotó Filipinas desde mayo.
  • Filipinas es un «país de alto riesgo», afirma Katrin Radtke, profesora de ayuda humanitaria y prevención de desastres en la Universidad del Ruhr, con sede en Bochum. Como directora científica, es responsable del Informe de Riesgo Mundial de Bündnis Entwicklung Hilft, una alianza para la ayuda al desarrollo, que utiliza un índice para analizar el peligro de desastres en 193 países.

Mayor riesgo: Filipinas, Indonesia, India, Colombia y México

Tras Filipinas, los primeros puestos los ocupan Indonesia, India, Colombia y México. «Estos países se ven afectados por fenómenos naturales extremos con mucha frecuencia y con una intensidad muy alta», explica Radtke a DW. «Eso es lo que llamamos alta exposición».

  • Pero no sólo es crucial la frecuencia y la intensidad de las tormentas, los terremotos o las sequías. Además, existe un alto nivel de vulnerabilidad.
  • «Esto significa que las sociedades tienen poco para contrarrestar estos peligros naturales.
  • Por ejemplo, porque son pobres, tienen un alto nivel de corrupción, una atención sanitaria deficiente o no están preparadas para afrontar desastres».

Según el índice, ocho de los diez países más vulnerables se encuentran en África. Sólo Afganistán y Yemen, que han sido desgarrados por la guerra durante décadas, tienen un nivel similar de vulnerabilidad. En estos países hay, por ejemplo, pocos médicos y camas de hospital, por lo que mueren más personas a consecuencia de fenómenos naturales.

La vulnerabilidad se puede reducir

  • Por otro lado, si un país ha invertido en medidas de precaución, entonces, un evento natural no necesariamente tiene que convertirse en una gran catástrofe para muchas personas.
  • Esto explica por qué países más ricos como EE. UU. o Australia no obtienen resultados aún peores en el índice general, a pesar de una probabilidad muy alta de que se produzcan fenómenos extremos como sequías, terremotos o tormentas.
  • «China demuestra que podemos aprender de las crisis y los desastres y que el riesgo de desastres se puede reducir», afirma Radtke. El país ocupa el puesto 22 en el actual índice de riesgo mundial, 12 puestos mejor que el año anterior.

«Esto se debe principalmente a que China pudo reducir significativamente su vulnerabilidad en respuesta a la pandemia del coronavirus», explica la experta. El país invirtió enormemente en su sistema de salud, con la construcción de nuevos hospitales y amplias campañas de vacunación, por ejemplo. «Lo que no podemos reflejar en el índice de riesgo mundial es que esto también se produjo a expensas de las libertades civiles de la población», advierte Radtke.

La guerra aumenta el impacto de los desastres

El Índice Mundial de Riesgo sólo cubre los desastres naturales, no el peligro que representan para las personas las guerras y los conflictos. «Pero cada vez notamos más que existen conexiones», afirma Radtke.

  • «Que los fenómenos naturales extremos se producen cada vez con mayor frecuencia, en parte debido al cambio climático, y sus efectos se intensifican cuando afectan a regiones en conflicto». El Informe Mundial de Riesgos llama a esto «crisis múltiples”.
  • Los estudios muestran, por ejemplo, que los grupos armados crecen después de los desastres naturales. De repente, reclutan a gente empobrecida y desarraigada.
  • También hay una lucha por recursos cada vez más escasos, como agua, alimentos o energía, y a menudo también por suministros de socorro. Los desastres naturales pueden exacerbar los conflictos.

«Sin embargo, también es posible que acontecimientos naturales extremos abran ventanas de oportunidad que conduzcan a un entendimiento entre las partes en conflicto». Cuando está claro para todas las partes que es necesario unirse para conseguir la ayuda de emergencia y lograr la reconstrucción. Así, por ejemplo, el conflicto de décadas en la provincia indonesia de Aceh terminó después del devastador tsunami de 2004.

Fe y solidaridad en tiempos de necesidad

Si los países quieren reducir su vulnerabilidad a los fenómenos naturales, hay que mirar más allá de la protección clásica contra desastres: represas, sistemas de alerta y personal de rescate.

  • «Invertir en educación y salud o reducir las desigualdades sociales tiene un impacto muy grande en la vulnerabilidad», insiste Radtke. Además, un país que consigue controlar la corrupción es también un país mejor equipado para afrontar las consecuencias de desastres.
  • Afortunadamente, existen muchas medidas para prepararse, dice Radtke. Sin embargo, algunas no pudieron registrarse en números ni mapearse con un índice. En Filipinas, por ejemplo, la fe y el apoyo de la familia y el vecindario desempeñan un papel importante a la hora de afrontar acontecimientos extremos.

La humanidad también puede influir sobre la exposición, o sea, sobre la probabilidad de que se produzcan fenómenos extremos, subraya Radtke.

«Porque la exposición, al menos a algunos peligros naturales, está directamente relacionada con el cambio climático». Así que, si la humanidad lograse mantener a raya el calentamiento global, se vería amenazada por menos desastres naturales.

Cálculo de puntuaciones de riesgo

La puntuación de un país se mide en función de su exposición a los desastres, así como de su vulnerabilidad única a los efectos de dichos desastres.

  • En términos de riesgos, Filipinas encabezó la tabla con una puntuación de 46,91, mientras que China, con una puntuación de 64,59, encabezó la lista que calcula la exposición a estos desastres.
  • Asimismo, en términos de vulnerabilidad, la República Centroafricana, que está en el centro del brote actual de mpox, obtuvo una puntuación de 73,86 y encabezó esa lista.
  • A medida que el cambio climático aumenta la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, se espera que estos puntos críticos globales se desplacen, afectando en particular a las sociedades vulnerables de África.

Por lo tanto, se puede esperar un cambio significativo en los puntos críticos de riesgo global a largo plazo, afirma el informe.

Mientras tanto, los casos de la República Centroafricana, Sudán del Sur, Chad y la República Democrática del Congo muestran que el deterioro en la dimensión de la vulnerabilidad no conduce necesariamente a puntuaciones de riesgo general significativamente más altas debido a su muy baja exposición.

Según el informe, en términos generales, la puntuación de la República Centroafricana en el Índice de Riesgo Mundial es 107, seguida de Chad (121), Sudán del Sur (95) y la República Democrática del Congo (56).

Riesgos asociados a la pobreza y la desigualdad

En los últimos años, el Índice de Riesgo Mundial ha demostrado que los riesgos de desastres globales no sólo están distribuidos de manera heterogénea sino que también están estrechamente vinculados con la pobreza y la desigualdad.

  • Además de la pobreza, los problemas de gobernanza, el acceso limitado a los servicios básicos, los conflictos violentos y la alta dependencia de medios de vida sensibles al clima, como la agricultura en pequeña escala, la ganadería y la pesca, contribuyen a la vulnerabilidad de estos países.
  • El perfil de riesgo de muchos países no se caracteriza únicamente por fenómenos meteorológicos extremos, sino también, cada vez más, por conflictos en curso. Las regiones de África central y septentrional, América central y del sur y Asia meridional se ven especialmente afectadas, donde los conflictos agravan aún más los ya elevados valores de riesgo.

El informe pide nuevas estrategias en materia de prevención de crisis y gestión de riesgos.

La IA predice desastres naturales

Los terremotos son fenómenos naturales impredecibles y devastadores, pero algunos países cuentan con preparación y capacidad para minimizar el impacto de estos desastres.

  • Las regiones ubicadas en los bordes de placas tectónicas, como el Anillo de Fuego del Pacífico, tienen una alta probabilidad de experimentar terremotos significativos en 2025, según los geólogos. Países como Japón, Chile, Indonesia y México se encuentran entre los más propensos a sufrir movimientos telúricos de gran magnitud.
  • Sismólogos del Geological Survey de Estados Unidos han señalado, en particular, que un fuerte sismo podría afectar el sur de California, debido a la presencia de la falla de San Andrés, una de las áreas más monitoreadas por su capacidad para generar un “megaterremoto”.

Estos son los países más preparados para enfrentar un terremoto de acuerdo con su infraestructura, las políticas gubernamentales y los sistemas de alerta temprana.

¿Cuáles son los países mejor preparados ante un terremoto?

  • Japón: Situado en el Anillo de Fuego del Pacífico, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, Japón ha desarrollado una infraestructura resistente a terremotos. Las ciudades están diseñadas para soportar temblores fuertes, con edificios que cuentan con tecnologías avanzadas de absorción de movimientos sísmicos.

Además, Japón cuenta con un sistema de alerta temprana altamente eficiente, que permite a los residentes recibir notificaciones segundos antes de que se produzca un terremoto, dando tiempo para evacuar o tomar medidas de seguridad. Las campañas educativas sobre cómo actuar durante un sismo también son frecuentes y rigurosas, garantizando que la población esté siempre preparada

  • Chile: Al igual que Japón, se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, lo que lo hace propenso a terremotos de gran magnitud. Sin embargo, el país sudamericano ha implementado estrictas normas de construcción sísmica.

Las estructuras en Chile deben cumplir con los códigos de construcción más exigentes, lo que reduce significativamente el riesgo de colapsos durante un terremoto.

El gobierno chileno también ha desarrollado un sistema de alerta temprana y mantiene programas de capacitación para que los ciudadanos conozcan las mejores prácticas de evacuación y seguridad. La reciente mejora de la infraestructura y los simulacros periódicos hacen de Chile un modelo de preparación sísmica en América Latina.

  • Turquía: Se encuentra en una zona sísmicamente activa, Turquía ha aprendido de los devastadores terremotos del pasado, como el ocurrido en 1999. En respuesta, el país ha realizado fuertes inversiones en la mejora de su infraestructura y ha implementado normativas de construcción para hacer que los edificios sean más resistentes a los sismos.

Además, Turquía ha creado un avanzado sistema de monitoreo sísmico y ha puesto en marcha programas educativos para sensibilizar a la población sobre los riesgos y las medidas a seguir durante un terremoto

¿En dónde podría haber ciclones y huracanes?

El fenómeno de La Niña, que ha permanecido activo desde finales de 2024, podría intensificar estas tormentas, causando lluvias torrenciales e inundaciones en grandes áreas costeras, advirtieron los meteorólogos.

En el océano Índico y el Pacífico occidental, se prevé que los ciclones se intensifiquen, impactando a países como India, Filipinas y Bangladesh, cuyas comunidades costeras son particularmente vulnerables a las inundaciones y al aumento de los niveles del agua. Las proyecciones también sugieren que los gobiernos deberán prepararse para enfrentar emergencias climáticas cada vez más frecuentes y devastadoras. /PUNTOporPUNTO

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