SHEINBAUM tendrá que realizar malabares para conseguir EQUILIBRAR DESBALANCE entre sus GASTOS e INGRESOS

Los cálculos del CIEP mostraron que, la conclusión de las obras emblemáticas, así como un recorte en las tasas de interés promedio, podrá reducir el déficit público en 1.1% PIB

En la última milla del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la Secretaría de Hacienda sigue sacando la cartera, antes de pasar la estafeta a la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum.

Durante los primeros siete meses del año, los requerimientos de deuda del sector público incrementaron un 60% respecto al mismo periodo del año pasado. Si el año pasado, la Administración federal reportó en ese mismo periodo un desbalance fiscal de poco más de 620.300 millones de pesos, al cierre de julio de ese año el boquete asciende a más de 1,04 billones de pesos, la cifra más alta de la que se tiene registro en Hacienda desde 2008, año en que comenzó a publicarse este dato.

  • Los analistas advierten de que Sheinbaum tendrá que hacer malabares para conseguir equilibrar el desbalance entre sus gastos e ingresos, con un déficit público tan alto desde el primer día de su gestión.

En esta última parte del mandato, el Gobierno del presidente López Obrador no ha escatimado en gastos. Durante los primeros siete meses del año, el gasto público se elevó un 11% respecto al mismo periodo del año previo y alcanzó la cifra de 5,4 billones de pesos, mientras que los ingresos crecieron de forma más marginal, apenas un 3,3%, para llegar a 4,4 billones de pesos. Al interior, solo el desembolso en desarrollo social creció más de 10%, mientras que la inversión directa en infraestructura se elevó más del 15%.

  • La deuda neta del Gobierno Federal se ubicó en 14,1 billones de pesos con información a julio. Del total, 83,7% correspondió a deuda interna y el 77% de los valores gubernamentales se contrató a tasa fija, con vencimientos a largo plazo.

Los requerimientos financieros del sector público miden las necesidades de financiamiento del sector público para aterrizar las políticas delineadas en cada gobierno, ya sea por gasto directo, pago de intereses, amortizaciones de deuda y la ganancia o pérdida financiera. Estos requerimientos representan obligaciones de pago a cargo del Gobierno que se deben honrar en el tiempo.

  • Para este año, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, proyectó un déficit fiscal equivalente al 5,9% del Producto Interno Bruto (PIB), un nivel no visto en más de 30 años. El funcionario ha defendido este nivel de déficit tan alto con el argumento de que se trata de un alza puntual, necesaria para concluir las obras emblemáticas de esta Administración y no dejar pendientes para el siguiente sexenio, a manos de Sheinbaum, gabinete en el que también fungirá como secretario de Hacienda.
  • El director del sector financiero del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), Enrique Díaz-Infante, explica que el desequilibrio entre ingresos y egresos está aumentando porque en este Gobierno el gasto ha ido al alza, por ejemplo, en el pago de deuda, pensiones y programas sociales. Además, la depreciación acelerada del peso está elevando el costo de la deuda en dólares.

“Este desbalance entre los ingresos y los egresos no necesariamente se traduce en deuda, porque puede ser pagado con impuestos o con venta de activos. Muchas veces los gobiernos, y más aquellos electos, financian este déficit usando los ahorros que gobiernos anteriores o recortando el gasto, como lo hizo el Gobierno de López Obrador durante sus primeros cuatro años. El problema de financiar el déficit fiscal con deuda es que la misma tiene un impacto intergeneracional, es decir, lo pagan los gobiernos futuros con cargo al contribuyente”, abunda.

  • De acuerdo con las estimaciones de la Secretaría de Hacienda en los Precriterios de Política Económica para el próximo año, el déficit fiscal bajará a 3% del PIB —el nivel recomendado— en 2025. Sin embargo, analistas coinciden en que, para lograr esta meta, se requerirá que la próxima presidenta haga un fuerte recorte en obras e inversión social.

Datos reales, contradicen al Gobierno

  • México Evalúa calcula que, para disminuir el déficit de 5,9% a 3,5% el recorte del gasto público tendrá que ser, aproximadamente, de 516.100 millones de pesos, monto similar al presupuesto que recibió este año la Secretaría de Bienestar.
  • El especialista advierte de que de concretarse la reforma al sistema judicial en México, el entorno de las finanzas públicas podría agravarse aún más a partir del siguiente año debido a una contracción de la inversión privada y, por ende, un menor crecimiento económico.
  • Díaz Infante, indica que para lograr la reducción del déficit fiscal al 3% del PIB se requiere de una reforma fiscal que aumente los ingresos tributarios y así no recurrir a más gasto financiado con deuda.

“Las necesidades de inversión en infraestructura, salud, educación y seguridad, además del incremento en el pago de intereses de la deuda creciente, hacen prever que será necesaria una reforma fiscal que eleve los ingresos. Y es que, no es previsible que estos vayan a aumentar por un mayor crecimiento del PIB y menos con la incertidumbre que generaría la posible aprobación de la reforma al Poder Judicial”, zanja.

Crece 60% déficit público y alcanza nivel histórico

Los requerimientos de deuda del sector público incrementaron 60.1% al cierre de julio, al reportar un déficit de 1.043 billones de pesos, el monto más alto del que tiene registro Hacienda en los primeros siete meses de cada año.

  • El déficit fiscal, medido a través de los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) representan la diferencia entre las necesidades de gasto de la administración pública y sus ingresos, que provienen principalmente de la exportación petrolera y el cobro de impuestos. Un déficit indica que se gasta más que los ingresos generados.

De acuerdo con cifras actualizadas de Hacienda, en los primeros siete meses del año el gasto creció 10.8%, sumó 5.334 billones de pesos, mientras que los ingresos crecieron apenas 3.3% anual al reportar 4.440 billones.

En el último año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador el crecimiento en el gasto público se observa por un mayor monto destinado a proveer bienes y servicios a la población. Los recursos al desarrollo social registraron el aumento de 10.5%, el más alto del que se tiene registro en un mismo periodo.

  • También se vio disparado por el incremento en la inversión directa en infraestructura que creció 15.6% real anual, el crecimiento más alto para el periodo desde 2014. La cifra observada representó 64.6% del monto anual aprobado.
  • En tanto, la recaudación tributaria registró un alza de 6.1% real, hilando cuatro años de crecimientos continuos, en línea con el buen desempeño de la actividad económica y las medidas para reducir la evasión y elusión fiscal, detalló Hacienda en un comunicado.

Los ingresos por IVA se incrementaron 6.2% real anual respecto al mismo periodo de 2023, crecimiento superior al promedio de 4.2% de los últimos diez años. Por su parte, los ingresos por concepto del ISR se mantuvieron prácticamente constantes durante enero-julio.

Entre enero y julio, la recaudación total del IEPS se incrementó 44.8% real anual. Al interior, el nivel observado del componente de combustibles fue 1.9 veces lo alcanzado en el mismo periodo de 2023; en tanto que el componente distinto de combustibles creció 1.8% real anual.

Deuda de más de 16 bdp

De acuerdo con la información de la Secretaría de Hacienda, a junio pasado el Saldo Histórico de los RFSP –la deuda en su medida más amplia- alcanzó un monto de 16 billones 30,700 millones de pesos, lo que equivale a 47.8% del PIB.

  • Aunque el discurso oficial sea que la actual administración no ha endeudado al país, los datos lo desmienten. Para este último año de gobierno, la deuda pública (ampliada) se encuentra en su nivel más alto desde el 2000 que se tiene registro, y durante el primer semestre ascendió a 16 billones de pesos (…). El Gobierno mexicano no había tenido una deuda de esta magnitud en los últimos 25 años”, destacó la organización.

De acuerdo con Hacienda, López Obrador heredará a Sheinbaum una deuda de 48.6% del PIB, lo que considera un nivel estable y que no representa una presión para las finanzas públicas del país.

  • Respecto a la composición de la deuda, la Secretaría de Hacienda destacó que se ha logrado que el endeudamiento en moneda extranjera sea menor.
  • Los datos más actuales muestran que el SHRFSP externo representa 15.7% de la deuda total, el menor monto del que se tiene registro.

¿Podrá disminuir?

La expectativa de la secretaria de Hacienda es que se logre disminuir, el siguiente año, al menos la mitad del nivel del déficit público a través de una consolidación fiscal, con recortes al gasto y sin la implementación de una reforma fiscal.

En este sentido, analistas ven difícil que, sólo con recortes al gasto, los requerimientos financieros puedan llegar a un nivel de 3% o, incluso, de 3.5% del PIB en el 2025.

  • En días pasados, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) publicó un estudio en donde señaló que los recortes al gasto público y una menor tasa de interés serán insuficientes para llegar a 3% del PIB, por lo que se necesitará de mayores esfuerzos, como una reforma fiscal.
  • Los cálculos del CIEP mostraron que, la conclusión de las obras emblemáticas, así como un recorte en las tasas de interés promedio, podrá reducir el déficit público en 1.1% PIB y si bien, esto se podría combinar con un incremento de la recaudación en 0.8% del PIB por un combate a la informalidad, así como menor costo financiero, no sería suficiente para reducir el déficit a 3 por ciento.

“Para una consolidación fiscal efectiva y sostenible es necesario llevar a cabo una reforma fiscal integral, con discusiones sobre la ampliación de la base tributaria y sobre mejoras en la eficiencia del gasto. Debe considerarse la equidad fiscal, con cargas y beneficios justos entre todos los sectores sociales y entre las generaciones presentes y futuras”, señaló el CIEP.

  • Sin embargo, Claudia Sheinbaum, quien tomará la presidencia en poco más de un mes, ha dicho que, al menos, durante el inicio de su administración no se llevará a cabo ningún tipo de reforma fiscal, ya que aún es posible incrementar la recaudación a través de mejoras en los procesos y digitalización.

El próximo sexenio se debe alcanzar un equilibrio presupuestario

Claudia Sheinbaum, quien arrasó en la votación del 2 junio para la presidencia de México, tendrá bajo su mandato varios retos económicos que tendrá que resolver en el corto plazo, entre estos, disminuir el déficit fiscal, transformar el modelo de negocio de Pemex y la preparación rumbo a la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026.

  • En la think tank México, ¿cómo vamos? consideran que tendrá que haber un fortalecimiento de la Hacienda Pública, con el aumento de ingresos para cubrir gastos en salud, educación, seguridad pública y un sistema de cuidados.
  • También tendrá que repensar la asignación de recursos públicos con un análisis de rentabilidad social y financiera, así como mantener la sostenibilidad fiscal evitando más deuda para gasto corriente.
  • En los primeros cuatro meses del año, Hacienda reportó un récord en el déficit fiscal, pues se situó en 377,540 millones de pesos (mdp), el mayor monto del que se tiene registró desde enero-abril de 2021, cuando llegó a 132,820 mdp.

En tanto, la deuda pública alcanzó los 15.4 billones de pesos, incrementado 10.7% respecto a enero-abril de 2023.

Incrementar los ingresos

En las propuestas económicas Sheinbaum para su gestión, Sheinbaum ha mencionado que se van a garantizar los programas sociales del Bienestar, incluso ampliarlos, y en la parte de infraestructura, se va extender la red de trenes, carreteras, caminos, puertos y aeropuertos.

  • José Ignacio Martínez Cortés, Coordinador de LACEN-UNAM, apunta que para lograrlo se debe incrementar el gasto en programas sociales y escalar la inversión pública en infraestructura. De hecho, la ley dice que la solicitud de créditos por parte del sector público debe ser para invertir ese dinero en proyectos que ayuden a detonar la economía.

«Para ello se requiere de una reforma fiscal integral para impulsar el desarrollo humano con un crecimiento territorial sostenible», dice.

  • De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México «hay margen para recaudar más ingresos a partir del impuesto sobre la propiedad, los impuestos ambientales y hacer que el sistema tributario sea más eficaz y progresivo mediante la reducción de las deducciones fiscales que beneficien a los más ricos”.

Mariana Campos de México Evalúa considera que son necesarios cambios para generar ingresos, también porque el dinero que genera la venta de petróleo al país se ha ido reduciendo, y el próximo año será más bajo ante la previsión de un menor precio del crudo.

El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) refiere que es importante fomentar un debate público sobre las opciones disponibles y el tiempo necesario para alcanzar un equilibrio presupuestario.

  • «Esto no solo logrará estabilidad económica, sino que también protegerá el bienestar de las futuras generaciones».
  • Banca Mifel comenta que la futura presidenta disfrutará una “luna de miel” muy corta, porque debe atender de forma urgente temas asociados a finanzas públicas y a Pemex.

Agrega que el déficit fiscal no tiene precedente y no es sostenible, y se estarían sumando aproximadamente 16 puntos porcentuales del PIB a la deuda pública en un año./Agencias-PUNTOporPUNTO

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