Se MULTIPLICAN CARENCIAS en México; el 55% de la POBLACIÓN Rural vive en MISERIA GENERACIONAL

México ocupa el décimo segundo lugar entre los mayores productores agroalimentarios del mundo; en contraste, 55 por ciento de la población rural vinculada a la producción vive en la pobreza,

Imagen: Internet

Tras agradecer a su gabinete, el presidente de la República aseguró que tiene muy claro que “se debe seguir dando a los más pobres y necesitados. Debemos seguir aplicando el criterio de que, por el bien de todos, primero los pobres”. Pese a lo anterior, la población mexicana en pobreza extrema aumentó 11.2% en 2019 y 11.2% en 2020. Eso fue más de 10 veces el crecimiento poblacional entre 2018 y 2020.

  • Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, los dólares (remesas) enviados por los connacionales en Estados Unidos a México, junto con “otra cantidad similar que se destina del presupuesto público a los distintos programas de bienestar, es la esencia de nuestra estrategia para enfrentar la crisis. En otras palabras, con esta inyección rápida y directa de recursos a las familias, se ha fortalecido la capacidad de compra o de consumo de la gente y con ello se ha podido reactivar pronto la economía”; palabras emitidas durante su discurso del Tercer Informe de Gobierno.

Pese a esa postura, el recuento de la pobreza en México por parte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) muestran que entre 2018 y 2020, la población mexicana en pobreza extrema aumentó en 2.1 millones de personas o lo que es lo mismo 23.7%, al pasar de 8.8 a poco más de 10.8 millones.

Ese incremento significó una tasa de crecimiento promedio anual (TCPA) de 11.2 por ciento. Es decir, cada año del periodo señalado aumentó a ese ritmo.

  • Por su parte, la población en pobreza aumentó en 3.5 millones o 6.7% al llegar en 2020 a 56 millones, y la TCPA fue de 3.3%. En ese mismo periodo, la economía medida a través del PIB se desplomó 8.5%, lo que significó una TCPA de -4.3 por ciento.
  • López Obrador resaltó que en su administración “sin lujo ni frivolidad, hemos podido cumplir los compromisos de no endeudar al país, no aumentar impuestos, no subir los precios de los combustibles y lo más importante, esta nueva política económica fincada en la moralidad, nos ha permitido financiar programas sociales para el bienestar de nuestro pueblo, en especial para los más pobres y marginados”.

El Presidente también resaltó que con la pandemia, su gobierno decidió “reforzar los apoyos sociales ampliando el presupuesto destinado a la gente. Se entregaron más de tres millones de créditos a pequeñas empresas del sector formal e informal”. Pero ese apoyo contrasta con los datos de marzo pasado del Inegi.

En una encuesta se reveló que el 96.2% de las empresas encuestadas no recibieron apoyos para paliar los efectos de la crisis sanitaria por el SARS-CoV-2. Según el reporte, sólo el 3.1% recibió apoyos del gobierno, que para el caso podría haber sido federal, estatal o municipal.

  • Casi cuatro de cada 10 empresas consideró que el principal apoyo que requerían eran las
    exenciones o reducciones fiscales; el 35% consideró el diferimiento de impuestos y el
    34% (de las opciones múltiples) vio como prioritaria una transferencia de efectivo.
  • Para López Obrador, uno de los indicadores para reflejar que no hubo una crisis de
    consumo es que en los primeros ocho meses del año, las ventas en tiendas departamentales crecieron 34 por ciento.

Además de que otro indicador a resaltar fue que “no se han registrado saqueos a
comercios ni actos de vandalismo o desesperación por hambre o desatención a las
necesidades básicas de la gente”.

Datos del Inegi también desmienten dicha aseveración, ya que en los primeros nueve
trimestres (de enero de 2019 a marzo de 2021) del gobierno de la Cuarta Transformación,
sólo tres veces aumentó el consumo privado. Incluso, desde enero del año pasado a
marzo de 2021, dicho indicador acumula cinco trimestres en caída libre.

Auge en el agro no reduce pobreza de la población rural

México ocupa el décimo segundo lugar entre los mayores productores agroalimentarios del mundo; en contraste, 55 por ciento de la población rural vinculada a la producción vive en la pobreza, además de que uno de cada cinco campesinos, no percibe ingresos monetarios por su actividad, revelan datos oficiales.

  • Margarita Flores de la Vega, catedrática de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), menciona que en 2020, pese a la pandemia de Covid-19, el campo registró un superávit de 12 mil 600 millones de dólares, según cifras del Banco de México, el mayor desde que hay registro; sin embargo, subsiste y se ha reforzado una estructura de desigualdad.

En este sentido, la especialista explicó que México comparte muchos de los rasgos de la estructura de la agricultura en el mundo, en la que nueve de cada 10 unidades de producción son familiares, con un tamaño promedio inferior a las dos hectáreas. Esas unidades son responsables de 80 por ciento de la producción de alimentos del país.

No obstante, dijo, desde el punto de vista laboral, llama la atención que 36 por ciento de los trabajadores del campo lo hacen por su cuenta, 10 por ciento no recibe remuneración, 7 por ciento son empleadores y 47 por ciento son subordinados y remunerados.

“Lo anterior nos arroja que una quinta parte de los trabajadores del campo no percibe ingresos, para 65 por ciento, su ingreso mensual equivale a dos salarios mínimos y 36 por ciento gana sólo un minisalario. Es decir, el ingreso de esta población está por debajo de la línea de pobreza para mantener apenas a 2.5 personas”, destacó Flores de la Vega, quien publicó un artículo al respecto en la Revista de economía mexicana, de la UNAM.

En su mayoría, las personas que se desempeñan en el campo forman parte del sector informal de la economía, con trabajos estacionales, sin seguridad social y sin cuidados de seguridad e higiene en el trabajo.

Mientras esto sucede, apuntó, en los pasados cinco años el sector agropecuario y la industria alimentaria (incluidas la de bebidas y tabaco) han tenido un mejor desempeño comparado con el del conjunto de la economía. Y en los dos más recientes (2019 y 2020) han crecido mientras la economía se contraía.

  • Entre los productos agroalimentarios que tienen mayor presencia en el mundo destacan en primer lugar, la cerveza, seguido por el aguacate, con una diferencia notable de 40 por ciento; los frutos rojos y bayas –incluidas en la denominación de berries–, el jitomate, el tequila, los pimientos y la carne de bovino, los cuales dejan al año alrededor de 17 mil millones de dólares en exportaciones.

Para la investigadora de la UNAM el crecimiento económico del sector agroalimentario es muy importante para el país, pero no puede seguir por la misma ruta. Y si bien importa qué se produce, cómo y qué alimentos suministra, también debe tener un lado social que permita atender la problemática de los habitantes del campo./Agencias-PUNTOporPUNTO

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