La industria de la construcción lo intenta mes a mes, pero en el 2019 no ha logrado igualar el número de empleos que generó durante el ejercicio pasado. Al contrario, al cierre de la primera mitad del año ha perdido más de 133,000 puestos de trabajo respecto de junio del 2018, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Este derrumbe en el empleo es el mayor de todos los sectores económicos del país en lo que va del 2019. José Cruz Hernández lo sabe, apenas hace un mes consiguió trabajo en la construcción de un edificio en la Ciudad de México. Había pasado mes y medio preocupándose, como nunca, por emplearse como albañil.
- “La mera verdad a mí no me gusta trabajar con empresas. Siempre ando por mi cuenta, en otras obras pequeñas, pero ora sí no me quedó de otra”, comparte en entrevista. Su contrato no durará mucho, termina a finales de septiembre. “Orita (sic) no me quiero mortificar, pero, híjole, después no sé qué va a pasar”.
Iván Arias, director de Estudios Económicos de Citibanamex, esboza una respuesta: “No tenemos un pronóstico específico para el empleo en la construcción, pero esperamos una caída de 2.5% anual” de esa industria a finales del 2019.
En el 2020, expone, la contracción será menor, de 1.1 por ciento. Sin embargo, “tardará todavía un tiempo en recuperarse”.
El déficit de trabajo en la construcción continuó en el arranque del segundo semestre. De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de la Secretaría del Trabajo (STPS), el comportamiento anual observado en julio del 2019 es el peor en una década.
- Para julio de 2009 el IMSS reportó una pérdida anual de 100,000 empleos del sector. Tras dicha caída comenzó la recuperación. La racha positiva se interrumpió este año, en el primer mes del segundo semestre había asegurados 1 millón 673,959 trabajadores de la construcción, 38,733 menos que en julio del 2018.
- “Desde finales de 2018 inició la desaceleración en el empleo formal de la construcción”, señala Arias.
- Antes de 2017 el empleo tuvo un crecimiento anual de 5.6%, afirma. Pero para diciembre del año pasado “tan sólo creció a una tasa anual de 0.6% y para mediados de este año la disminución fue de 2.3%”, agrega.
Menos obra, menos empleo
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi, al cierre de junio del 2019 había 4 millones 333,126 trabajadores dedicados a la construcción, un déficit de 133,427 personas respecto de mediados del año pasado.
Este declive del empleo, el más grande de todos los sectores de la economía, ha sido provocado por “la desaceleración de la industria de la construcción”, apunta el analista de Citibanamex.
- Según el Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CEESCO), de enero a mayo del 2019 el valor de producción a nivel nacional fue de 211,586 millones de pesos, una “reducción de 5.1% con relación al mismo período de 2018”. En estados como Zacatecas la contracción llegó a 48 por ciento.
- A su vez, esta desaceleración se debe a la disminución de inversión pública y privada, explica Iván Arias. Por un lado, el gobierno está gastando menos en infraestructura. Por el otro, las empresas, “en un ambiente de incertidumbre por factores internos y externos, están mostrando cautela para invertir”.
- En el arranque del año, de las obras en las que participaron las empresas de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, 37% fueron públicas y 67%, privadas, de acuerdo con el CEESCO.
La clausura de obras y el retraso de permisos de construcción han contribuido a este escenario, apunta Roxana Fabris, directora de la Fundación Construyendo y Creciendo. “También el aplazamiento de la publicación de política de vivienda y la desaparición de subsidios”.
Manos que construyen el país
José Cruz gana 7,000 pesos al mes. Le ha tocado hacer techos de concreto, resanar paredes y colocar azulejos. Nació en el Estado de México, tiene 43 años, dos hijos y la primaria inconclusa. “Desde los 15 empecé a trabajar en la obra. Ya para esta edad tengo mucha experiencia, pero no la toman en cuenta”.
- Según Roxana Fabris, 34 de cada 100 albañiles estudiaron sólo la educación primaria. La formación educativa y la poca capacitación del trabajo los deja aún más vulnerables al desempleo, señala en entrevista.
- La fundación que dirige se encarga de ayudarles a terminar su educación básica, además de enseñarles habilidades blandas para que puedan desempeñarse mejor, comenta. “El trabajo de la construcción es muy corto y muy desgastante. Por ejemplo, si los contratan para colocar pisos sólo estará unos meses en la obra y ya”, expone.
- Además de los embates que están sufriendo por la falta de obra pública y privada, constantemente padecen discriminación y estigmas, subraya. “Se les considera flojos, borrachos, trabajadores de segunda. Muy pocos ven que, literalmente, sus manos han construido las ciudades”./FACTORCAPITALHUMANO-PUNTOporPUNTO