El dinero que capta la banca comercial de empresas y familias registró un crecimiento real anual de 2.07 por ciento en junio, el menor incremento en seis años, revelaron datos del Banco de México.
- La desaceleración obedece, principalmente, al menor ritmo de crecimiento de la economía mexicana y a la expectativa de que el Banco de México reducirá más su tasa de interés, lo cual desincentiva el ahorro, explicaron analistas.
- Al primer semestre del año, el saldo captado por los más de 50 bancos comerciales que operan en el país fue de 5.22 billones de pesos (23 por ciento del Producto Interno Bruto de México), de los cuales 99.28 por ciento corresponde a cuentas activas.
La captación bancaria se integra por tres rubros: depósitos de exigibilidad inmediata (incluye cuentas de cheques y ahorro); depósitos de nómina y depósitos a plazo.
Los de exigibilidad inmediata son los más afectados. En junio cayeron 3.56 por ciento de manera anual, la mayor baja desde abril de 2012 que existen datos disponibles. Este segmento, que representa 57 por ciento de la captación total, sumó cinco meses a la baja.
Los depósitos de exigibilidad inmediata son muy sensibles a la actividad económica. Tenemos una perspectiva de crecimiento cero, la economía está estancada”, señaló Coru, plataforma de asesoría en servicios financieros.
Esta disminución, agregó la consultoría, va a acompañada de la reducción que ha hecho el Banco de México a su tasa de referencia, “pero sobre todo a la expectativa de que la seguirá reduciendo, lo cual desmotiva a empresas y familias a ahorrar”.
- Banxico recortó el llamado precio del dinero dos veces en este año, con lo cual, la tasa bajó de 8.25 a 7.75 por ciento. Analistas anticipan que para el cierre de 2020 puede bajar a niveles de entre 5 y 6 por ciento.
- La captación bancaria alcanzó tasas de crecimiento de hasta 12.3 por ciento en 2016, para desacelerar a niveles de entre 7 y 8 por ciento en los años subsecuentes. Sin embargo, desde finales de 2018, ya registró avances por debajo de cinco por ciento.
“Esa situación también está ligada a la menor generación de empleo formal y el repunte del desempleo. Ambos repercuten en el ánimo de ahorro e inversión de la población”, comentó Héctor Magaña, coordinador de Análisis en el Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el último año, la tasa de desempleo aumentó de 3.3 a 3.6 por ciento de la población en edad de laborar, mientras que la creación de empleo formal cayó 37 por ciento en los primeros nueve meses del año./EL HERALDO DE MÉXICO-PUNTOporPUNTO