Reformas inician ruta hacia un nuevo país: Peña Nieto

AGENCIAS

El presidente Enrique Peña Nieto reconoció que el camino de la implementación de las reformas “no será fácil ni los resultados llegarán de inmediato”.

Sin embargo, dijo que «hoy ya contamos con el marco jurídico y la estructura institucional para iniciar la ruta hacia un nuevo México en donde todos los mexicanos cuenten con las oportunidades, herramientas y capacidades necesarias para construir una historia de éxito».

En un artículo posteado en su blog, el mandatario federal reiteró que concluido este proceso, «comienza una nueva etapa en la ruta de la transformación: pasamos de las reformas en la ley a las reformas en acción».

Adelantó que ahora, el Gobierno de la República se centrará en lograr una implementación eficaz de las reformas. Para ello, en las próximas semanas y meses se estarán publicando los reglamentos necesarios».

Además de ejecutar una serie de políticas públicas que permitan materializar los beneficios de esas reformas.

Recordó que desde que era gobernador del Estado de México tenía la convicción de que el país requería un profundo proceso de reformas.

Por ello, a partir de 2010 expresó a través de una serie de artículos difundidos en la prensa y de una publicación editada en 2011, un conjunto de ideas para proponer soluciones concretas a los grandes problemas nacionales.

«Esas ideas se convirtieron en parte fundamental de las propuestas de mi campaña presidencial, y fueron la base que permitió al Gobierno de la República y a las principales fuerzas políticas del país construir el Pacto por México e iniciar el ciclo reformador que acabamos de concluir», enfatizó.

El diagnóstico era claro. Si bien a lo largo de las últimas tres décadas transitamos con éxito hacia una democracia electoral y nuestra economía se abrió al mundo generando industrias competitivas, durante ese mismo periodo de tiempo el crecimiento económico de México se había mantenido muy por debajo de su potencial debido, en gran medida, a la caída en la productividad, expuso el mandatario.

De igual forma, a pesar del incremento en el gasto social, los niveles de pobreza y desigualdad no lograban disminuir. La educación del país había avanzado en cobertura, pero mostraba una calidad deficiente.

De acuerdo con el jefe del Ejecutivo federal, la posibilidad de alcanzar una justicia expedita y eficaz era obstaculizada por criterios discordantes, así como procesos largos, complejos y opacos.

Además, manifestò que la democracia mexicana no otorgaba resultados sustantivos debido a la polarización y a reglas que poco ayudaban para propiciar acuerdos y la transparencia de las instituciones del Estado y de todos los niveles de gobierno era insuficiente.

«Estos obstáculos eran de tal magnitud que resultaba imposible superarlos únicamente con una administración más eficiente. El cambio tenía que ser radical», resaltò.

Por ello, recordó que cuando inició su gestión como presidente dejó claro que su gobierno no venía sólo a administrar, sino a transformar. «Para lograr este objetivo, el primer reto era alcanzar los consensos que permitieran construir mayorías en el Congreso de la Unión».

«Así surgió el Pacto por México, un espacio de encuentro entre el Partido Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática, el Partido Revolucionario Institucional y el Gobierno de la República», refirió.

Por primera vez en la historia, resaltó el presidente Peña, se forjó un gran acuerdo que no se originó por la necesidad de enfrentar una emergencia, sino por la voluntad explícita de cambiar de fondo al país.

Este instrumento político, dijo, nos permitió transformar ideas en compromisos concretos. “En todo momento, desde mi gobierno procuramos buscar el mayor nivel de consenso entre las tres principales fuerzas políticas”.

Sin embargo, cuando esto no fue posible, como en el caso de las reformas hacendaria y energética, «optamos por la construcción de una mayoría suficiente para aprobar las reformas».

Apuntó que el resultado de ese proceso inédito es un paquete de 11 reformas estructurales que habían sido aplazadas por décadas y que hoy ya son realidad: una de ellas aprobada durante el periodo de transición gubernamental, con el concurso fundamental de los legisladores del PRI, “y otras 10 promulgadas durante los primeros 20 meses de mi administración”.

Para llevar a cabo esta transformación, explicó que fue necesario realizar 58 modificaciones a la Constitución, efectuar 81 cambios a diversas leyes secundarias, crear 21 ordenamientos jurídicos nuevos y abrogar 15.

Además, se constituyeron tres nuevas instituciones y se fortalecieron 13 más ya existentes, abundó Peña Nieto.

Luego de enumerar las bondades de las reformas, el mandatario aseguró que éstas persiguen tres grandes objetivos: elevar la productividad del país para impulsar el crecimiento económico, fortalecer y ampliar los derechos de los mexicanos y afianzar el régimen democrático y de libertades.

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