Hoy, el paraíso que buscaba arrebatarle la corona turística a Cancún, es un infierno por la inseguridad, el narcotráfico, el ecocidio, la desigualdad, la corrupción y la complicidad y permisividad de las autoridades encabezadas por el alcalde que busca la reelección: Víctor Mas Tah.
- En Tulum, la violencia está arraigada en la sociedad, prácticamente hay balaceras todos los días y el narcomenudeo reina y controla gran parte de los destinos turísticos y las vidas de los habitantes del municipio.
- Y quienes deberían de protegerlos, la policía local, se encarga de extorsionarlos y golpearlos sin importar si son turistas o locales, pobres o ricos, como ocurrió con Victoria Salazar, asesinada a finales de marzo por uniformados del municipio.
En la punta de la pirámide de la violencia y el desfalco se encuentran las autoridades, a quienes los habitantes señalan de tener nexos con el narcotráfico. Mientras que la Auditoría Superior del Estado de Quintana Roo les ha comprobado un daño al erario municipal por más de 21 millones de pesos, solo durante el ejercicio fiscal de 2019.
EJECUCIONES TODOS LOS DÍAS EN TULUM
Las cervezas quedaron a la mitad y la fuerte música de reguetón fue opacada por una serie de detonaciones de arma de fuego. Durante la madrugada del pasado 4 de mayo, dos hombres abrieron fuego contra La Barrita Cantina Mexicana, un bar apenas inaugurado el 25 de diciembre del 2019 y ubicado en el corazón de la vida nocturna de Tulum.
Testigos del ataque comentan que las personas a bordo de una motocicleta entraron al bar y dispararon en al menos 6 ocasiones contra otros dos sujetos que se encontraban bebiendo.
- Después de las balas llegó el miedo y el caos facilitando que los dos atacantes huyeran del lugar sin ser identificados. Entre los cartuchos percutidos y las cervezas derramadas yacía el cuerpo de Diego, un hombre que falleció al instante y su acompañante que fue herido por una bala en los glúteos.
- Horas después, pasado el medio día del lunes 4 de mayo, un reporte de incendio movilizó a los bomberos y a la Guardia Nacional. Un bar, que estaba a unas semanas de ser reinaugurado y que se ubica también en el centro de Tulum, se consumía por el fuego sin causa de origen aparente.
Especialistas, testigos y vecinos de la zona aseguran que en ambos casos la constante fue la misma: el crimen organizado.
“Es una desorganización total, hay una abrumadora presencia de personas armadas en los comercios, en los bares, en los restaurantes, hay pistolas, metralletas en todos lados y no hay ningún tipo de control. Hay ejecuciones todos los días, balaceras todos los días, pero no hay enfrentamientos entre las fuerzas públicas y los delincuentes, eso jamás”, comenta Rafael Barajas Valenzuela, director del Observatorio Ciudadano de Tulum.
- De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el año pasado, 49 personas fueron asesinadas en el municipio de poco más de 46 mil habitantes.
- Los homicidios dolosos del 2020 representaron un 44 por ciento más que las carpetas de investigación abiertas por ese mismo delito en 2019 y un 104 por ciento más que la media nacional.
El aumento de este delito en el municipio ha crecido aceleradamente, las 49 personas asesinadas representan un 544 por ciento más que los 9 homicidios registrados apenas en 2015.
A la par, otros crímenes también han aumentado, las carpetas de investigación abiertas por narcomenudeo (53) crecieron 783 por ciento en 2020 respecto al 2019, cuando solo se abrieron 6 por dicho ilícito. Antes de esa fecha no se tenía registro de alguna incidencia por este crimen.
- La extorsión ha crecido exponencialmente, durante 2019 y 2020 se reportaron 41 incidencias de dicho delito mientras que de 2015 a 2018 no hubo ninguna.
- La tendencia de la ola de crímenes va en un aumento luego de que en los primeros tres meses de este año se reportaran al menos 13 personas asesinadas en Tulum.
Fuentes consultadas por Reporte Índigo que prefirieron el anonimato por miedo a represalias revelaron que la violencia en la región va aumentando conforme avanzan las campañas electorales, ya que entre los candidatos punteros se encuentran las cabezas de dos familias que no solo buscan el poder, sino controlar la venta de drogas en la región a través de los dos grupos delictivos principales: “Los Pelones” presuntamente afines al exalcalde Marciano Dzul Caamal (Morena-PT-PVEM) y “La Barredora” de Víctor Mas Tah (PAN-PRI-PRD).
“En Tulum hay siete grupos delictivos, dos que operan con más fuerza y tienes una campaña electoral en la que hay alguien que está propiciando violencia, alguien que no solo crea noticias falsas, sino que propicia violencia para ganar. Además tenemos a policías que no son policías, entonces, ¿qué debemos de esperar a cambio?
“Aquí en Tulum todos nos conocemos y no es secreto que la familia paterna de Víctor ha estado relacionada con el narcotráfico, pero del otro lado (de Marciano Dzul Caamal) tampoco son blancas palomitas”, reveló la fuente.
Estas relaciones de poder con el crimen organizado en Tulum fueron reafirmadas por Rafael Barbas del Observatorio Ciudadano, quien harto de vivir bajo amenaza de muerte decide hablar libremente del tema.
“La política está entrelazada con el narco, hay acusaciones contra Victor Mas y Marciano Dzul, que han sido presidentes municipales y a quienes se les conoce que manejan los cárteles, los grupos de ventas de droga.
“La guerra que vemos en Tulum de ejecuciones diarias es una guerra narcopolítica, en donde el grupo que se imponga va a ser quien gane las elecciones. Estamos en manos de delincuentes disfrazados de políticos, de servidores públicos y de policías, esta es la gente que está llevando a Tulum al infierno”, expone.
LIMPIAR LA POLICÍA DE TULUM
En Tulum los policías municipales y del Mando Único patrullan con el rostro cubierto pese a los más de 30 grados centígrados de calor. En el municipio, la gente le tiene miedo a los uniformados, y ellos, le temen cada vez más a la sociedad.
Detrás de la ofensiva contra los abusos y brutalidad policiaca que se registran en la región, se encuentra Rafael Barajas Valenzuela, director del Observatorio Ciudadano de Tulum.
- En agosto de 2018, él y su pareja fueron víctimas de violencia física y extorsión a mano de los policías.
“Nos atacó la policía una noche, atropellaron a mi pareja mientras iba en su bicicleta. De la manera más ruin y cobarde, estos encapuchados que rondan las calles de Tulum con metralletas se bajaron y la arrestaron, ella se defendió.
- “Cuando regresé a ver por qué no llegaba a la casa, vi a casi quince elementos encapuchados golpeándola y sometiéndola. Comencé a grabar y a confrontarlos, se me fueron encima”, narra.
- Los policías le arrebataron el celular, y lo destruyeron. A él lo golpearon y junto a su pareja lo subieron a las bateas de dos patrullas distintas.
“Por horas nos tienen dando vueltas, golpeándonos y finalmente nos llevan a la comandancia en donde el juez cívico que estaba ahí y el médico legista se encuentran coludidos con estos delincuentes que se dedican a extorsionar ciudadanos.
“Me decían, ‘vamos al cajero, ya estás muy golpeado y a tu novia ya nos la cogimos todos, ya vamos al cajero para dejarlos ir’, yo escuchaba los gritos de mi pareja, escuchaba que se intentaba defender y les suplicaba que ya la dejaran. No cedimos hasta que llegó la luz del día, rompió el alba y nos dejaron de golpear. Nos dejaron en la celda, ensangrentados, molidos a golpes y hasta las tres de la tarde del día siguiente fuimos liberados por otro juez”, recuerda.
- A raíz del abuso que sufrieron, Rafael y su pareja comenzaron una ofensiva legal y de protesta contra los policías, a la que se fueron sumando más y más personas víctimas de su brutalidad. Sin importar color de piel ni estatus económico todos padecían abusos por parte de los uniformados.
“Así le ha tocado a muchos turistas y a muchos ciudadanos que viven aquí en la comunidad, todos vivimos aterrorizados por esa actuación de estos criminales con uniforme.
Vivimos amenazados de muerte tanto por los policías como por el secretario de Gobierno Enrique Rodríguez. A raíz de que comenzamos a defendernos creamos esta tecnología social del observatorio ciudadano para contactar a otras víctimas y ayudarlos.- Rafael Barajas Valenzuela, Director del Observatorio Ciudadano de Tulum
- “Las personas han entendido que se pueden defender, el gran reto es cambiar la cultura del miedo que la gente de Tulum le tiene a la policía. Todos queremos que venga el turismo, pero no hay turismo sin seguridad pública, queremos un turismo digno, que el dinero se quede aquí y que se vea en la mejora de la calidad de vida de la gente. Es un infierno tener que ver este turismo tóxico y caníbal que está devastando Tulum”, lamenta.
OLA DE VIOLENCIA CUESTA MÁS DE 24 MDP
El costo económico que ha generado la violencia en Quintana Roo, en lo que va de 2021, es alrededor de 24 millones 60 mil pesos.
- De acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SNVE), hasta la primera semana de abril, en el estado se han registrado 401 personas heridas por arma de fuego o punzocortante. Cada paciente genera un gasto aproximado de 60 mil pesos, sin embargo esta cifra puede aumentar, ya que depende de la gravedad del paciente, dio a conocer Aurelio Espinoza Rojas, director del Hospital General de Cancún.
Una vez estabilizados, se ponen a disposición de las autoridades correspondientes para que ellas tomen las decisiones posteriores a la hospitalización.
En el caso de las heridas provocadas por un arma punzocortante, se deben hacer varios estudios. Por ejemplo, si es una lesión en el abdomen, es candidato para entrar a una cirugía de laparoscopía, para verificar la parte que fue dañada. Si es la herida es en el tórax, generalmente se le coloca una sello de agua para drenar el neumotórax
Estos pacientes quitan un espacio que debería ser otorgado a una persona, que tal vez sufrió un accidente o enfrenta un padecimiento grave.
- La violencia cuesta muy caro, porque las personas que se atienden en el hospital general no cuentan con seguro médico. Por el momento, se eliminaron las cuotas de recuperación, los pacientes son atendidos sólo con presentar su credencial de elector.
- La violencia no ha parado los últimos años, armó el galeno, de hecho se ha notado un incremento en la atención de pacientes que son baleados debido a riñas, asaltos o ajustes de cuentas.
- En el mismo reporte del SNVE, se nota un incremento en el número de estos casos, ya que en comparación con el año 2020, hasta la primera semana de abril sólo se tenía el registro de 322 casos de personas heridas de balas o por arma blanca, mientras que en 2021 ya suman 401, de las que 98 son mujeres.
Verónica González, socióloga y especialista en el comportamiento de género, egresada de la Universidad Autónoma de México, explicó que la mayoría de los ataques contra mujeres son daños colaterales de una sociedad descompuesta, como la que actualmente vive Quintana Roo.
Es decir, si el hombre se encuentra inmiscuido en negocios ilícitos, la probabilidad de su pareja sentimental sea víctima de una riña o de un ataque a mano armada es muy alta.
Es por ello que se debe trabajar en estrategias integrales, para que la falta de empleo o de oportunidades no sea el pretexto perfecto para que los delincuentes justiquen sus actos delictivos.
Hay que mejorar las condiciones de vida de las familias, que son las piezas que conforman una sociedad, para evitar que la violencia siga en aumento.
- La ola de violencia en Quintana Roo no sólo cuesta a nivel económico y social, sino que también ha deteriorado la imagen turística que se tiene del destino, así lo manifestó la Asociación de Hoteles el Riviera Maya, ante el hecho más reciente, el 29 de marzo, cuando un grupo armado disparó contra un puesto de comida en el municipio de Tulum, donde una turista de nacionalidad extranjera resultó herida.
Otro hecho violento ocurrió en marzo, en Playa Tortugas, en la Zona Hotelera de Cancún, donde dos civiles a bordo de un taxi abrieron fuego contra una mujer y un hombre, éste último no resistió el ataque y murió en el lugar. Todo sucedió ante la mirada atónita de los bañistas que se encontraban en el lugar. /Agencia-PUNTOporPUNTO