TEXTO ÍNTEGRO: 59 Países en Desarrollo enfrentan DEUDA/PIB superior al 60% de sus INGRESOS TOTALES

El Banco Mundial (BM) advirtió que los elevados costos de los préstamos han “cambiado drásticamente” la necesidad de los países en desarrollo de impulsar el lento crecimiento económico.

Aún con el proceso de desinflación en marcha, el servicio de la deuda seguirá presionado por la persistencia de tasas altas y volátiles, advirtieron economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

  • Incluso cuando los bancos centrales contemplan flexibilizar su postura política, las tasas reales seguirán siendo volátiles durante algún tiempo, porque la lucha contra la inflación continúa”, resaltaron.

Al interior del blog institucional, titulado “Los riesgos fiscales y financieros de un mundo endeudado en un contexto de bajo crecimiento”, explicaron que el aumento de las tasas de interés probablemente reflejará una política fiscal expansiva y preocupaciones fiscales de más largo plazo.

“Una política fiscal expansiva, puede contribuir a tasas de interés más altas, especialmente cuando la inflación sigue lejos del objetivo, lo que obligará a los bancos centrales a ajustar aún más sus políticas para atraer la inflación a la estabilidad de precios”.

  • Cuando hablan de una política fiscal expansiva, se refieren a un mayor endeudamiento del sector público que estimula al gasto interno y alimenta indirectamente una mayor demanda que termina por presionar a los precios.
  • En el blog, cuyos autores son el Consejero Económico del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, así como el consejero monetario Tobías Adrián y el Director de Asuntos Fiscales del FMI, Vitor Gaspar resaltaron que al aplicar una política fiscal expansiva, en un contexto económico de alta inflación, se genera un círculo vicioso.

Los inversionistas dudan de la sostenibilidad de la deuda de largo plazo y exigen un premio más alto por tenerla.

  • Así es como aún en un ambiente de tasas nominales a la baja, puede presentarse una nueva normalidad con costos de financiamiento significativamente más altos que los experimentados en la última década.

La recomendación

  • Proponen una acción fiscal decisiva y creíble que lleve gradualmente a la deuda mundial a niveles más sostenibles. Al interior del blog explicaron que para dar sostenibilidad al manejo de la deuda, los gobiernos deben incrementar sus ingresos y estimular al crecimiento de las economías.

“Durante mucho tiempo y hasta antes de la pandemia, la dinámica de la deuda fue benigna, pues las tasas reales estaban significativamente debajo de las tasas de crecimiento económico, lo que redujo la presión por la consolidación fiscal. Varios emisores gubernamentales aprovecharon y ampliaron su deuda pública y sus déficits. Y ya en pandemia, la deuda aumentó para financiar el apoyo en la emergencia sanitaria”.

Como resultado, la deuda pública como fracción del PIB aumentó significativamente en las siguientes décadas, tanto en economías avanzadas como emergentes.

Emergentes deben crecer más rápido para pagar deuda

El Banco Mundial (BM) advirtió que los elevados costos de los préstamos han “cambiado drásticamente” la necesidad de los países en desarrollo de impulsar el lento crecimiento económico.

  • Esta advertencia se produce cuando las ventas internacionales de bonos de mercados emergentes alcanzaron un récord histórico de 47,000 millones de dólares en enero, encabezadas por economías de menor riesgo como Arabia Saudita, México y Rumania.
  • Sin embargo, algunos emisores de mayor riesgo han acudido a los mercados a tasas más altas. Kenia pagó recientemente más de 10% por un nuevo bono internacional, el umbral por sobre el cual los expertos suelen considerar inasequible el endeudamiento.

“En lo que respecta al endeudamiento, la historia cambió radicalmente. Hay que crecer mucho más rápido”, dijo Ayhan Kose, economista jefe adjunto del BM en entrevista a Reuters; sin embargo, no se refirió a países concretos. “Si tuviera una hipoteca con un tasa de interés de 10%, estaría preocupado”, añadió.

Kose agregó que un crecimiento más rápido, especialmente una tasa de expansión real superior al costo real de los préstamos, es difícil de alcanzar. El Banco Mundial advirtió en enero que la economía mundial se encamina a registrar en el periodo 2020-2024 los resultados más débiles de los últimos 30 años.

Deuda mundial alcanzó cifra récord

  • Según un informe de las Naciones Unidas, la deuda pública mundial alcanzó la cifra récord de 92 billones de dólares en 2022, debido al endeudamiento de los gobiernos para hacer frente a crisis como la pandemia de Covid-19, y que son los países en desarrollo son los que más están sufriendo la carga.
  • La deuda interna y externa mundial se ha multiplicado por más de cinco en las dos últimas décadas, superando la tasa de crecimiento económico, ya que el producto interior bruto sólo se ha triplicado desde 2002, según el informe publicado.
  • Los países en desarrollo deben casi 30% de la deuda pública mundial, de la que 70% corresponde a China, India y Brasil. Cincuenta y nueve países en desarrollo se enfrentan a un ratio deuda/PIB superior al 60%, un umbral que indica altos niveles de endeudamiento.

«La deuda se ha ido traduciendo en una carga sustancial para los países en desarrollo debido al acceso limitado a la financiación, el aumento de los costos de los préstamos, las devaluaciones monetarias y la atonía del crecimiento», añade el informe de la ONU.

  • Además, la arquitectura financiera internacional hace que el acceso de los países en desarrollo a la financiación sea inadecuado y caro, según la ONU, que señala que los pagos netos de intereses de la deuda superan el 10% de los ingresos en 50 economías emergentes del mundo.
  • «En África, la cantidad destinada al pago de intereses es superior al gasto en educación o sanidad», según el informe, con 3.300 millones de personas viviendo en países que gastan más en el pago de intereses de la deuda que en salud o educación. «Los países se enfrentan a la disyuntiva imposible de pagar su deuda o servir a su población»

Los acreedores privados, como tenedores de bonos y bancos, representan el 62% del total de la deuda pública externa de los países en desarrollo.

  • En África, esta participación de los acreedores creció del 30% en 2010 al 44% en 2021, mientras que América Latina tiene la mayor proporción de acreedores privados en posesión de deuda pública externa de todas las regiones, con un 74%.

Las Naciones Unidas señalaron que los prestamistas multilaterales deberían ampliar su financiación, con medidas como la suspensión temporal de los recargos del Fondo Monetario Internacional (FMI) -comisiones que se cobran a los prestatarios que usan regularmente sus líneas de crédito- y un mayor acceso a la financiación para los países con problemas de deuda.

¿Cuál es el país más endeudado del mundo?

  • De acuerdo con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional existen muchos países que tiene una amplia deuda externa y esto no solo se limita a países de Latinoamérica, sino algunos que pareciera que no la tuvieran.

Por el contrato, existen otras que por su producto interno bruto (PIB) tiene una inflación estable y que la inflación anual no significa una preocupación.

  • Estos organismos con sus informes anuales registran que países del Medio Oriente y África se encuentran entre los más endeudados por diversos factores entre ellos las secuelas del Covid 19, por lo que su endeudamiento ha superado en gran medida cifras.
  • Según estos documentos Egipto es uno de esos países que requerirán de varios millones de dólares para salir de esa deuda, pues necesita más de 100 millones de dólares para salir de esta en los próximos cinco años.
  • En Latinoamérica hay algunos países con una amplia deuda entre los que se encuentran Venezuela Brasil y Bolivia. El vecino Venezuela es el primero de la lista con una deuda del 307 por ciento, seguido de Brasil con un 91 por ciento y Bolivia con 86,1 por ciento.

América Latina arrastra una fuerte dificultad para crecer

América Latina y el Caribe arrastra una fuerte dificultad para crecer, situación que se ha agudizado con el incremento de la carga de intereses de la deuda pública en cerca de un punto del producto interno bruto (PIB) y que no sólo se está compensando con recortes al gasto en política social, como educación y salud, sino con menos inversión en infraestructura, advirtió Noel Pérez Benítez, jefe de la Unidad de Asuntos Fiscales de la División de Desarrollo Económico en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

  • La región en general ha registrado un sesgo hacia los déficits fiscales, dado que los ingresos han sido insuficientes. Si bien la pandemia de coronavirus obligó a una expansión del gasto público para compensar los efectos de la emergencia sanitaria, tanto en salud como económicos, desde 2021 se regresó a la consolidación fiscal.
  • Esto se debe en parte a la presión que imprime el costo financiero de la deuda; el cual, en poco más de una década, pasó de acaparar 11 por ciento de los ingresos tributarios en la mayoría de las economías de América Latina y el Caribe, a 17 por ciento e incluso hay algunas donde representa más de 20 por ciento.

En general, en toda la región el pago de intereses ha subido considerablemente en los últimos años. Si comparamos 2012 con 2023 vemos que el promedio regional en el pago de intereses pasó de 1.7 a 2.7 por ciento (del PIB).

  • Esto implica que una década un punto (adicional) del PIB se está yendo a pagar intereses, lo que resta recursos a otras áreas, detalló Pérez Benítez, durante su participación en la octava Conferencia Internacional sobre Flujos Financieros Ilícitos, Crisis Múltiples y Gobernanza Fiscal Global.
  • El mayor pago de intereses se debe a los altos niveles de las tasas de referencia y reales, que tuvieron su mayor repunte en los últimos tres años. El meollo se encuentra en qué se deja de hacer con ese punto del PIB adicional que ahora absorbe el mero pago de obligaciones.
  • No se queda en el recorte o eliminación de programas que son una fuerte parte del gasto social en la región, sino que al reducir la inversión en infraestructura se está hipotecando la capacidad de crecimiento futuro y de converger en términos de desarrollo con economías desarrolladas, comentó el investigador de la Cepal.

Comparativos del organismo muestran que entre 2012 y 2021, el gasto en intereses de la deuda pública creció más que el de áreas prioritarias para la política social. En 2012, el pago de intereses representó 47 por ciento del destinado a educación. Una década después ya alcanzaba 63 por ciento.

En salud –tomando en cuenta que la pandemia obligó a un incremento en los recursos a este rubro– la proporción del costo financiero de la deuda pasó de 62 a 64 por ciento, y en protección social el repunte fue de 46 a 54 por ciento, respectivamente.

  • Pérez Benítez enfatizó que las estructuras tributarias en América Latina y el Caribe se basan en un paradigma regresivo, son dependientes de impuestos al consumo que suelen considerarse los menos aptos para mejorar la distribución. Además, las bases gravables son estrechas y las renuncias recaudatorias son aprovechadas por las personas de mayores ingresos.
  • La Cepal calcula que el año pasado el incumplimiento tributario –la evasión y elusión– representó alrededor de 6.7 por ciento del PIB; y a ello se suman las renuncias –esquemas a través de los cuales las oficinas fiscales renuncian a cobrar todo lo que podrían recaudar– que en promedio equivalen a 3.7 por ciento del PIB (según datos de 2021), sin que exista información suficiente para saber cuál es su efecto y si están cumpliendo con su objetivo.

Deuda en Latinoamérica se duplicó desde 2008: BID

La deuda en América Latina prácticamente se duplicó desde la crisis de 2008, al pasar de menos de 3 billones de dólares a 5.8 billones, un crecimiento de 117 por ciento que por el lado del sector público se aceleró con el inicio de la pandemia de coronavirus, reportó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

  • «Los países de América Latina y el Caribe deben priorizar la reducción de la deuda a niveles prudentes para impulsar el crecimiento económico, favorecer la inversión productiva y reducir el riesgo de una crisis de endeudamiento», exhortó el organismo.
  • Reportó que, derivado de los paquetes fiscales lanzados en el marco de la emergencia por coronavirus, a los que sumó la recesión y menores ingresos, la deuda pública creció del 58 por ciento en 2019 al 72 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2020.

Los altos niveles de endeudamiento limitan la capacidad de los países de responder a futuros shocks económicos para apoyar a los hogares y las empresas, y aumentan el riesgo de una crisis, por lo que los gobiernos deberían reducir su porcentaje de deuda pública, de un promedio de 70 por ciento a un rango «prudente» de 46 por ciento – 55 por ciento del PIB, recomendó el BID.

  • El informe del organismo subraya que las estrategias de gestión de la deuda se han estancado. Más de la mitad de los países de la región enfrentan un servicio de deuda de más del 2.5 por ciento del PIB, y una cuarta parte de ellos de más del 5 por ciento, cantidad similar al gasto en educación, comparó.

El BID reportó que la deuda privada también aumentó antes y durante la pandemia. En general, los sectores bancarios nacionales de la región han crecido, y una cuarta parte de los países tienen un crédito interno de al menos el 100 por ciento del PIB. Sin embargo, para otra cuarta parte de ellos el crédito es inferior al 50 por ciento de la actividad económica.

  • El nivel general de endeudamiento de los hogares en la región sigue siendo relativamente bajo en comparación con los estándares internacionales, ubicándose en un promedio del 22 por ciento del PIB, muy por debajo de otras economías emergentes (35 por ciento ) y de los países desarrollados (77 por ciento ).

El informe aporta nuevos datos completos sobre el crédito a los hogares, y recomienda a los gobiernos continuar con sus esfuerzos para mejorar el acceso al crédito, tanto para familias, como para las pymes. /PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro en el Enlace:

https://unctad.org/system/files/official-document/osgmisc_2023d4_en.pdf

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