TEXTO ÍNTEGRO: AMAZONÍA por convertirse en fuente de CARBONO por INCENDIOS FORESTALES

Desde agosto de 2020 hasta julio de 2021, la Amazonía brasileña perdió 10.476 kilómetros cuadrados de bosques, la tasa anual más alta registrada desde 2012

Los incendios forestales que afectaron el año pasado el sur de la Amazonía y la cercana región del Pantanal fueron los peores que se han registrado, principalmente debido a la mortal combinación de sequía y actividad humana.

  • Estos incendios catastróficos hicieron que 2020 fuera más destructivo incluso que 2019, el anterior récord de daños por incendios, según el nuevo reporte ‘Estado del clima en América Latina y el Caribe 2020′, de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) publicado este martes. Los incendios causaron daños irreversibles a ecosistemas vitales y a las personas que dependen de ellos.
  • “La continua deforestación es uno de los factores que perpetúa estos incendios forestales”, explicó José Marengo, autor principal del informe y director del Centro Nacional de Monitoreo de Desastres Naturales en São Paulo. “La cuenca del Amazonas ha experimentado un aumento en la deforestación ilegal y legal en los últimos cuatro años”.

América Latina y el Caribe albergan casi el 60 por cineto de los bosques nativos que quedan en el mundo. Juntos almacenan unas 104 gigatoneladas de carbono, parte del cual se devuelve a la atmósfera cuando los bosques se queman. Solo la cuenca del río Amazonas, que se extiende por nueve países, almacena el 10 por ciento del carbono mundial.

  • El bosque tropical más grande del mundo, la Amazonía, captura más carbono del que emite, lo que lo convierte en lo que se conoce como sumidero de carbono. Pero el ecosistema está al borde de convertirse en una fuente neta de carbono, y pronto emitirá más de lo que almacena si la pérdida de árboles continúa al ritmo actual, según un informe científico publicado en la revista Nature en julio.

Los investigadores responsables del estudio realizaron 590 vuelos sobre la Amazonía entre 2010 y 2018 para medir las emisiones de dióxido y monóxido de carbono. Descubrieron que, de hecho, la Amazonía fue temporalmente un emisor neto de gases de efecto invernadero entre 2010 y 2016, cuando la zona sufrió una intensa sequía. “Este cambio puede convertirse en permanente si el calentamiento global, la deforestación y el aumento de la concentración de dióxido de carbono continúan”, señaló Marengo.

  • Entre enero y julio de este año se registraron menos incendios en la Amazonía brasileña que en 2019 y 2020, según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil, o INPE. La temporada de incendios, que generalmente se extiende de junio a octubre, podría verse agravada por una sequía sin precedentes y una mayor deforestación. Los datos de INPE también mostraron que la nueva deforestación en la Amazonía entre marzo y junio de este año fue la más alta desde al menos 2015.

“Los incendios y la deforestación están amenazando ahora uno de los mayores sumideros de carbono del mundo, con repercusiones de gran alcance y de larga duración”, apuntó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas. “La región de América Latina y el Caribe es una de las más afectadas por los fenómenos hidrometeorológicos extremos”.

El informe también determinó que los eventos relacionados con el clima han provocado la pérdida de 312 mil vidas y afectaron directamente a más de 277 millones de personas entre 1998 y 2020. La región ha sido afectada por altas temperaturas, sequías récord, inundaciones, aumentos del nivel del mar, ciclones tropicales y el deshielo de glaciares.

Deforestación en la Amazonía brasileña alcanza el nivel más alto

Desde agosto de 2020 hasta julio de 2021, la Amazonía brasileña perdió 10.476 kilómetros cuadrados de bosques, la tasa anual más alta registrada desde 2012, informó el Instituto Amazónico del Hombre y el Medio Ambiente (Imazon).

  • De acuerdo con esa fuente, el área deforestada es equivalente a nueve veces la ciudad de Rio de Janeiro. Además, la devastación producida es 57 % mayor que la registrada entre agosto de 2019 y julio de 2020, cuando fueron destruidos 6.688 km² de bosques.

Solo en julio pasado se deforestaron 2.095 km² en el Amazonas brasileño, un 80 % más que en el mismo mes de 2020.

Todos estos datos los obtiene Imazon a través de su Sistema de Alerta de Deforestación (SAD), que desde 2008 utiliza imágenes satelitales y de radar para monitorear la Amazonía.

Estados más afectados

Según la información suministrada por ese instituto, en el período de agosto de 2020 a julio de 2021, el estado que registró la mayor deforestación fue Pará, con una superficie destruida de 4.147 km².

A este le siguió el estado de Amazonas, con un total acumulado de 1.831 km² de superficie devastada, detalla el informe.

  • Ambos ocuparon también los primeros lugares en la deforestación registrada en julio reciente, con 771 km² de área destruida en Pará y 402 km² en Amazonas. Les siguieron Rondônia, con 319 km², y Acre, con 313 km².
  • «Siete de los 10 territorios indígenas y cinco de las 10 unidades de conservación más afectadas por la deforestación en el período (julio de 2021) se encuentran en suelo de Pará», dice Imazon.

Por categoría territorial, los datos indican que el 63 % de la deforestación registrada en los últimos 12 meses ocurrió en áreas privadas o bajo diferentes etapas de propiedad, el 23 % en asentamientos, el 11 % en unidades de conservación y el 3 % en tierras indígenas./Agencias-PUNTOporPUNTO

Documento íntegro:

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