Para Gustavo Leal, experto en pensiones de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la propuesta de reforma al sistema de ahorro para el retiro presentada ayer por el gobierno y las cúpulas empresarial y sindical no corresponde a los objetivos de la Cuarta Transformación y se apegó a los ideales del modelo conservador, por lo cual, desde su punto de vista: lo deseable en pensiones murió para esta administración.
Desde el punto de vista del catedrático, la reforma propuesta no resuelve los problemas estructurales del sistema y tampoco tiene la capacidad para mejorar las pensiones de los trabajadores mexicanos, además de que incrementará la carga fiscal del gobierno federal.
- El tema de las pensiones sigue, pero lo deseable para el gobierno murió hoy. Se trata de un triunfo a corto plazo para los que creen que el Sistema de Ahorro para el Retiro impulsado en 1997 debe seguir por el mismo camino.
- Para Leal, la reforma presentada ha sido precipitada ante la urgencia de los estragos económicos de la pandemia de Covid-19, y sobre todo por las expectativas de que las calificadoras bajarán la nota de México.
Lo que podemos concluir es que el desafío pensionario mexicano queda abierto, lo de hoy es sólo patear el bote, se sigue arrojando hacia el futuro un problema que se pudo haber enfrentado desde ahora. Este triunfo a corto plazo es un espejismo, el problema estructural prevalece.
- Para el especialista, la reforma presentada carece de amplio alcance, pues desde su punto de vista un sistema basado únicamente en cuentas individuales no resolverá el problema pensionario que tiene México, que más que aumento en contribuciones, lo que necesita son mejores salarios y un cambio profundo en el sistema pensionario.
La caja de capitalización no mejorará el pago de pensiones como está comprobado en el experimento que nos precede que es el caso chileno. Con esta reforma no se pagarán mejores pensiones, porque todo depende del salario base de cotización. La iniciativa se ocupa, pero no se preocupa por el largo plazo.
De acuerdo con Leal, la reforma deja fuera temas fundamentales como el creciente problema de las pensiones estatales, municipales y de universidades, además de que no toca el tema de la población que labora en la informalidad.
Sin impacto en la llamada generación de transición: Amafore
La propuesta de reforma al sistema de pensiones presentada no disminuye los derechos de los trabajadores del régimen de transición, esto es, los que comenzaron a cotizar antes del primero de julio de 1997.
Al mismo tiempo apunta a que una mayor cantidad de los recursos que hoy manejan las Afore sea invertido en proyectos de infraestructura, y no en deuda gubernamental, que aunque pagan menos intereses, son más seguros.
- Hoy un trabajador de transición, es decir, que comenzó a cotizar antes de la entrada del Sistema de Ahorro para el Retiro basado en cuentas individuales en las Afore, puede elegir entre jubilarse bajo la ley de 1973, que es un sistema de beneficio definido (pensión a cargo del Estado) o con la del 97, contribución definida (pensión con lo que se ahorró en la Afore).
- Según Bernardo González, presidente de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), los trabajadores de ese régimen no se verán afectados, en tanto, con el aumento en la aportación obligatoria y la reducción en las semanas de cotización, los que comenzaron a cotizar a partir del primero de julio de 1997 lograrán una pensión mayor a la que tendrían antes de los cambios propuestos ayer.
El punto clave de la propuesta de reforma es incrementar de 6.5 a 15 por ciento el ahorro obligatorio de los trabajadores. No obstante, éstos no verán una reducción en su sueldo, pues será la empresa la encargada de aportar la diferencia.
Actualmente, la aportación patronal es de 5.15 por ciento y de forma paulatina y en un plazo de ocho años se irá incrementando hasta 13.87, es decir, un alza de 2.7 veces.
No aumenta edad de retiro
Otro elemento importante de la reforma, aparte de que no aumenta la edad de retiro y se queda en 60 años, es que bajará de mil 250 a 750 el número de semanas de cotización necesarias para tener derecho a una pensión.
Esto no significa que un trabajador se podrá retirar antes o una vez que consiga las 750 semanas, dado que para obtener una pensión deberá esperar hasta cumplir 60 años, de acuerdo con especialistas.
- La reducción de esta medida va en el sentido de facilitar a los mexicanos el acceso a una pensión, pues ante la alta informalidad que hay en México, se estima que menos de 30 por ciento podrá llegar a mil 250 semanas, mientras con 750, se espera que sea alrededor de 80 por ciento, expuso Bernardo González.
De esta manera, sin importar que el trabajador no alcance un ahorro de alrededor de 700 mil pesos, que es la suma para obtener una pensión mínima, bastará con tener 750 semanas para que se le conceda una renta mínima vitalicia.
- Con esta propuesta de reforma se abre la posibilidad a que las Afore incrementen sus inversiones en proyectos de infraestructura tanto públicos como privados.
Según datos de la Amafore, actualmente las Afore tienen invertidos 500 mil millones de pesos en proyectos de infraestructura, y tienen una bolsa de alrededor de 700 mil millones adicionales esperando por más ofertas.
Consar decidirá los límites
Desde 2019 existe en la Cámara de Diputados una iniciativa presentada por la Comisión del Sistema de Ahorro para el Retiro, que entre otras cosas, busca flexibilizar el régimen de las Afore, de modo que puedan invertir de manera más fácil en proyectos productivos.
- De acuerdo con el presidente de la Amafore lo que se busca es que con esta nueva reforma también sea aprobada la que está estancada en la Cámara de Diputados.
- De esta manera, será la Consar la que decida los límites de inversión, incrementando los niveles que una Afore puede invertir en nuevos instrumentos financieros.
- Parte del compromiso es que se aprobará en paquete la reforma que está atorada junto con la nueva, esa flexibilización del régimen de inversión es importante.
En diversas ocasiones el presidente de la Amafore ha afirmado que las Afore tienen alrededor de 700 mil millones de pesos para colocar en infraestructura; sin embargo, se necesita un mejor régimen de inversión y proyectos adecuados, apuntó González.
Una bomba de tiempo
Especialistas advirtieron que la reforma al sistema de pensiones presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador podría significar un impuesto para los empresarios y consideraron que no desactiva la bomba de tiempo que representan éstas para el país.
Coincidieron en que el gobierno de México deberá demostrar si la reforma al sistema de pensiones que reveló ayer será financieramente sostenible ante el imparable empuje demográfico y evitará provocar más desempleo e informalidad debido al encarecimiento de la contratación laboral.
El director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Héctor Villarreal, dijo que la reforma de pensiones tendrá un costo fiscal pequeño para el gobierno federal, pero podría representar un impuesto para los empresarios.
En entrevista, explicó que no desactiva la bomba de tiempo que representa este tema y queda corta para disminuir la bola de nieve que representan todos los sistemas pensionarios.
- “Tenemos proyecciones de que el gasto de pensiones seguirá subiendo de aquí a 2035 y con incrementos grandes. Se va a seguir comiendo cada vez más espacio fiscal y esa era una ventaja de haber entrado a una reforma completa al sistema.
- “No fue lo que se hizo. La reforma a las Afore tiene efectos chiquitos en el corto plazo. Eventualmente, incluso volver más accesible la pensión mínima garantizada, va a aumentar el gasto de gobierno”, dijo.
Además, explicó que en principio es un impuesto que se les pone a los empresarios, pero que terminarán pagando los trabajadores. Representa un incremento de impuesto porque la teoría económica dice que la incidencia final no se verá hasta que se ajusten los mercados, explicó.
- El representante en jefe de la oficina de las Américas del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en el inglés), Alexandre Tombini, comentó que “una vez que comience la fase de recuperación se necesitarán reformas esenciales para aumentar el espacio fiscal”.
- Una sería al sistema de pensiones, que si bien no afectará el saldo fiscal a corto plazo, implica menores déficits, señaló en su participación en el ciclo de conferencias Covid-19: de la crisis a la transmisión económica, organizado por el Instituto del Banco Central del Paraguay.
La propuesta causó dudas entre especialistas latinoamericanos por reducir la cantidad de años para pensionarse e incrementar los aportes patronales y estatales.
- “Los costos de esta reforma están repartidos entre los empresarios y el gobierno”, armó el colombiano Mauricio Olivera, presidente de 2013 a 2017 de Colpensiones, empresa estatal de pensiones de Colombia y director de Econometría Consultores, firma privada de Bogotá.
Es de esperarse que el gobierno mexicano haya calculado el impacto financiero de su iniciativa “para que sea sostenible ahora y en el futuro, teniendo en cuenta sobre todo la presión demográfica y el envejecimiento poblacional”, dijo Olivera
- “Un efecto adicional, muy probable, del aumento de las aportaciones de los empleadores, es un incremento en la informalidad y/o en el desempleo. Crecer estas aportaciones es un alza en los costos laborales, que pueden implicar menos contratación de trabajadores”, advirtió.
Es necesario que el gobierno exhiba cifras de sostenibilidad financiera a largo plazo y los efectos que el plan tendrá en informalidad laboral y desempleo, insistió. La reforma, subrayó, va contra la tendencia de la mayoría de países de subir la edad de jubilación para lograr el soporte financiero.
Álvaro Ramos, jerarca de la (estatal) Superintendencia de Pensiones de Costa Rica de 2015 a 2020, indicó que “lo más probable sea que la reforma preservó la insostenibilidad del sistema mexicano de pensiones y la agravó a cambio de mejorar cobertura y suficiencia”, por lo que el gobierno de México deberá cerrar el faltante con recursos públicos
Al explicar que el análisis de pensiones se basa en cobertura, suficiencia y sostenibilidad, adujo que la reforma “claramente va orientada a los dos primeros conceptos, con el probable detrimento del tercero”.
Se mejora cobertura y suficiencia, pero es difícil creer que el sistema ahora sea más sostenible”, adujo.
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) consideró positivo el nuevo Plan de Pensiones del Gobierno y expuso que para hacerlo más integral se debe considerar la creación de un sistema nacional, establecer una sola pensión total por mexicano y optimizar el ahorro de los trabajadores, fomentando la competencia entre las Afore. /Agencias-PUNTOporPUNTO