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Después de que el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, pidió licencia para separarse del cargo, el coordinador panista Jorge Luis Preciado, indicó que quedaría sin efecto el procedimiento para la desaparición de poderes en dicho estado.
Según palabras de Preciado, fue su partido quien impulsó el procedimiento, y con la salida de Aguirre del gobierno, ya no hay motivo para darle continuidad, por lo que éste se finiquitara el próximo martes de manera formal.
Los priístas también se manifestaron al respecto. Arturo Zamora coincidió en que ya no hay materia de trabajo. Ambos señalaron que el que Aguirre Rivero pida licencia al cargo no lo exime de las posibles responsabilidades que se le podrían fincar en torno a los hechos lamentables de Ayotzinapa.
Miguel Barbosal, dirigente del PRD -partido al que pertenece Ángel Aguirre-, dio la bienvenida a la solicitud de licencia y señaló que con su salida se eliminan los obstáculos para llevar a cabo una investigación a fondo sobre el asesinato y la desaparición de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, que debe quedar a cargo del gobierno federal.
Barbosa aclaró además que cualquier negociación que pudiera pensarse pudo ocurrir en torno a la saluda de Aguirre Rivero, “seremos los primeros en estar en contra de ella”. Insistió en que lo que se requiere es determinar la responsabilidad de todos los niveles, “caiga quien caiga”.