Inconsistencias financieras, de planeación y administración en la construcción del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles ponen en riesgo su entrada en funcionamiento en el año 2022, como lo tiene previsto el gobierno federal, aseguró la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en un par de informes publicados este sábado como parte de la revisión de la Cuenta Pública 2019.
- La ASF alerta que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), encargada de construir el nuevo aeropuerto civil y militar, ha incurrido en una serie de omisiones que comprometen la rentabilidad y la operación de una de las principales obras de infraestructura del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
- La Sedena no ha actualizado las proyecciones de demanda de pasajeros, su gestión de riesgos no es completa y tampoco presenta avances en las obras de interconexión entre el nuevo aeropuerto ubicado en Santa Lucía y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
El diagnóstico de la ASF advierte importantes carencias de la Sedena en su relación con otras dependencias de gobierno y organizaciones relacionadas con la aviación, así como una estrategia incompleta que conecte al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles con el aeropuerto de Toluca y el AICM.
“No contó con una estrategia integral de transporte y de interconexión terrestre entre los tres aeropuertos, por lo que existe el riesgo de que se afecten los beneficios esperados y se requiera de un mayor monto de inversión y, en consecuencia, el Estado no obtenga la rentabilidad originalmente esperada”, establece la auditoría 2019-0-07100-07-0069-2020 titulada “Proyecto del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles”.
- El organismo fiscalizador también advierte que la entrega de recursos para el proyecto no ha sido conforme lo prometido inicialmente. La Secretaría de Hacienda ha asignado en el presupuesto federal sólo 31 mil millones de pesos de los 68 mil millones que se condideran necesarios para la primera fase del proyecto entre 2019 y 2021.
- El dinero entregado es 45.7 por ciento menos que lo establecido en el análisis costo-beneficio del proyecto, por lo que la ASF advierte que el presupuesto debe incrementarse para los siguientes años o asignar recursos por otro medio a las obras del aeropuerto, de lo contrario no entrará en funciones como se tiene planeado y podría afectar la rentabilidad de la inversión.
La ASF apunta que no pudo conocer si los trabajos de construcción en el nuevo aeropuerto avanzan conforme a los plazos previstos, ya que en el programa general de obra no se establecieron metas anuales. Tampoco pudo cuantificar el porcentaje de avance de las obras, lo cual le impidió hacer un diagnóstico al respecto.
Sin permiso de SCT
En la auditoría 2019-0-07100-07-0067-2020 titulada “Efectos Regionales y Urbanos del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles (AIGFA)”, la ASF revela que la Sedena no tiene permiso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para construir un aeropuerto.
Mientras la Sedena respondió a la Auditoría que no necesita ningún tipo de permiso porque la construcción la realiza en un predio de su propiedad, la SCT no especificó a la ASF las causas por las cuales no otorgó concesión o permiso para construir el aeropuerto.
Además, destaca la ASF, la Sedena no acreditó contar con el documento que afirme que el terreno donde se construye el aeropuerto es de su propiedad.
La Auditoría plantea también los problemas que generará la operación de un aeropuerto mixto y la falta de regulación al respecto.
“Se comprobó que no hay normas, ni reglas para planear la construcción de un aeropuerto bajo la modalidad civil-militar, lo que puede presentar problemas futuros en caso de que en el país se construya un proyecto similar, así como en el proceso de operación del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles y las operaciones militares propias de la base aérea”, indica.
La ASF también exhibe la opacidad que ha caracterizado a la Sedena en todo lo relativo a la construcción del aeropuerto ubicado en Santa Lucía, en el Estado de México.
- “En el desarrollo de esta auditoría, no en todos los casos, los datos proporcionados por el ente fiscalizado fueron suficientes, de calidad, confiables y consistentes”, indica el organismo en su informe 2019-0-07100-07-0069-2020.
Hallan irregularidades por 236.3 mdp
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades financieras en la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles por 236.3 millones de pesos.
- De acuerdo con la fiscalización de la Cuenta Pública 2019, primer año de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizó contrataciones indebidas y tuvo omisiones administrativas en una de las obras insignias de la cuarta transformación.
- La principal irregularidad detectada en la terminal aérea que se construye en Santa Lucía, fue por 235.5 millones de pesos por la falta de documentación que justifique la adquisición de 49 predios aledaños al aeropuerto.
Respecto a contrataciones para la presentación del análisis del estudio de costo, beneficio y programa de inversión, la Auditoría detectó que el Ejército contrató a una empresa “multada e inhabilitada por la Secretaría de la Función Pública, sancionada por la Comisión Federal de Competencia Económica y contribuyente incumplido con el Servicio de Administración Tributaria y emitía comprobantes fiscales digitales inexistente”.
Sedena reserva información
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reservó la información sobre la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles con el argumento de que es asunto de seguridad nacional; sin embargo, la dependencia a cargo de Luis Cresencio no presentó las pruebas que expliquen cómo la entrega de estos datos vulnerará la operación.
Tras la revisión que hizo la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a la Cuenta Pública 2019, el órgano autónomo señaló que la Sedena “clasificó la totalidad de la información relacionada con dicha obra (Aeropuerto Felipe Ángeles construida en Santa Lucía) con el carácter de reservado en virtud de que su difusión compromete la seguridad nacional e interior”.
- No obstante, señala la ASF que “se identificó que al realizar la invocación de reserva, las pruebas del daño no guardaron corresponsabilidad con lo solicitado, ya que éstas son generales y no especifican la forma en que la entrega de la información vulneraría la operación de AIFA (Aeropuerto Felipe Ángeles) o la seguridad nacional”.
Explicó el órgano encabezado por David Colmenares que, si bien esta es una obra de ingeniería militar con funciones de seguridad nacional, también es una obra civil, por lo que pidió que “es necesario que la Sedena valoré qué información debería hacerse pública sobre el proyecto para garantizar el derecho del acceso a la información”.
Aeropuerto mixto sin beneficios
La ASF también señala que, tras su análisis a los dos al Análisis Costo Beneficio que presentó la Sedena, no identificó beneficios relacionados con que en el Aeropuerto Felipe Ángeles se realice operaciones civiles y militares.
- La Autoría menciona que la Sedena debería analizar las experiencias de otros países sobre aeropuertos mixtos con e fin de que en el diseño, construcción y operación del aeropuerto se aseguren operaciones armonizadas y sin inconvenientes para vuelos civiles y militares.
Además propuso a la Cámara de Diputados reformar la Ley de Aeropuertos para especificar qué es un aeropuerto civil-militar, cuáles son las características que este debe tener y cuáles son las reglas generales y específicas para planear la construcción de este tipo de obras.
Aumenta 128% el gasto
En plena pandemia por Covid-19 y con el lema de austeridad, el gobierno federal gastó 128% más de lo que se tenía presupuesto para el Aeropuerto de Santa Lucía en 2020, una de las tres principales obras del presidente Andrés Manuel López Obrador.
- Según un reporte del Centro de Estudios (CEFP) de la Cámara de Diputados, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) erogó el año pasado 12,257 millones 200,000 pesos, cuando el palacio legislativo de San Lázaro le etiquetó 5,372 millones 200,000 pesos; es decir, incrementó 128% el gasto contemplado para la obra.
- Tan solo en el primer trimestre de 2020, la Sedena ya había consumido 97% del presupuesto que le habían asignado para el aeropuerto. Hasta marzo, llevaban gastado 5,205 millones 200,000 pesos.
Este miércoles, López Obrador inauguró la base aérea de Santa Lucía, ubicado en el municipio de Zumpango, en el Estado de México. Se espera que la construcción del aeropuerto esté lista para el 21 de marzo de 2022.
- El complejo tendrá tres pistas, dos de ellas civiles y una militar. El costo total de la obra, incluyendo la conexión terrestre del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y diversas instalaciones militares, es de 82,136 millones 100,000 pesos. Se tiene previsto que el primer año atienda a 19 millones de pasajeros.
- Para este 2021, los diputados que en su mayoría son de Morena, partido de López Obrador, etiquetaron 21,315 millones de pesos para el aeropuerto, lo que significa un aumento de 9,057, millones 800,000 pesos con respecto a lo gastado en 2020.
Esto se da cuando el gobierno federal ha realizado varios ajustes en el gasto público bajo el argumento de “austeridad”. Por ejemplo, la desaparición de 109 fideicomisos relacionados con la ciencia, el deporte y la atención de emergencias.
Hace unas semanas, López Obrador aseguró que continuará los recortes al gasto oficial: “Yo soy partidario de que se reduzca el gasto del Gobierno, porque aún con la austeridad republicana todavía hay mucho gasto superfluo en el Gobierno. Hace falta reducir más el gasto del Gobierno”.
Las otras dos obras principales de López Obrador son el Tren Maya, para el cual se gasto 7,471 millones 200,000 pesos en 2020, y la refinería Dos Bocas, en Tabasco, en la que se erogó 43 millones de pesos. A ambas obras le han incrementado su presupuesto año con año.
Aeropuerto de Santa Lucía es construido con materiales del cancelado NAICM
El aeropuerto de Santa Lucía, se está construyendo con material heredado del otro proyecto del mismo tipo que hace dos años la actual administración se empeñó en cancelar: el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
- Así lo señala el medio El Financiero, haciendo referencia a información oficial a la que tuvo acceso, sbrayando que encontraron que a propósito del desmantelamiento del NAIM en Texcoco, mediante un contrato de donación por parte del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), se cedieron de manera gratuita elementos como tezontle, acero, material hidráulico, eléctrico y sanitario, así como campamentos, a la base aérea militar de Santa Lucía para su edificación a partir del 16 de diciembre de 2019 y hasta el año 2021.
Respecto a esto, dicho medio cita a Rogelio Rodríguez Garduño, doctor en Derecho Aéreo, quien advirtió que aunque la participación de las fuerzas armadas en la construcción del aeropuerto y la donación de los recursos es legal, deja mucho que desear en materia de transparencia.
«En el tema de transparencia no abona en lo absoluto, porque en los hechos la Sedena no está compuesta de albañiles o ingenieros, sino que subcontrata y en ese proceso hay una suerte de triangulación porque los que ejecutan la obra, los contratistas ya brincaron, es un puente que hace que se salten los procesos de licitación”, subrayó el experto para El Financiero.
Además, ese mismo diario señala que el contrato indica que los materiales del NAIM fueron donados por el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, una empresa de participación estatal mayoritaria, a título gratuito y sin condiciones a la Sedena.
- Entonces citan a René Armas Maes, vicepresidente comercial y socio de MIDAS Aviation, una firma de consultoría que se especializa en aviación en Londres. El analista indicó que la cancelación del NAIM fue un error que impidió a México ser un referente de la aviación.
- “La decisión de cancelar un megaproyecto como el del aeropuerto NAIM fue incorrecta. El aeropuerto fue diseñado para cumplir los requerimientos de crecimiento de demanda a futuro tanto para vuelos nacionales como internacionales con una capacidad de atención de pasajeros de tres veces mayor a la demanda registrada en el 2019”, declaró Armas Maes al medio especializado en finanzas.
Asimismo destaca que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que es la encargada ahora del aeropuerto en Santa Lucía, indicó que desde el 16 de diciembre de 2019 al 19 de septiembre de este 2020, ha movido unos 2.7 millones de metros cúbicos de materiales pétreos, a través del Sindicatos Unidos y locales de transportistas, a un costo de cerca de 653.4 millones de pesos.
- Así, con el acero estructural de Texcoco se realiza la terminal de pasajeros y la torre de control del aeropuerto de Santa Lucía, mismo que se sería inaugurado el 21 de marzo del 2022. La información consultada por El Financiero arroja también que los soldados mexicanos movilizaron, sin costo alguno, 27.4 millones de toneladas de acero, pero no entregó datos del suministro de este material que Grupo Gilbert Estructuras en Aceros, que además es contratista para el aeropuerto Felipe Ángeles, le habría vendido.
Además recuerdan que Gilbert fue la compañía ganadora para la compra de acero del cancelado aeropuerto en Texcoco, pero la operación fue echada para atrás por irregularidades en el proceso de licitación. Sin embargo toda la información de esa actividad está reservada por la Sedena, por cinco años, con el argumento de que la empresa estaba siendo auditada.
Y también añaden que el material hidráulico y sanitario que trasladado a la construcción en Santa Lucía –hasta ahora 14,066 piezas– también estuvo a cargo del Ejército, junto con la desmantelación de 10 campamentos, que serán utilizados como oficinas del personal que labora para el puerto aéreo Felipe Ángeles./Agencias-PUNTOporPUNTO