Noé Zavaleta
Foto: Yerania Rolón
La Fiscalía General del Estado (FGE) halló en un paraje los cuerpos de Marcos Peña Sobrevilla y Eduardo Abrego Flores, quienes se desempeñaban como agentes de Tránsito adscritos a la Delegación Veracruz.
Estos agentes regularmente eran canalizados al resguardo del titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, y del gobernador Javier Duarte.
Desde el pasado sábado siete de noviembre ambos se encontraban en calidad de desaparecidos. En una denuncia quedó constancia de que fueron privados de su libertad por un comando. Los agentes fueron “levantados” cuando se dirigían a resguardar el arribo de un funcionario de alto nivel.
Los cuerpos estaban semidesnudos, presentaban diversos golpes y signos de tortura; fueron degollados antes de morir.
El hallazgo de los cuerpos ocurrió en el mismo sitio donde los gobiernos federal y estatal ocultaron hace cuatro años el hallazgo de dos fosas con 28 cadáveres (Proceso 2036, actualmente en circulación).
Dicho sitio se encuentra a sólo 20 minutos de la boyante zona turística del puerto de Veracruz y Boca del Río.
Apenas la semana pasada fueron asesinadas cuatro personas en un inmueble en construcción del poblado de Antón Lizardo, entre las víctimas había otro elemento de la SSP.
Los cuerpos de los empleados de la SSP se encontraban en la brecha de Pemex, en la congregación de Portezuelo, misma que conduce a Mata Loma.
En un comunicado, la Fiscalía General del Estado informó que ya se activaron los protocolos institucionales.