SHEINBAUM recibirá a PEMEX con altos niveles de Deuda, Baja Calificación y Producción mermada

La compañía enfrenta vencimientos de deuda, especialmente asociadas a bonos, por unos 35,000 millones de dólares entre 2025 y 2030. Las amortizaciones de este año suman casi 11,000 millones de dólares, que cubrirá con ayuda del Gobierno.

En las oficinas de la Secretaría de Hacienda, principalmente en la del secretario Rogelio Ramírez de la O, hay una preocupación constante: la estatal Pemex, su deuda y el corto espacio fiscal que dejará el obradorismo a la administración de Claudia Sheinbaum para continuar lo que se ha denominado como “el rescate” de la compañía.

  • Ramírez de la O seguirá al frente de la dependencia –y de la estrategia de la compañía– por un tiempo indefinido. La virtual presidenta electa ya ha abrazado el proyecto como si fuera suyo.
  • Pero los resultados de los últimos años han sido pobres, la estrategia del obradorismo no ha resultado como se planteó hace ya casi seis años: la producción de petróleo continúa en caída y los recursos desde Hacienda cada vez son más escasos.
  • La deuda sí se ha reducido. Ha pasado de 105,792 millones de dólares al final del anterior sexenio a 101,499 millones hasta el primer trimestre de este año. Sin embargo, aunque la reducción ha sido positiva, resulta marginal, y nada asegura o da indicios de un buen escenario en el futuro próximo.

La pesada carga petrolera

Esto último no es un tema nuevo. La administración de Andrés Manuel López Obrador heredó un pasivo en constante aumento. Durante la última administración priista la deuda casi se duplicó y pasó de 64,332 millones de dólares en 2013 a 105,792 millones a finales del sexenio.

  • La presión ha acrecentado porque el gobierno obradorista se comprometió, desde hace un par de años, a cubrir las amortizaciones de la deuda y dar más certeza a los mercados.
  • A la par que crecerán las presiones por financiamientos –porque el Estado mexicano seguirá haciéndose cargo de las amortizaciones–, Hacienda enfrentará el siguiente año una considerable menor llegada de recursos petroleros por una baja producción de crudo y un precio de la mezcla mexicana más bajo al que se proyecta para este año.

Hacienda prevé que para el 2025 el precio de la mezcla mexicana de petróleo sea de 58.4 dólares por barril.

Así, el gobierno de Claudia Sheinbaum recibirá un Pemex mermado con una calificación crediticia en grado especulativo, altas tasas de interés –en parte fuera de su control– y una dependencia casi total a la Secretaría de Hacienda. La última baja en la calificación de Pemex la recibió de la calificadora Moody’s en febrero, con la reducción de dos escalones, de B3 a B1.

“Lo primero que debemos tener en cuenta es que se redujeron mucho las opciones, si es que las comparamos con las que tenía López Obrador al llegar a la presidencia en 2018. AMLO tenía cierto colchón en términos de que podía elevar la deuda y hacer otros movimientos que ahora en el caso de Claudia Sheinbaum no podrán hacerse”, dice Mariana Campos, especialista en finanzas públicas y directora del think thank México Evalúa.

“Al haber aplazado una reforma fiscal, los ingresos totales crecieron muy poco este sexenio, a pesar de haber tocado un récord en el cobro de créditos fiscales a empresas, los ingresos petroleros que ha recibido el gobierno para financiar el presupuesto de la Federación han ido decreciendo de manera muy importante”, añade.

  • Los últimos números de Hacienda indican que durante 2023 los ingresos petroleros representaron el 3.3% del Producto Interno Bruto (PIB), el porcentaje más bajo desde 2020 –cuando el precio del petróleo y el consumo de éste cayeron a niveles mínimos históricos–, según los datos oficiales. Además, el porcentaje es mucho más bajo que el registrado en anteriores sexenios, como el de Enrique Peña Nieto o Felipe Calderón, cuando se situaban entre 6% y 8% antes de la crisis del petróleo de 2015.

La baja se ha dado en mayor parte por la disminución de la carga fiscal que ha otorgado el gobierno federal a Pemex, principalmente mediante la reducción de la tasa de utilidad compartida –conocida como DUC–, que ha pasado desde un 60% en 2018 a un 35% este año. Los ahorros por este concepto, hasta el tercer trimestre del año pasado, habrían representado 457,000 millones de pesos para que la compañía lograra liquidez para así absorber sus obligaciones. Pero ese escenario no llegó,

Ya con este último número, el Instituto Mexicano de la Competitividad cifra los apoyos a la estatal en 975,000 millones de pesos en lo que va del sexenio. Sin contar algunas ayudas como inyecciones que ha dado Hacienda este año para que la estatal cubra adeudos con sus proveedores. Esta última variable ha llegado a un nivel máximo este año y ya rebasa los 360,000 millones.

Pemex continúa siendo dependiente del gobierno federal incluso para este último punto.

“A pesar de que se triplicaron las transferencias del gobierno hacia la petrolera, en realidad ese dinero fue para apoyarla con el pago de sus pasivos. Esto hizo que en realidad no se invirtiera en la empresa o muy poco, y eso no mejora el perfil de los ingresos de Pemex en el mediano plazo”, dice Campos.

La petrolera ha lidiado con su rentabilidad desde antes del inicio del sexenio, sobre todo por la fracción del negocio refinación. Pero en estos últimos años ha registrado su pérdida más alta, de 562,000 millones de pesos durante 2020. A partir de 2022 ha reportado ganancias que se explican en gran parte por el alto precio del petróleo y la baja en la carga fiscal. En el primer trimestre del año Pemex reportó utilidades por 4,700 millones de pesos.

«Los abultados compromisos financieros de Pemex no solo presionan a las finanzas públicas, sino también a la propia empresa, por ejemplo, en cuanto a gasto de capital, principalmente en el área de la exploración, que es donde reside el futuro del negocio petrolero», dice Adrián Duhalt, de la Universidad de Columbia.

Presiones para las finanzas públicas

Especialistas consultados por Expansión consideran que la situación de la petrolera y de las finanzas públicas puede mejorar con mayor inversión y una dirección enfocada en recuperar su productividad, más que en sanear sus finanzas a través de recortes y ayudas fiscales por parte de Hacienda.

Los analistas han dicho que lo ideal sería que en el sexenio de Sheinbaum se nombre a un CEO que se enfoque en las finanzas de la compañía y tome decisiones pragmáticas respecto a la compañía.

  • Ramses Pech, analista de la industria de energía y economía, y socio de Caraiva y Asociados-León & Pech Architects explica que las deudas de Pemex y CFE son un problema para las finanzas públicas porque estas se contabilizan en el total de la deuda pública. “Si hay una mayor incertidumbre y los mercados ven con buenos ojos lo que vaya a pasar de septiembre en adelante, vamos a tener un Pemex mermado derivado de que va a tener problemas para conseguir, ya sea vía la SHCP o ellos mismos, colocar las deudas que están por vencerse a una menor tasa de interés”, explica.

De aquí a la llegada del nuevo gobierno, el 1 de octubre, si hay mayor incertidumbre Pemex tendría problemas para, por su cuenta o a través de Hacienda, buscar financiamiento o refinanciar sus pasivos con menores tasas de interés. “Va a estar muy complicado que consiga una tasa por debajo de dos dígitos”, adelanta Pech. La petrolera ha descartado salir a los mercados internacionales, pero Hacienda ha colocado deuda para apoyar a la estatal.

A la par que crecen las presiones por financiamientos, Hacienda enfrentará el siguiente año una considerable menor llegada de recursos petroleros por menos producción de crudo y un precio de la mezcla mexicana más bajo al que se proyecta para este año.

Un director con experiencia en el sector

El equipo de Claudia Sheinbaum ha cifrado una producción estimada de 1.8 millones de barriles para su sexenio, alrededor de 300,000 barriles más de lo que se produce ahora.

Para el siguiente año, Hacienda prevé que el precio de la mezcla mexicana petrolera sea de 58.4 dólares por barril; 12.9 dólares menos al precio promedio previsto para este año, de 71.3 dólares. Así, los ingresos petroleros llegarán a 990,370 millones de pesos, 13.5% menos que lo esperado para el cierre de 2024.

Esto tiene implicaciones en las finanzas públicas, pues mientras se puede recaudar más por el IEPS que se cobra a la gasolina, no se puede compensar la falta de ingresos por menores precios del crudo, por lo que se enfrentarán presiones para incrementar los ingresos por otro lado, que son los impuestos.

«Vamos a ver una despetrolización de las finanzas públicas”, advirtió Arturo Carranza, director de Proyectos de Energía en Akza Advisors.

  • Pech considera que una de las formas para apaciguar las presiones a las finanzas públicas es que exista una forma de compensación a 10 años, en la que las deudas de Pemex se paguen a capital.
  • Miriam Grunstein, socia fundadora de Brilliant Energy Consulting, considera que se debe asumir que quien quede al frente de la dirección de Pemex en el siguiente sexenio será clave para darle oxígeno, y no asumir que quien esté al frente de Hacienda, en este caso Rogelio Ramírez de la O, sea la persona de rescatar a la petrolera.

“Por lo que está sonando veo que hay más personas del sector financiero, cuando quien debe estar al frente debe venir del sector energético para ver oportunidades de negocio, oportunidades de generación de valor. Tienes que hacer más rentable tu empresa, en vez de estarle recortando”, concluyó.

Sheinbaum prevé que Pemex refinanciará su deuda en 2025

Claudia Sheinbaum, dijo que prevé que la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex), la petrolera más endeudada del mundo, sea refinanciada antes de los próximos vencimientos de bonos en 2025.

“Bueno, tiene que ser necesariamente el 2025, porque hay una parte de vencimiento de la deuda que se viene el próximo año, y tenemos que trabajar en ello”, dijo en una entrevista durante la Convención Bancaria anual de México. El plan “muy probablemente nos los va a dejar ya el actual director de Pemex y el presidente en un esquema de largo plazo”.

Analistas e inversionistas coinciden en que el destino de Pemex será uno de los mayores retos que heredará la próxima presidenta de México. La deuda de la empresa ronda los 106 mil millones de dólares, de los que 6 mil 800 millones vencen en 2025.

Sheinbaum, ex jefa de Gobierno de Ciudad de México del partido gobernante Morena, se ha posicionado como sucesora natural del presidente Andrés Manuel López Obrador. La popularidad de AMLO, como se conoce al presidente, la ha ayudado a Sheinbaum a mantener un 58 por ciento de la intención efectiva de voto, según el Barómetro de Bloomberg, antes de las elecciones del 2 de junio.

Agregó que su equipo tendrá que construir sobre el plan que deje la actual Administración y dirección, estableciendo un calendario para que Pemex desarrolle otros planes de negocios.

“Hay que trabajar en dos esquemas. Por un lado, el refinanciamiento de la deuda y permitir que ese refinanciamiento esté asociado tanto a la producción de petróleo, la refinación del mismo y al mismo tiempo, la entrada de Pemex a otras fuentes de energía o a otros esquemas de generación eléctrica”, agregó.

  • La producción de petróleo y gas de Pemex ha caído a menos de la mitad de lo que era hace dos décadas. Para recuperar su producción, la reducción de la deuda es clave ya que el dinero que podría destinarse a reparar su infraestructura se utiliza en cambio para cubrir facturas impagas e intereses. La deuda de la empresa también ha impedido en gran medida su acceso al mercado, y la refinanciación de los bonos podría resultar costosa, ya que las tasas de interés mundiales siguen altas.

La compañía tiene aproximadamente 8 mil 800 millones de dólares en deuda con vencimiento en lo que queda de 2024, según su última presentación de resultados. El gobierno de López Obrador ha prometido cubrir la mayor parte.

Aunque analistas señalan que esta deuda será uno de los mayores retos del próximo Gobierno, la presidenta electa afirmó que su plan es factible y que trabajará en un modelo a largo plazo “para los próximos 30 años”.

  • Sheinbaum aseguró que la cogeneración de energía tiene en México “un potencial enorme” no solo para Pemex, sino para los parques de desarrollo industrial que pretende construir y otros esquemas de eficiencia energética.
  • Señaló que en los próximos 30 años es importante cumplir con las metas de la Convención de Cambio Climático, pero al mismo tiempo generar las inversiones que se requieren para el desarrollo del país.

Durante el Gobierno de López Obrador, Pemex ha dependido de exenciones fiscales e inyecciones de efectivo de Hacienda.

Incluso, emitió un decreto en el que el Gobierno eximió a Pemex de pagar los impuestos por el derecho de utilidad compartida y la extracción de hidrocarburos de octubre de 2023 a enero pasado.

Por ambos conceptos, Pemex debió entregar 86,640 millones de pesos por ambos conceptos en el último trimestre del año pasado, según el Sistema de Información Económica del Banco de México.

Las deudas de la «rescatada» Pemex aguardan a la nueva presidenta de México

El presidente mexicano ha dado una serie de pasos para tratar de llevar a la petrolera Pemex hacia una suave transición cuando entregue el poder en unos meses, dijeron tres fuentes, pero la estatal tiene demasiados desafíos financieros y las medidas podrían estar sólo corriendo la arruga hacia el futuro.

Con la sucesión que recaerá en Claudia Sheinbaum, Andrés Manuel López Obrador decretó en febrero pasado un multimillonario apoyo fiscal extra a Pemex, de unos 6,400 millones de dólares, como parte del «rescate» de la altamente endeudada estatal.

  • Eso se suma a los más de 90,000 millones de dólares, al tipo de cambio vigente, que la gigante habrá recibido en «apoyos» durante su sexenio -entre créditos fiscales, rebajas a la tasa de un derecho clave e inyecciones de capital- usados mayormente para pagar deuda financiera, de unos 106,000 millones de dólares.

Así, López Obrador ordenó hace unos días que se le condonara a Pemex el pago del Derecho por la Utilidad Compartida (DUC) y el Derecho de Extracción de Hidrocarburos de los últimos cuatro meses hasta enero por un monto que dos fuentes de alto rango de Pemex cifraron por separado en unos 110,000 millones de pesos.

  • Según una de las fuentes, eso servirá para reducir las deudas de Pemex con proveedores, de 17,200 millones de dólares al cierre de septiembre. La atribulada petrolera arrastra un patrimonio neto negativo por años y ha sido señalada a lo largo de su historia de haber sido usada con fines políticos electorales y centro de denuncias de corrupción.

«Todo forma parte de una estrategia de transición ordenada y de un aterrizaje suave para la próxima administración que entra en octubre», dijo la fuente de alto rango de Pemex, quien habló bajo condición de anonimato.

«Sin embargo, aún hay enormes desafíos no sólo por las enormes deudas -muchas de las cuales fueron heredadas- sino con todos los retos en su misma operación, producción, refinación. Por ahora se busca pagar las deudas fuertes de bonos de este año y parte de la de proveedores», agregó.

Aprovechando las rebajas impositivas que se han hecho, un Gobierno de Sheinbaum buscaría que Pemex fuera menos dependiente de los fondos del Gobierno, dijo una fuente vinculada a su equipo. Además perseguiría la promesa aún incumplida de López Obrador de alcanzar la «soberanía energética», según la cual México dejaría de importar combustibles para hacerlos en casa.

Física especialista en cambio climático, Sheinbaum, de 61 años, es una promotora de la transición energética a las renovables y defiende, al igual que su mentor político, la rectoría del Estado sobre los recursos naturales.

Rescate fallido

Según cálculos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) sobre los resultados financieros a septiembre, Pemex tenía que amortizar la mitad del saldo total de su deuda financiera en un plazo de cuatro años entre octubre del 2023 y septiembre del 2027, equivalente a 53,000 millones de dólares.

  • La compañía enfrenta vencimientos de deuda, especialmente asociadas a bonos, por unos 35,000 millones de dólares entre 2025 y 2030. Las amortizaciones de este año suman casi 11,000 millones de dólares, que cubrirá con ayuda del Gobierno.

«A pesar de todo lo que se le dio, las presiones de deuda para el 2024 y 2025 son muy fuertes. Pemex ha sido el fracaso fiscal del sexenio, un rescate que nunca lo fue», opinó Jesús Carlos Carrillo, del IMCO. Pese a los apoyos, la deuda financiera en términos nominales bajó de 1.99 billones de pesos en 2018 a 1.86 billones a septiembre pasado.

Y es que ahora por los altos costos tras rebajas de calificaciones crediticias, que la colocan en la categoría especulativa. La última vez que lo hizo, en enero del 2023, fue para colocar 2,000 millones de dólares al 10.375%.

Su director general, Octavio Romero, sostiene que los mercados y las calificadoras «castigan» a la firma, que asegura mejoró en el último lustro su desempeño en producción de hidrocarburos, refinación y baja de la deuda financiera.

  • Dos fuentes, una vinculada al equipo de Sheinbaum y otra de Pemex, dijeron que aún no se ha realizado alguna reunión formal entre directivos de la petrolera y la exalcaldesa para planificar alguna estrategia de transición.
  • Sin embargo, «muchas cosas ya vienen con el sello de presidente AMLO y se hacen», dijo la fuente de Pemex refiriéndose al mandatario, conocido por su acrónimo AMLO.

«Yo creo que ya rescatamos a Pemex», dijo el miércoles en su conferencia consultados sobre la condonación del DUC. «Pemex tiene una menor deuda que cuando entramos (…) nosotros preferimos transferirle fondos (…) a que Pemex contrate deuda a tasas altas».

Ni Pemex ni la oficina del presidente ni la Secretaría de Hacienda respondieron a solicitudes de comentarios para este artículo.

  • AMLO logró reducir en su gestión la tasa del DUC de Pemex desde un 65% a un 30%, para dejarle más fondos a la empresa, el mayor contribuyente del país. Y se aseguró de que para este año tuviera unos 200,000 millones de pesos para amortizaciones, que provendrán mayoritariamente por la vía presupuestaria.

«La idea es dejar un Pemex mejor de como se recibió», dijo una de las fuentes de la petrolera. «Pero no se han resuelto muchos problemas y los desafíos son fuertes», agregó, en referencia al recorte de presupuesto de inversión del 36% para la empresa este año.

Dejar de ser un lastre

Una de las fuentes vinculadas a Sheinbaum dijo que aunque aún faltan muchas cosas por definir sobre cómo será el manejo de Pemex bajo su eventual presidencia, la firma debería funcionar como una empresa «privada» en el sentido de ser eficiente, ganar dinero, fabricar combustibles para el país y dejar de ser una carga para el Estado.

«Todas estas rebajas tributarias buscan que Pemex tenga sus propios recursos (…) aunque su aporte a las arcas de Hacienda será menor que en el pasado también la empresa dejará de ser un lastre», agregó.

  • Luego de cinco años de gestión, la producción de crudo bajó desde 1.8 millón de barriles por día (bpd) a 1.6 millón de bpd, sin embargo la de condensados se disparó de la mano de nuevos descubrimientos, lo que permitió cifrar a Pemex la producción de crudo más condensados en 1.9 millón de bpd, apenas por encima de la administración previa.

Y la muy publicitada promesa de «soberanía energética» aún luce bastante lejos. Aunque las seis refinerías locales de Pemex aumentaron su procesamiento en un 30% en el lustro a 791,000 bpd en 2023, eso dista de la meta de al menos un millón de bpd.

  • Su producción de gasolinas localmente subió un 22% en los últimos cinco año a 252,000 bpd en 2023 y las importaciones bajaron casi un 30% a 419,495 bpd, muy por encima que lo que se fabrica en casa. Las ventas locales de gasolinas por parte de la estatal, entre locales e importadas, fue de 653,000 bpd en 2023.
  • Pero López Obrador sigue prometiendo que la soberanía está muy cerca con la producción de la refinería en Deer Park, Texas, y la de Olmeca -que arrancaría operaciones muy retrasadamente en unas semanas- así como con dos coquizadoras aún en construcción.

«Al interior de Pemex se sabe que las metas no se van a alcanzar este año (…) Pero en un año electoral las promesas son muchas», dijo una de las fuentes de la empresa.

Pemex adeuda casi 9.000 millones de dólares a proveedores y contratistas

El nudo financiero de Petróleos Mexicanos (Pemex), con una deuda total de más de 100.000 millones de dólares, pasa también por el impago millonario de más de 8.820 millones a contratistas y proveedores, un lastre derivado del atraso de pagos hasta por seis meses a un millar de compañías en los Estados de Campeche y Tabasco.

  • Las empresas petroleras, al punto de quiebra, han exigido durante meses una respuesta a la paraestatal. Al fin, esta semana, el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, se ha reunido con algunas de ellas y ha prometido que la llave de recursos para saldar dichos adeudos se abrirá más. Si en abril Pemex desembolsó 50.000 millones de pesos (3.000 millones de dólares), la última semana de mayo se desembolsarán 70.000 millones de pesos, unos (4.100 millones de dólares).

De acuerdo con los directivos de Pemex, en el primer trimestre del año, se destinaron poco más de 6.000 millones de dólares al pago de proveedores. El desembolso no ha sido suficiente para acortar la brecha de adeudos que aún restan en más de 8.800 millones de dólares, unos 148.000 millones de pesos, de saldos pendientes por cubrir para la diáspora de empresas que hacen servicios de perforación, extracción para la paraestatal. Un incremento de 59% respecto a los 88.791 millones de pesos registrados en el mismo mes del año pasado.

“El negocio de Pemex no está en jinetear el dinero de los contratistas, sino en el cumplimiento de sus metas, y solo se logran estas, si se cumple con los compromisos”. Esas fueron las palabras de Romero Oropeza a unos proveedores ansiosos por comenzar a facturar, según estas mismas fuentes.

  • Los directivos han prometido pagos similares de 70.000 millones de pesos también para junio, julio y agosto, a fin de ir cerrando la brecha de adeudos para su red de empresas. A pesar de la promesa de pagos, el escepticismo ronda sobre los empresarios que aún desconocen a quién le pagarán y cuánto se le pagará a cada contratista.

Una de las fuentes allegadas a estas reuniones detalló que en la justificación de Pemex por el atraso fue debido al poco margen de maniobra que tuvo la Secretaría de Hacienda el año pasado para apoyar en este renglón a la petrolera, debido a los subsidios que el Gobierno ordenó aplicar a los precios de las gasolinas.

  • Solo en 2022, los estímulos a los combustibles costaron al erario unos 396.000 millones de pesos y en 2023 estos subsidios supusieron un hueco de 195.500 millones de pesos. Este año, por el contrario, los estímulos a las gasolinas han desaparecido casi por completo, recursos, que los contratistas esperan sean reorientados a los adeudos.

El foco rojo de los contratistas se concentra en el sureste de México, en las costas del golfo de México, en los Estados de Tabasco y Veracruz. Luis Miguel Labardini, experto en temas energéticos, refiere que el impago a estas compañías se debe, en parte, a una mala administración al interior de la petrolera.

“El Gobierno federal ha mostrado un gran apoyo a Pemex a través de transferencias superiores a los 900.000 millones de pesos, desafortunadamente estos mismos 900.000 millones de pesos es la suma de las pérdidas de Pemex Refinación en los últimos cinco años” menciona.

  • El especialista refiere que aunque el Gobierno de López Obrador ha centrado su estrategia en reflotar a la maltrecha paraestatal, se ha priorizado el pago de la deuda bancaria y se ha dejado en segundo plano a los contratistas.
  • Solo durante los últimos tres meses de 2023 y enero de 2024, los estímulos fiscales otorgados a Pemex ascendieron a 112.000 millones de pesos, según las cifras Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

El adeudo de Pemex coincide con su debacle operativa. La petrolera estatal produjo en abril 1,47 millones de barriles de crudo diarios, su peor nivel en 45 años, de acuerdo con las cifras de la Comisión Nacional de Hidrocarburos. El dato supone una caída del 6% respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se extrajeron 1,5 millones de barriles de hidrocarburos.

Moody’s recortó calificación crediticia de Pemex

La calificadora Moody’s Investors Services bajó en febrero pasado la evaluación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) desde B1 a B3 con perspectiva negativa ante sus altos riesgos financieros.

  • La baja en la calificación a la petrolera está fundamentada en el deterioro de la calidad crediticia intrínseca que tiene, y en vista de las necesidades de efectivo crecientes, detalló Moody’s.
  • «La baja refleja las necesidades de liquidez incrementales de Pemex debido a mayores requerimientos de capital, un mayor costo de capital y a los elevados vencimientos de deuda que enfrentará en los siguientes dos a tres años.

«La compañía enfrentará mayores riesgos de negocio al continuar ampliando su capacidad de refinación y al tratar de incrementar su producción. La acción también toma en cuenta que la falta de medidas de Pemex para reducir su exposición a riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés), ha conllevado a algunos bancos a limitar su exposición a la compañía», refirió.

  • El complejo panorama de deterioro de las condiciones fiscales del Gobierno mexicano durante 2024 incrementa las dificultades para Pemex, pues Moody’s considera que el apoyo que recibirá pasó desde ‘muy alto’ a ‘alto’.
  • Indicó que el deterioro fiscal del Gobierno se debe a un aumento considerable de su déficit, impulsado por un mayor gasto social, costos de endeudamiento persistentemente altos y gastos elevados en proyectos emblemáticos.

«La baja también incorpora el riesgo de que la compañía podría realizar una transacción como un intercambio de deuda, una recompra o cualquier otra transacción que pudiera reducir la deuda a través de un importante descuento de par o cualquier otro cambio que Moody’s pudiera considerar como canje de deuda forzoso, lo cual se considera incumplimiento de pago bajo la definición de Moody’s», apuntó.

Con esto, Pemex queda solo a un paso de las calificaciones de riesgo sustancial, que van desde la Caa1 hasta la Caa3, advirtió.

  • Se espera un vencimiento de deuda que alcanzará los 13 mil 700 millones de dólares y una disminución importante en el flujo de efectivo operativo a causa del negocio de refinación, el cual generó pérdidas por unos 31 mil 500 millones de dólares entre 2019 y 2022.

Tan solo el 30 de septiembre pasado, Pemex reportó 4 mil millones de dólares efectivos para hacer frente a sus vencimientos de deuda por 10 mil 900 millones de dólares para 2024./Agencias-PUNTOporPUNTO

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