Sistema de “SALUD de Calidad en MÉXICO” sigue sin cumplirse, por Baja en los Recursos Económicos

En 2022 estuvo marcado por decisiones “frívolas” de las autoridades de salud, en primer lugar al desplazar “tácitamente” el programa federal IMSS Bienestar que servía a las familias más desprotegidas de zonas rurales y que ahora se pretende controle todos los servicios de salud.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) aseguró que es irrealizable alcanzar un sistema de salud similar al de Dinamarca, como lo propone el presidente Andrés Manuel López Obrador.

“El bajo nivel de financiamiento restringe los servicios de salud, obliga a decidir entre niveles de atención y hace irrealizable la meta de alcanzar un sistema como el de Dinamarca”, afirmó el organismo dirigido por José Medina Mora Icaza.

  • Dinamarca invierte alrededor del 11 por ciento de su producto interno bruto (PIB) en salud, es decir 4 veces más que México, explicó el sindicato patronal.

Agregó que el gasto de salud en México es equivalente al 2.84 por ciento del PIB, lo que significa que se mantiene una brecha presupuestaria de 3 puntos del PIB con relación a la recomendación de la OMS.

  • El presupuesto del sector salud presenta para 2023 un incremento global de 4.2 por ciento comparado con lo aprobado para 2022 y es insuficiente, manifestó la organización empresarial.
  • Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, estableció para diciembre de 2023 como nuevo plazo para que México tenga un sistema de salud similar al de Dinamarca.

La idea del presidente es emular el Estado de Bienestar donde el Estado asume un rol protagónico en la provisión de los servicios de salud desde el nacimiento hasta la muerte.

  • “En Dinamarca se asigna un médico de cabecera según la localidad donde se viva y se dota de medicamentos a los pacientes, en México ni uno por cada mil pacientes”.
  • Hay una diferencia sustancial, mientras Dinamarca tiene 1 médico por cada 244 habitantes, en México apenas tenemos 1 médico por cada 417 habitantes, expresó.
  • Apuntó la Coparmex que la falta de inversión pública en salud generalmente se cubre con recursos del bolsillo de las familias.

Según el CIEP, el gasto de bolsillo de los hogares se incrementó en 40% de manera general y 68 por ciento en el concepto de pago por medicamentos, al pasar de 376 pesos en 2018 a 632 pesos en 2020, demostrando que tampoco se ha procurado la protección financiera de las personas.

  • “Esto debilita el progreso hacia la cobertura universal, al ser una barrera que discrimina entre quienes tienen recursos y quienes no para su atención médica”, añadió Coparmex.

La Confederación Patronal dijo que comparten la aspiración de tener un sistema de salud digno que proteja a todos, por lo que se requiere enfilar al sector de la salud por el camino correcto.

“No hay tiempo que perder, de aquí al 2024 los esfuerzos deben centrarse en fijar los fundamentos que hagan viable la reforma del Sistema Nacional de Salud para alcanzar la universalidad de los servicios y con ello hacer efectivo el derecho humano de protección a la salud de los mexicanos”, enfatizó.

  • Deben darse reasignaciones al presupuesto 2023 y robustecer la propuesta para 2024. El énfasis debe estar orientado a los servicios preventivos. “La proporción de enfermedades que podrían prevenirse es muy alta tomando las medidas correctas”.
  • “Una reforma financiera del gasto en salud tendría que plantear alcanzar -por lo menos- el nivel promedio de gasto al de países con un nivel de desarrollo similar que es de alrededor del 7 por ciento del PIB”.

“Debe rediseñarse un paquete común de beneficios al que toda persona tiene derecho, es decir, un seguro universal con fondos que prevengan gastos catastróficos. Ambos mecanismos blindados para que se cuente con 100 por ciento de transparencia”, concluyó Coparmex.

La promesa de un sistema de salud de calidad seguirá sin cumplirse en 2023

La promesa de salud universal y un sistema de atención de calidad, parecido a los países nórdicos, seguirá sin cumplirse en 2023 debido al bajo presupuesto que se tiene para el tema, el desabasto de medicamentos y la baja vacunación que puede incidir en el resurgimiento de enfermedades consideradas erradicadas que elevarán los costos.

  • “Creo, sinceramente que no, el 2023 no pinta nada bien en cuanto se refiere a los servicios y sobre todo al acceso a la salud que cada vez confunde más a los usuarios, especialmente a aquellos que no tienen seguridad social”, señaló Carolina Gómez, especialista en salud pública.
  • Para la experta, 2022 estuvo marcado por decisiones “frívolas” de las autoridades de salud, en primer lugar al desplazar “tácitamente” el programa federal IMSS Bienestar que servía a las familias más desprotegidas de zonas rurales y que ahora se pretende controle todos los servicios de salud.

“Ahora quieren convertirlo en el organismo que controle todos los servicios de salud, los administre y también se convierta en una parte financiadora y eso es una decisión apresurada, sin sustento”, consideró la experta de la Sociedad Mexicana de Salud Pública.

  • Se mantiene desabasto: En noviembre de 2022, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, prometió solucionar el desabasto de medicamentos, un compromiso que había hecho desde su llegada al poder en diciembre de 2018.

“Y vamos a resolver, ya estamos avanzando en el grave problema del desabasto de los medicamentos y ¡me canso ganso de que va a haber medicamentos, no el llamado cuadro básico, todos los medicamentos que se necesitan!”, dijo en noviembre durante la inauguración de un centro de hemodiálisis.

  • Sin embargo, para Andrés Castañeda, coordinador de las causas de salud y bienestar en la organización Nosotrxs por la Democracia, el problema está lejos de resolverse, sobre todo porque hay muchos factores que no se han resuelto.

“Tan solo este año volvió a cambiar el modelo de compra, se mantiene un ambiente de falta de confianza de adquisición pues los procesos son poco claros, lo que deriva en poca disponibilidad de medicamentos para los pacientes con un impacto en la salud y la tranquilidad en las familias, un aumento en el robo y falsificación de fármacos”, dijo a EFE.

Señaló que el sistema de salud en México no “acaba de estabilizarse” pues no se ha encontrado el mecanismo ideal para adquirir medicamentos y distribuirlos, lo cual genera un mayor riesgo de corrupción al ser adjudicaciones directas “y no se resuelve el problema”.

Afirmó que, si bien en este año ha mejorado el abasto de medicamentos en México, todavía está lejos de los niveles ideales, los cuales tampoco se alcanzarán en 2023.

  • Difícil ser Dinamarca: A dos años de que concluya el mandato de López Obrador, Gómez consideró prácticamente imposible que en ese tiempo se alcance un sistema de salud parecido al de Dinamarca.

“Está equivocado el presidente alardeando de que tendremos un sistema de ese nivel europeo, con un servicio impecable como es en ese país nórdico. Nosotros acá no podemos ni siquiera contar con las vacunas básicas”, lamentó.

Además, recordó que lejos de aumentar el presupuesto en el tema de salud, el Gobierno ha ido disminuyendo el dinero destinado en este rubro, e incluso desaparecerá el fondo de enfermedades catastróficas que servía para atender a pacientes con enfermedades como cáncer.

“Ahí es donde se pagaban todos los insumos y tratamientos, eso es una tragedia para los niños con cáncer, especialmente”, dijo.

  • Aunado a ello, la experta dijo que en el tema de la pandemia, si bien la intensidad de la misma no es como en un principio, ya se convirtió en una enfermedad recurrente “lo cual es de preocuparnos porque no se ha terminado de vacunar con el esquema completo. Necesitamos tener refuerzo de la vacuna”.

En este contexto, consideró que el panorama en 2023 será sombrío.

“No va a haber ningún cambio, terminaremos el sexenio con muchos pendientes, con indicadores de salud muy preocupantes, que parecieran números nada más pero detrás de cada número hay una familia que invirtió de su bolsillo o perdió un familiar porque no fue atendido de manera eficiente”, afirmó.

Destacó que lo que realmente hace falta para que el sistema de salud empiece a caminar es, entre otras cosas, “recursos financieros, planeación, una buena gestión en salud y experiencia, cosa que ninguno de los funcionarios que está trabajando con el presidente tiene”, enfatizó.

Cómo es el sistema de Salud en Dinamarca que AMLO prometió para México en 2023

Este martes 27 de diciembre de 2022, durante su conferencia de prensa mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo que a finales del 2023, en México habrá un sistema de salud pública como el del país europeo Dinamarca, además de que puede ser mejor.

Esto lo volvió a declarar, pues en ocasiones anteriores ya lo había dicho. “Vamos a tener un sistema de salud pública como el de Dinamarca, en donde la atención médica, los medicamentos son gratuitos. En Dinamarca tienen políticas que eran completamente inalcanzables en México, porque no hay corrupción, como lo que había en México”, declaró el mandatario nacional.

  • AMLO señaló que sin corrupción, el presupuesto rinde y en Dinamarca se tiene establecido “algo que llaman estado de bienestar, y es lo que nosotros estamos procurando para México, que las personas tengan seguridad desde que nacen hasta que mueren”.

Para aquellas personas que defienden el modelo neoliberal, el jefe del Ejecutivo dijo que “la educación y la salud son privilegios, no son derechos. Entonces, nosotros vamos a garantizar, como en Dinamarca, un sistema de salud de calidad para todos, es decir, que van a poder llegar los pacientes a centros de salud en buen estado, donde habrá médicos generales todos los días con medicamentos, pero también tendrán acceso a hospitales de segundo nivel con especialistas”.

Esta idea de tener un sistema de salud pública como la de Dinamarca, la tiene AMLO desde hace unos años. Pero, ¿Cómo es el sistema de salud en Dinamarca?

Dinamarca es un país escandinavo, conectado con Suecia a través del puente de Öresund. Copenhague, su capital, cuenta con palacios reales y el puerto de Nyhavn. El sistema de salud danés es un modelo de centros y hospitales públicos.

Su financiamiento es principalmente público, derivado del pago de impuestos. Se destina en torno a un 11% del PIB al gasto exclusivamente sanitario.

  • Los servicios son gratuitos, a excepción de la farmacia, pues los pacientes pagan el coste total de los medicamentos hasta llegar a un umbral, pasando luego a pagar una tasa decreciente hasta alcanzar un segundo umbral, a partir del cual los costes están totalmente cubiertos.

La odontología es atención gratuita para los ciudadanos hasta los 18 años; mientras que la fisioterapia y la podología se abona 2/5 de la factura. Esto incluye también a personas que se encuentren temporalmente en el país. Las personas que no estén registradas, como residentes, inmigrantes indocumentados o visitantes extracomunitarios no cubiertos, pueden acceder al uso de los servicios de salud, pero asumiendo el costo de ellos.

En la atención primaria, en más de un 99% de la población, el paciente tiene asignado un médico especialista específico, y tiene derecho a la asistencia médica gratuita del mismo y de otros especialistas médicos, siempre que cuente con una derivación previa del médico.

  • Esa atención es gratuita para el paciente, únicamente presentando su credencial de seguridad social. En lo que respecta a los dentistas el paciente mayor a los 18 años ha de asumir todos los costes. En situaciones especiales, por ejemplo, bajo nivel de ingresos, estos gastos pueden ser asumidos por la hacienda pública.

El 1% restante de la población utiliza lo que se corresponde con el seguro privado español. El paciente tiene derecho a recibir asistencia médica de cualquier médico de cabecera y pueden visitar especialistas privados sin necesidad de canalización previa, asumiendo el paciente la totalidad de los costes.

  • Centros de salud: Los médicos ejercen su oficio dentro de los centros de salud, los cuales no se encuentran centralizados, de tal forma que los médicos son autónomos y son ellos mismos quienes se encargan de la organización, administración y gestión de los centros (contratos, salario del personal, así como otros gastos).

Cada centro de salud, al ser independiente, puede escoger qué tipo de historia clínica informática utiliza, siempre y cuando permita la interconexión con otros hospitales y sistema de análisis.

Estos sistemas funcionan, además, con la receta electrónica, lo que permite que el paciente luego de la consulta se dirija a la farmacia de su elección y presentando su tarjeta sanitaria se le dispense el medicamento.

En gobierno de AMLO baja 40% la atención médica pública

Cuando alguna persona enfermó y buscó atención médica en instituciones públicas entre 2018 y 2020 encontró menos respuesta que en años anteriores, sobre todo quienes viven en zonas rurales, revela el informe sobre medición de pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

  • En 2018, 22.3 millones de personas dijeron haber recibido atención médica en instituciones públicas, pero en 2020 el número de atendidos bajó a 13.8 millones. Esto significa una reducción de 38% durante los primeros dos años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En tanto, hubo más gente que más bien acudió a servicios de salud privados, incluyendo consultorios médicos de farmacias que cobran tarifas económicas o solicitan comprar el medicamento en el sitio. En 2018, 21.5 millones de personas dijeron haber acudido a este tipo de servicios, y en 2020 el número subió a 27.1 millones de personas, un incremento de 26%.

Si bien en todo el país hubo menos atención en instituciones públicas, la mayor disminución de atención en servicios públicos ocurrió en zonas rurales, donde también se concentran los niveles de pobreza más agudos. Los hospitales e institutos dependientes de la Secretaría de Salud, pasaron de atender 9.6 millones de personas a 5.5 millones que viven en zonas rurales, lo que significa una baja de 42%.

  • Los centros de salud de la Secretaría de Salud tuvieron una disminución de 32%, pues mientras en 2018 hubo 31.4 millones de personas atendidas, en 2020 bajó a 21.3 millones de personas. En tanto, el seguro social o IMSS bajó 22% entre quienes viven en zonas rurales.
  • En cambio, lo que aumentó fue el número de personas atendidas en consultorios y hospitales privados, con 40%, pues en 2018 hubo 29.8 millones de personas y en 2020 pasó a 41.9 millones de residencia rural. Mientras que la atención en consultorios de farmacias pasó de 13.3 millones de personas atendidas a 17.4 millones, un incremento de 30%.

Esto significa que “dimos un paso atrás”, advierte Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, pues confirma lo que el Inegi había revelado antes, el gasto de bolsillo en salud aumentó en los últimos dos años entre las familias y, por aún, durante la pandemia, cuando el sector salud debía ser una prioridad.

El porcentaje de hogares con gasto catastrófico en salud, es decir, el pago de bolsillo en salud que supera el 30% del ingreso disponible de las familias aumentó de 2.1% a 3.9% a nivel nacional entre 2018 y 2020, lo cual “evidencia la vulnerabilidad de la población sin acceso a los servicios de salud”, advierte el Coneval.

Nuevamente, los más afectados son los más pobres, pues el porcentaje de hogares con gasto catastrófico en zonas rurales es de 5.7%, en contraste con las zonas urbanas, con 3.4% durante 2020.

A esto se suma que en este periodo desapareció el Seguro Popular, una estrategia de afiliación a servicios de salud creada en 2003 y que operó hasta 2019 cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que sería sustituido por Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), con el que aseguraría acceso a servicios de salud para todos los mexicanos, es decir, cobertura universal.

  • El Coneval también analizó que dicha decisión tuvo impacto, afectando a los más pobres, pues mientras en 2018 hubo 20 millones de personas que no estaban afiliadas a un sistema de salud, para 2020 la cifra ascendió a 35 millones de personas, lo que representó un aumento de 77%.

Sin embargo, dicha cifra solo se refería a la afiliación a algún servicio, mientras que la atención médica cuando alguna persona ya tenía algún malestar o enfermedad es otro parámetro de medición./Agencias-PUNTOporPUNTO

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