AGENCIAS
La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, advirtió hoy que si un crimen como la desaparición de 43 estudiantes en México no se esclarece, seguirán ocurriendo situaciones similares pues existe el riesgo de que la ciudadanía se acostumbre.
La argentina aludió en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara al caso de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa que desaparecieron el 26 de septiembre en Iguala, estado de Guerrero, a manos de policías y miembros del crimen organizado.
De acuerdo con la presidenta de la asociación civil dedicada a localizar y devolver a sus familias a los niños secuestrados por la última dictadura militar argentina (1976-1983), lo ocurrido en Iguala fue una «invitación» a la sociedad a que se condene «a convivir con los asesinos y que la historia se repita».
«Si esto no se esclarece, no se juzga y se condena; esto se repite porque es el mal ejemplo de que el Estado no se compromete, y si la sociedad no se compromete acompaña al Estado, a juzgar y condenar al que cometió un crimen», dijo.
De Carlotto, quien halló a su nieto Guido en agosto pasado tras más de tres décadas de búsqueda, se encuentra en México para participar en varias actividades de la FIL, en el marco de la participación de Argentina como país invitado a esta XXVIII edición.
Ignacio Guido Carlotto nació en cautiverio durante la última dictadura argentina después de que su madre, Laura, fuera detenida cuando estaba embarazada y asesinada después de dar a luz.
De Carlotto se encontró hace unos días con varios padres de los estudiantes desaparecidos, con quienes charló sobre su experiencia como luchadora por la verdad y les recomendó «no bajar las manos» nunca, «hacer visible su lucha» y «golpear en todas las puertas del mundo donde hay obligación de que les den una respuesta».
«Buscar pruebas, buscar evidencias, no desmayar. Ver qué más se puede hacer para saber la verdad. Por supuesto, lo más importante es buscarlos con vida; eso nunca se puede dejar», apuntó.
De Carlotto calificó este caso de «un delito de lesa humanidad» y contó que hablar con los padres la «retrotrajo a los 70, cuando estábamos nosotras también desesperadas, sin saber qué hacer, sin entender lo grave de la situación porque no cabía en nuestra cabeza que pudiera existir un plan sistemático de desaparición forzada de personas».
Recordó que tras años de lucha les pidieron que desistieran, pero ellas nunca cesaron ni cesarán de exigir justicia.
En la charla intervino uno de los padres de los desaparecidos, quien agradeció a la activista su apoyo y volvió a exigir la aparición con vida de su hijo y de sus compañeros.
Hasta los exteriores de la FIL trasladaron una exposición de cuadros con los retratos de los jóvenes desaparecidos que está recorriendo México para dar a conocer este caso.