Sector CONSTRUCCIÓN y AUTOMOTRIZ arrasa con la TASA de DESOCUPACIÓN

Durante el último trimestre del 2019, la tasa de desocupación fue de 3.5% de la población económicamente activa, este registro fue 0.1% inferior al del trimestre previo

Durante el último trimestre del año pasado, la tasa de desocupación fue de 3.5% de la población económicamente activa, en términos desestacionalizados. Este registro fue 0.1% inferior al del trimestre previo y 0.1% mayor al del mismo trimestre del año pasado.

En términos absolutos, el número de personas sin trabajo fue de 1 millón 942,071, cantidad superior en 113,480 personas respecto del cierre del 2018.

La tasa de informalidad se ubicó en 56.2% de la población ocupada, dato que es el menor para este indicador desde que el Inegi tiene registros. Sin embargo, la tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO), que mide las condiciones de empleo más precarias, se ubicó en un máximo histórico de 19.4% de la población ocupada.

Esta tasa incluye a las personas que se encuentran trabajando menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que laboran más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos.

No obstante, el Inegi aclara que, “por construcción, los indicadores de la ENOE que involucran a la población ocupada u otra variable clasificada en rangos de salarios mínimos son sensibles a los cambios en dichos salarios”.

Cabe recordar que el año pasado el salario mínimo subió 16.2%, a 102.68 pesos diarios y un año antes, en el 2018, había subido 10% a 88.04 pesos, lo que ha influido en la subida de la TCCO.

Construcción lastra empleo industrial

La crisis por la que atraviesa el sector de la construcción arrastró el empleo del sector industrial en el 2019.

Por primera vez desde el 2009, el año pasado se redujo el número de personas ocupadas en el sector secundario de la economía, cuya nómina cerró en 13 millones 788,402 personas, cifra 0.6% inferior a la del año previo, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para el cuarto trimestre del 2019, divulgados por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

El sector secundario de la economía abarca las industrias extractivas, la manufactura y la construcción, y absorbe a una cuarta parte de las personas ocupadas en México, que al terminar el cuarto trimestre del año pasado sumaron 55 millones 683,450 personas.

De acuerdo con las cifras del Inegi, al término del 2019 se habían perdido en el sector de la construcción 150,181 puestos de trabajo, con lo que la nómina del ramo quedó en 4 millones 225,402 trabajadores. El peso de esta categoría en el empleo industrial es, a su vez, de 30 por ciento.

El Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (Ceesco) ha considerado que los principales obstáculos que enfrenta el sector de la construcción se relacionan con la disminución de recursos públicos para el desarrollo de infraestructura con una adecuada visión a mediano y largo plazos.

“El deterioro de la actividad productiva de la industria de la construcción en el 2019 fue, entre otras, disminución en la ejecución de la inversión física presupuestaria, al registrar una contracción de 14% en el periodo enero-noviembre, en relación con el mismo periodo del 2018. Los recursos destinados al desarrollo de infraestructura para el abastecimiento de agua potable y alcantarillado, así como al de comunicaciones y transportes, registraron caídas de 44.5 y 20.8%, respectivamente, durante el periodo”, detalló en un reporte.

A noviembre del año pasado, el valor de la producción del sector construcción marcaba un derrumbe de 7.7 por ciento. Ese mes el indicador ligó además 17 meses de retrocesos.

En el caso de la manufactura, siguió creciendo el número de personas ocupadas, pero el alza fue de apenas 0.9%, la más débil en más de una década. En esta rama industrial se encontraban ocupadas 9 millones 172,562 personas al término del 2019, esto es, dos terceras partes de los trabajadores ocupados en la industria.

En la rama de industrias extractivas la nómina descendió 2.1% a 390,438 trabajadores. Aquí se emplea apenas 2.8% de la población ocupada en el sector secundario.

De acuerdo con el Inegi, al cierre del año pasado 1 millón 488,842 personas se habían incorporado a las filas de la población ocupada del país, un alza interanual de 2.7 por ciento.

La pérdida de empleos en el sector secundario fue así más que compensada por el aumento en el empleo en el sector terciario o de servicios, que fue de 1 millón 500,358 personas. La rama con la mayor aportación fue el comercio, con 832,933 incorporaciones, que significaron una notable alza de 8.3% interanual.

Industria automotriz pierde 5 mil empleos formales

Cuatro años de caídas en las ventas del sector automotriz tuvieron como resultado la pérdida de cinco mil empleos formales, informó ayer Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).

Además, los meses que lleva en crisis la industria han dado pie a que por vez primera en 10 años el incremento de los precios de los vehículos sea menor a la inflación.

Hoy, en México, los autos son entre 30 y 40 por ciento más baratos que en el resto de América, pero pese a ello no hay suficiente demanda, enfatizó el directivo.

  • En la medida en que se apila esa tendencia a la baja, crece la proporción de vehículos usados en el al país. Por ejemplo, el año pasado sumaron 159 mil 446, cifra que, al medirse respecto de 2018, exhibe un incremento de 12.5 por ciento anual.

El escenario ha dado pie a que la industria de distribución –donde se reporta la eliminación de plazas– y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz promuevan un programa de apoyo al sector que, hasta el momento, no ha tenido resonancia en el gobierno federal, denunció Rosales en conferencia de prensa.

  • Las principales medidas plantean una iniciativa de ley para que sea más sencilla la recuperación de prendas sujetas a financiamiento. Con dicha garantía, aseguró, se fomenta que las marcas puedan otorgar más crédito para impulsar el mercado interno, dado que el financiamiento automotriz cayó 9.2 por ciento el año pasado.

También se busca que, por conducto del gobierno federal y la banca de desarrollo, se promuevan programas de garantía que faciliten a pequeñas y medianas empresas cambiar sus flotas.

El punto en que ha sido más enfática la industria es el de prohibir la entrada de vehículos usados al país. Tampoco es descubrir el hilo negro. Dichas medidas ya se han llevado a cabo, resaltó.

  • El directivo denunció que bajo el impulso del gobernador Jaime Bonilla, en el Congreso de Baja California hay una iniciativa que promueve la entrada de vehículos que son desecho de Estados Unidos, sin que a su parecer medie una política clara de la administración federal.
  • En ningún momento el presidente ha dicho que va a regularizar los vehículos ilegales, pero tampoco que no lo va a hacer. Esa ambigüedad, a nosotros, nos mantiene también en la incertidumbre y la preocupación, aseveró Rosales y exigió a López Obrador que se defina sobre el tema./EL ECONOMISTA-PUNTOPporPUNTO

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