TEMPORADA INVERNAL ha elevado +40% las ENFERMEDADES RESPIRATORIAS en la REPÚBLICA

La UNAM asegura que en 2023, el total de infecciones respiratorias agudas, Covid-19, faringitis por estreptococo, bronconeumonías y neumonías, fue de 18 millones 676 mil 390

Con la llegada de la temporada invernal, México enfrenta un notable incremento en los casos de infecciones respiratorias agudas. De acuerdo con un informe reciente de la Universidad de Guadalajara, se estima un aumento del 40% en estas infecciones en comparación con otras estaciones del año, lo que pone en alerta a las autoridades sanitarias y a la población en general.

El aumento en las infecciones respiratorias durante el invierno se debe a una combinación de factores como las temperaturas bajas que favorecen la proliferación de virus y debilitan las defensas del organismo, la estancias prolongadas en espacios cerrados que incrementan la probabilidad de contagio al limitar la circulación de aire, la contaminación ambiental principalmente en las grandes ciudades y el descuido de medidas preventivas como la ausencia de vacunación, y el olvido del lavado de manos frecuentemente.

Las infecciones respiratorias pueden presentar una variedad de síntomas que, en algunos casos, ayudan a diferenciar el tipo de enfermedad:

  • Resfriado común: Congestión nasal, estornudos, dolor de garganta leve y fiebre baja.
  • Influenza: Fiebre alta, escalofríos, dolor muscular y articular, fatiga extrema y tos seca.
  • Virus Sincitial Respiratorio (VSR): Congestión nasal, tos persistente y sibilancias, especialmente en niños pequeños.
  • COVID-19: Fiebre, tos seca, dificultad para respirar, pérdida de olfato y gusto, y en algunos casos diarrea.
  • Neumonía: Tos severa con flema, fiebre alta, dificultad para respirar y dolor en el pecho.
  • Bronquitis: Tos que puede ser seca o productiva, dolor en el pecho y fatiga general.

Es importante que las personas busquen atención médica si presentan síntomas graves, como fiebre persistente, dificultad para respirar o dolor torácico, ya que estas afecciones pueden evolucionar rápidamente y requerir intervención especializada.

Algunas personas tienen mayor vulnerabilidad a desarrollar complicaciones derivadas de infecciones respiratorias. Entre ellas destacan los niños menores de cinco años cuyo sistema inmunológico aún está en desarrollo, adultos mayores de 60 años quienes poseen menor capacidad de respuesta inmunitaria, personas con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, obesidad, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y asma, e individuos inmunocomprometidos incluyendo aquellos en tratamiento para el cáncer o que padecen VIH.

En esta temporada de invierno, los principales virus respiratorios detectados incluyen:

  • Virus de la Influenza (A y B): Responsable de brotes significativos cada invierno.
  • Virus Sincitial Respiratorio (VSR): Común en niños pequeños y adultos mayores.
  • Rinovirus: Asociado a resfriados comunes.
  • Coronavirus: Incluyendo nuevas variantes del SARS-CoV-2.

Respecto al comportamiento común de enfermedades respiratorias, la pandemia de COVID-19 ha alterado las dinámicas de propagación de estas infecciones en los últimos años. Durante 2020 y 2021, las estrictas medidas de prevención, como el uso generalizado de mascarillas y el distanciamiento social, llevaron a una reducción en los casos de influenza y otros virus respiratorios. Sin embargo, en 2022 y 2023, el relajamiento de estas medidas trajo consigo un aumento significativo en las infecciones respiratorias, regresando a cifras similares o superiores a las de los años previos a la pandemia.

Para reducir el riesgo de infecciones respiratorias, se recomienda:

  • Vacunarse contra la influenza: Disponible de manera gratuita en centros de salud para grupos prioritarios.
  • Vacunarse contra COVID-19: Incluyendo refuerzos recomendados por las autoridades sanitarias.
  • Usar cubrebocas en espacios cerrados: Especialmente en lugares concurridos o con poca ventilación.
  • Mantener una buena higiene: Lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse el rostro.
  • Evitar cambios bruscos de temperatura: Abrigarse adecuadamente y cubrir boca y nariz al salir a la intemperie.
  • Consultar al médico ante síntomas persistentes: Como fiebre alta, dificultad para respirar o dolor en el pecho.

Por su parte, La Secretaría de Salud de la Ciudad de México invita a todos los residentes a participar en la Campaña de Vacunación Invernal 2024-2025 contra la influenza y COVID-19, disponible del 16 de octubre de 2024 al 28 de marzo de 2025. Aprovecha esta oportunidad para protegerte y proteger a tu familia, ya que no hay contraindicaciones para recibir ambas vacunas de manera simultánea. Recuerda que un refuerzo anual es clave para mantener tu salud durante la temporada invernal. ¡Vacúnate y cuida de los que más quieres!

En otoño e invierno se elevan los casos

“Según reportes de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, cada año, en otoño e invierno, se incrementan los casos de padecimientos respiratorios, y es en enero cuando se registra el mayor aumento”, explicó Mauricio Rodríguez, profesor de la Facultad de Medicina y vocero del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE) de la UNAM.

  • El especialista agregó que, en 2023, el total de infecciones respiratorias agudas, Covid-19, faringitis por estreptococo, bronconeumonías y neumonías, fue de 18 millones 676 mil 390: siete millones 894 mil 484 en primavera-verano (abril-septiembre) y 10 millones 781 mil 906 en otoño-invierno (octubre-marzo). Es decir, en temporada de frío hay un incremento de 37 % en comparación con la de calor.

¿Por qué en invierno?

En invierno ocurren cambios climatológicos que predisponen a las enfermedades. El aire seco, típico de esas fechas, genera mayor circulación de microbios en el ambiente y, si a eso se suma la poca ventilación en espacios cerrados debido a las bajas temperaturas y que hay más gente reunida en lugares pequeños por las festividades decembrinas, los contagios aumentan, mencionó el académico.

Además, el aire helado modifica al organismo. “Si traes un microbio y lo sometes a situaciones extremas, sobre todo de frío y estrés, se pueden dar las condiciones adecuadas para causarte una infección”.

  • En el tracto respiratorio hay una capa de moco que ayuda a atrapar polvo, polen y microorganismos (bacterias, virus y hongos), y protege la parte interna del área (nariz, boca, laringe, faringe, tráquea, bronquiolos, bronquios y pulmones). Las células de la zona tienen estructuras llamadas cilios que son como escobillas que barren la mucosidad y lo ahí atrapado llega al estómago y es destruido por los ácidos gástricos.

“Sin embargo, en esta época, al haber menos humedad ambiental, el moco se vuelve más delgado e incluso se seca casi por completo en algunas partes, lo cual evita la captura de patógenos y favorece la aparición de infecciones. De igual manera, cuando el aire es gélido, los cilios se mueven menos, la mucosidad no avanza igual y los microbios no se eliminan de la misma manera. Estos dos elementos son suficientes para que haya más padecimientos respiratorios”, planteó.

Al mismo tiempo, el clima invernal provoca que la temperatura del cuerpo descienda y, cuando el organismo intenta regularla, pueden darse cambios en la respuesta inmune que, junto a otros factores, nos vulneran. “Para estabilizar este proceso térmico necesitamos agua. Si no bebes la suficiente tu cuerpo sacará energía de algún otro lado y te deshidratarás. Si eso acontece producirás menos secreción en la nariz y garganta, y ocurrirá lo antes mencionado. Una cosa lleva a la otra”.

El académico indicó: “Al haber más casos de enfermedad, el riesgo de que se den más contagios aumenta de forma proporcional, y viceversa”.

Prevenir y atender

Para tener una respuesta inmune eficiente y prevenir contagios, Mauricio Rodríguez recomendó: respirar aire no tan frío, descansar de forma adecuada para que el cuerpo se recupere, beber agua simple en abundancia, ventilar espacios cerrados, seguir medidas de higiene como el lavado de manos, estornudar y toser cubriéndose con el antebrazo, usar cubrebocas si se está enfermo y proteger a los más vulnerables.

Sugirió saber detectar si se trata de una alergia, faringitis, laringitis o catarro (muy comunes en esta época del año) o si estamos ante afectaciones mayores. “Lo primero es la historia individual, hay quienes saben que en estos meses tienen alergia porque presentan ojos llorosos, congestión nasal y moco claro y continuo. Con el catarro hay estornudos, molestia en la garganta y pueden cambiar las características del moco. La faringitis se caracteriza porque te duele al tragar, hablar o toser. En una laringitis estás disfónico. Tales sintomatologías debe evaluarlas un médico para determinar la causa y manejo adecuado para cada persona”.

  • Si hay fiebre, dolor en articulaciones y cabeza, ataque al estado general, cansancio o tos persistente, debe prestarse atención pues podrían indicar otro tipo de infección como Covid-19 o influenza. En caso de neumonía (la enfermedad más grave del sistema respiratorio) hay síntomas puntuales relacionados con la baja oxigenación de la sangre por el daño en los pulmones: las puntas de los dedos y los labios se ponen azules, y hay somnolencia y dificultad para respirar.

El especialista del PUIREE añadió que durante esta temporada también aumenta el uso indiscriminado de antibióticos, por lo que recomienda que, ante signos que señalen posibles padecimientos, lo adecuado es asistir a consulta y no automedicarse.

Mauricio Rodríguez advirtió que, a pesar de recibir las vacunas contra Covid- 19, influenza o neumococo, se pueden contraer otros microbios presentes en el ambiente.

Gripa mal atendida puede generar complicaciones

Los cambios de temperatura que se han sentido en las últimas semanas, con mañanas y noches frías y días calurosos, suelen causar enfermedades respiratorias como gripa o tos, de leves a moderadas. Ante esta situación, es importante atenderse correctamente porque podría dejar efectos graves en los oídos.

El médico general, Abraham Velázquez, enfatizó que no atender de forma correcta una gripa —aunque parezca simple o leve— puede generar consecuencias graves e incluso permanentes en los oídos o garganta.

  • Explicó que esta enfermedad puede convertirse en una infección grave, afectando dicha parte del cuerpo y provocar desde vértigo hasta una otitis media; también puede generar problemas pulmonares como neumonía o bronconeumonía, por ello lo mejor es no automedicarse y acudir con el médico de cabecera.
  • Si bien existe un sinfín de antigripales que se venden sin receta, para la automedicación cada organismo funciona de manera diferente y, aunque se tenga síntomas comunes como fiebre y flujo nasal, el origen puede ser cualquiera.

Es necesario identificar el tipo de infección para suministrar los medicamentos correctos en dosis adecuadas y en tiempos concretos, sobre todo si se es de un grupo vulnerable, como niños y adultos mayores.

Cambios de clima

Con los cambios de clima tan constantes y marcados, las enfermedades respiratorias aumentan, por eso lo mejor es consumir frutas de temporada, tomar muchos líquidos, no exponerse a bajas temperaturas, utilizar cubrebocas en lugares cerrados y sobre todo si alguien más presenta síntomas respiratorios.

  • Una forma de prevenir estas enfermedades y principalmente la influenza es la vacunación, la cual es gratuita en las instituciones de salud pública, sobre todo los adultos mayores deben aplicársela, ya que son más vulnerables.

Dijo que “debemos acudir al médico a cualquier síntoma de gripa o tos; de forma aleatoria debemos tomar también una muestra de covid, en caso de existir la sospecha, porque es un virus que se ha vuelto endémico”./Agencias-PUNTOporPUNTO

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