A consecuencia de la pandemia, el número de personas que lleva más de tres meses y hasta más de un año en las filas del desempleo registró un aumento anual de 117 por ciento en febrero, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
- En el segundo mes del año, 504 mil 638 personas estaban en esa condición, es decir, 20.8 por ciento de la población desocupada.
- Previo al efecto del COVID, en febrero de 2020, en esa situación se encontraron 232 mil 486 individuos, equivalente a 11.26 por ciento de la población desempleada.
“Las restricciones a la movilidad social, los despidos laborales y la menor actividad económica complicaron la búsqueda de empleo”, señaló José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic).
Además, dijo, es previsible que el segundo confinamiento que se registró entre diciembre y febrero deteriore más el mercado laboral, y “está la amenaza de un nuevo repunte de casos; de confirmarse, el panorama se complica más”.
- Según datos del Inegi, en febrero se registraron 2.43 millones de desempleados, de los cuales 56 mil 358 llevan más de un año en la búsqueda de trabajo, 13 mil 930 más que en 2020.
Destaca el caso del segmento que lleva más de seis meses y hasta un año sin trabajar, el cual pasó de 33 mil 197 a 234 mil 161, es decir, de 1.6 a 9.7 por ciento de la población desocupada.
El panorama luce poco alentador
Según ManpowerGroup, las proyecciones de contratación de los empleadores en el país para el segundo trimestre del año son las menores desde la crisis de 2009.
- Mónica Flores, presidenta de la firma de capital humano, estimó que la recuperación a niveles preCOVID-19 va a llegar a finales de 2021 o en 2022, siempre y cuando no exista un nuevo cierre de la economía.
Además del desempleo abierto (aquellos que buscan una plaza laboral), hay 8.2 millones de personas que también quieren trabajar, pero no intentan encontrar una vacante, sin embargo, están dispuestas a aceptar una si se la ofrecen.
Cuatro de cada 5 desempleados son millennials o generación Z
Los trabajadores más jóvenes, miembros de las generaciones millennial y Z, han sufrido la peor parte de la pérdida de empleos en la América Latina debido a la pandemia. En México, representan cuatro de cada cinco desempleados, expuso Moody’s. Los estragos en el mercado del trabajo tendrá efectos adversos e implicaciones crediticias en todos los sectores, advirtió.
- Agregó que entre los millennials —la generación de personas nacidas entre 1981 y 1994— se han perdido oportunidades para establecer trayectorias profesionales a largo plazo debido a dos recesiones globales durante la última década: la crisis financiera global y ahora Covid-19.
“Este doble golpe aumenta el riesgo de inestabilidad social y potencialmente agravará vulnerabilidades a largo plazo, como la brecha de habilidades. Este retroceso generacional probablemente perjudicará o retrasará la formación de nuevos hogares, el crecimiento de la clase media y la acumulación de activos de pensiones”, manifestó.
Detalló que México ha sido uno de los países más afectados en América Latina. El mercado laboral “se ha deteriorado sustancialmente desde 2019”, dado que la tasa de desempleo extendida —que agrupa a los desempleados y a la población no económicamente activa disponible para trabaja— llegó a niveles sin precedente. Se elevó a un promedio de 30 por ciento en el segundo trimestre de 2020, el doble del nivel de 2009.
- Abundó que a medida que disminuyeron las restricciones de distanciamiento físico, la tasa de desempleo extendida de México se redujo a 21 por ciento, pero sigue siendo 1.7 veces más alta que su promedio a largo plazo, “lo que implica un largo camino hacia una recuperación total”, recalcó.
En ese sentido, expuso que también el año pasado la población ocupada en el sector informal aumentó rápidamente, superando a la del sector formal 1.25 veces, no se advierte si esta tendencia retroceda o si se revertirá por completo cuando la actividad económica regrese al menos al ritmo previo a la pandemia.
- Por ejemplo, en México los estados con mayor pérdida de empleo son la Ciudad de México, Quintana Roo, Puebla, Guanajuato, México, Jalisco, Veracruz y Nuevo León. Juntos representan el 78 por ciento de los empleos perdidos en 2020, pero solo el 55 por ciento del total de puestos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social a diciembre de 2020.
- Subrayó que en términos crediticios, en México el deterioro del mercado laboral tendrá implicaciones negativas para la recaudación de impuestos estatales y para las participaciones, dado que los impuestos sobre la nómina representan, en promedio, el 70 por ciento de los ingresos de fuente propia de las entidades.
Abundó que “en términos generales, estas “tendencias adversas” en el mercado laboral se están produciendo en las otras economías importantes de América Latina”. El riesgo social es moderadamente negativo en todos los países examinados por la calificadora.
En general el impacto económico en América Latina por Covid-19 tendrá implicaciones duraderas en la expansión del crédito al consumidor, la sostenibilidad de las hipotecas y otras deudas del consumidor, así como la recuperación de los constructores de viviendas y los minoristas de electrodomésticos. A la vez “el desempleo a más largo plazo implica mayores costos de seguridad para las empresas a medida que aumenta la delincuencia”./Agencias-PUNTOporPUNTO